Cap 32. Verdades.

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Cap 32 verdades.
MAKARENA

Sonrió.   Después de que el "Mellizo guapo" se llevara a la loca a su habitación.

Seguí viendo la serie, me relajé y sin darme cuenta, me quedé dormida. Sentí caricias en mi cuerpo y besos en mi cuello.

Desperté asombrada de estar en una habitación con decoración de tonos grises. Ya era de mañana y había claridad.

—Buenos días, hermosa. ¿Cómo te sientes? —me preguntó Luci, quien no supe a qué horas llegó y creo que me trajo a su habitación.

Sonrió y dijo:

—Buenos días. Me dormí en...    —Llegué de madrugada y estabas dormida, así que te cargué hasta aquí, mi bella dama. ¿Te apetece desayuno? —me dice, y yo asiento contenta.

Lucien se levantó, se aseó y salió rápido.

—Te espero afuera, Pantera —me dijo.

Yo asentí, me puse mi franela grande y pantalones cortos, mientras pensaba en la proposición que me hizo Luci de terminar por lo menos un par de semestres aquí.

Podría viajar cada cierto tiempo para presentar exámenes y, mientras tanto, homologar en la universidad de Luxemburgo.

No tengo a nadie allá realmente, solo las empresas, mis amigos ya no están o les hablo por videollamadas cuando podemos, pues nos dividimos en diferentes partes del mundo.

Y de Sebak, qué puedo decir... Que es un maldito miserable, mentiroso y manipulador.

Sacó los pensamientos de mi cabeza y salí a la cocina, donde los vi: un par de espaldas bien formadas, una más clara que la otra y llena casi en su totalidad con tinta, el ojo más trigueño con un solo tatuaje en su espalda, y como por obra divina, este par tiene los mismos pantalones de chándal gris sin camisa.

—Oh, ya estás aquí —dijo Luci sonriente.

—Mira, Leo, te presento al amor de mi vida, mi pantera Makarena Gallego —dijo, y León hizo una cara coqueta.

—Guao, hermano, qué buen gusto. ¿Y dónde conociste a tu amiga? —preguntó, pero Luci negó y le contestó con hechos.

—Te equivocas, no es mi amiga, es mi novia, hermanito —me besó dulcemente.

—Te conté de ella, la que me salvó.—

León sonrió y se acercó a mí, dándome un beso en la mejilla. Me extrañó que omitió a su hermano nuestro encuentro algo gramático de ayer con la loca.

—Encantado, Makarena. Me alegra conocerte por fin —dijo, mientras Luci me abrazaba por la cintura.

—Vamos a desayunar, pantera. Estoy seguro de que tienes hambre —dijo Luci, guiándome hacia la mesa del comedor.

Mientras desayunábamos, León y Luci charlaron sobre sus planes para el día exactamente algo sobre negocios; que yo aún no me he atrevido a preguntar, pero si me he dado cuenta que no son muy legales que digamos, pues tienen armas.

Parecían tener una conexión especial, como si fueran más que hermanos.

Después del desayuno, Luci me tomó de la mano y me llevó a su habitación.

—Quiero mostrarte algo mi vida. —dijo, abriendo un cajón de su escritorio.

Sacó una carpeta llena de papeles y me la entregó.

—¿Qué es esto? —pregunté, confundida.

—Es la documentación para que puedas estudiar aquí, en Luxemburgo. Puedes homologar tus créditos y ter4t,h. inar tus estudios aquí —dijo, mirándome con esperanza.

Me quedé sorprendida. No esperaba que Luci hubiera hecho esto por mí.

—¿Por qué hiciste esto? —pregunté, emocionada.

—Quiero que te quedes conmigo, pantera. Quiero que seas feliz aquí, conmigo. —dijo, abrazándome.

Me sentí abrumada por sus palabras. No sabía qué decir.

—Necesito tiempo para pensar —dije finalmente, y Luci asintió. Solo acepté venir por unos semanas.

—Tómate todo el tiempo que necesites, pantera. Estaré aquí, esperándote —dijo, besándome suavemente.  Me encanta como es Luci, me da espacio y no es axficiante o intenso, me da mi espacio.

— Luci quiero hacerte unas preguntas.— le digo y este voltea de manera inmediata. — A que te refieres mi vida.— me pregunta Luci, pero tomo el valor y lo enfrento, a la larga soy su novia y esto me afecta.

— Sobre ti.— le digo y este hace una cara, y unos gestos de “ esto no me gustara”.

— Te parece salir a caminar y te respondo. Mi vida.— me dice y yo asiento.
Cambio mi ropa, por un conjunto con mejor presentación y zapatillas deportivas y ya mi guapo novio me espera con pantalón largo deportivo, un buso y zapatillas.

Toma de mi mano y me lleva a un pequeño parque, es un área campestre y agradable.

— Ok mi pantera listo para tus preguntas.— dice y la que estoy nerviosa soy yo.

— Luci, exactamente cuáles son los negocios de la familia, escucho que los nombras mucho?.—pregunto y el sonríe.

— Eres directa, en la yugular, no mi pantera hermosa.— dice y prosigue.

— Mi bella, espero que hoy confesarte esto no sea impedimento para que sigas conmigo; te quiero, te quiero mucho Makarena, y ya me siento enamorado...— dice.  — Mi familia tiene un legado con negocios ilegales, tráfico, de armas y droga; territorios y piedras preciosas, entre otras cosas del mercado negro, mi vida.   — me dice  y abro un poco sus ojos algo sorprendida por toda su  sinceridad.

— ¡Ahh!!  ¡no lo puedo creer!, Luci no me digan que venden órganos de niños y eso.. — digo alarmada.   Me toma rápido mis  manos y niega.

—¡ NO!!.. eso no mi vida, no nos metemos con niños, he incluso tampoco con mujeres, al menos que sean de alguna organización pero nada de inocentes.

No hay trata de blancas, ni nada de eso. Solo lo que ya nombre amor. — me calmo. Pero entonces se me ocurre.

— ¿Tu corres peligro.? — Ohh más bien .
— Yo al ser tu novia corro peligro, no podré ser libre.  — lo abrumo.

— Expera,  espera; cálmate. — me dice abrazandome, me doy cuánta de las relaciones de Luci, cada vez que siente que puede perderme me abraza, como se nota que crecieron sin madre. Aunque realmente perdió su madre cuando tenían, 13 años y su madre tubo un accidente y murió.

— No Corres peligro, aunque si te dare seguridad, y .. — dice antes de que proteste. — No lo notarás, estarán lejos como hoy mira. — y me sorprende ver a tres hombres armados con rabioso y mini audífonos seguirnos. 

— Son mis escoltas.  — pero te pondré uno. — me dice y niego.  — NO.  —Digo molesta. — Ni lo intentes Lucien Hoffmann o dejaré la relación aquí, sin empezar.  Nunca le acepté a mi abuelo, ahora menos, cuando yo lo crea te lo pediré.   Estamos. — digo fuerte y este me ve.

— Ok, lo que mandé mi Pantera y ya que estamos hablando sinseramente, quiero preguntar...— duda por un instante y yo ya se para donde va.

— Cuando me dejaras probarte, mi vida. Amarte y saciarme de tí.  — me dice y yo bajo mi cabeza y decido ser sincera.

— Es que no lo sé, estoy insegura es que...— tranquila mi bella, eso se dará, pero prométeme que no te abstendras, y me dejaras amarte. — yo asiento aunque le cuento, no sé qué piensa Luci, pero no quiero que piense que tiene a la virgen María.

— Solo he estado con mi anterior novio, Lucí y no sé cómo...  ¡hacer que pase.!— le digo y este me besa y solo me dice.

— Tranquila hermosa se dará.

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SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora