Cap 29. Quiero ser tu novio.

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LUCIEN HOFFMANN

Estoy en Georgia,  en un asunto  importante, “rutas y compras”cuando mi mente se desvía inevitablemente hacia Maka.

No puedo dejar de pensar en ella, en su sonrisa, en su fuerza. Decido llamarla; aquel día en Nueva York, intercambiamos números; necesito escuchar su voz, asegurarme de que está bien, esta hermosa pantera no sale de mi cabeza.

Hola mi hermosa pantera, cómo va tu dia.—digo sonríendo y tratando de ser simpático para ella.

Pero su respuesta no es lo que esperaba. Está llorando, su voz quebrada por el dolor.

Lucien... Mal..  mi mi abuelo.—Solloza. — Me dejo sola.— y escucho como se derrumba en llanto. 

No se qué hacer o decirle solo deme ocurre salir a su ayuda como todo un caballero andante. — ¿Donde estás mi bella? con quién.  Voy para allá.  — le digo y luego de ella darme algo de información, mis hombres me alistan el jeb familiar para no tardar menos de tres horas en llegar a Stanford..

Organizo rápidamente un vuelo en mi jet privado y, en cuestión de horas, estoy en camino hacia Stanford. El vuelo es tranquilo, pero mi mente está llena de preocupación y determinación. Haré todo lo posible para ayudarla a atravesar este dolor.

Se que está sola, cuando cuando Michelle investigo su vida, su abuelo Adán Walton, el magnate de la industria del hierro, era su familiar directo; pues su madre murió al ella nacer, sin hermanos aunque si tiene un padre y dos medios hermanos, en España, exactamente en el pais VascoBilbao”.

Cuando llego al aeropuerto, tomo una motocicleta y voy a las oficinas de su abogado.

Llegó arapifanente y la veo, sus lágrimas secas de llorar pero tiene una mirada fria. Me parte el alma verla, sufriendo, camino a ella y cuando me ve, me abraza tan fuerte, como si su vida dependiera de mi.

su aspecto es devastador. Sus ojos están rojos e hinchados, su expresión abatida. Sin decir una palabra, la envuelvo en mis brazos, brindándole el consuelo que tanto necesita.

Lo siento mi vida, estaré para ti.  —digo suavemente, guiándola hacia mi moto.

Al llegar a su hogar, me mantengo a su lado en todo momento.   Hasta que se duerme en mi regazo, no abandono su casa y aunque tengo mi segurida rodeando la villa, la acompaño.

Es el día del entierro y es  particularmente difícil. Sus amigos la acompañan ella ya no llora, y recibe el pésame de muchas personas; pero no hay familia, ni siquiera su padre aunque ayer recibió mensajes y una llamada de Manuel Gallego.

La invitó a vivir con el y que si ella decidía podría venir el mismo por ella, pero eso altera mis planes, aún faltan más de un mes para iniciar clases nuevamente y planeo llevarla conmigo. 
Voy a enamorarla, como ella lo hizo conmigo”.

La veo llorar, y cada lágrima suya es como una puñalada en mi corazón. Me mantengo fuerte por ella, asegurándome de que sienta mi apoyo incondicional.

Gracias por estar aquí —me dice con voz quebrada cuando termina el entierro, pero no planeo separarme de ella, no aún.  No cuando está tan vulnerable y sola.

Siempre estaré aquí para ti, mi pantera hermosa. —le respondo con sinceridad.

Después del funeral, veo la soledad y la tristeza en sus ojos. No puedo soportar verla así. Necesita un cambio de escenario, un lugar donde pueda sanar, se que invitarla a Luxemburgo será genial.

Mi vida, estás bien quiero acompañarte, no te dejaré sola. — le digo, —Por que no vienes conmigo a Luxemburgo, mientras inicias tu semestre, te distraeras y así me dejaras conocerte. —le comento, tomándola de las manos—. Es mi país natal. Es tranquilo, hermoso y creo que te ayudará a encontrar algo de paz. No puedes estar sola en este momento, y quiero estar allí para ti.—

Ella parece dudar al principio, pero finalmente asiente. Necesita alejarse de todo este dolor, y sé que puedo ofrecerle un refugio.

Pasan tres días y luego de acompañarla a la lectura del testamento de su Abuelo Adán Walton; donde mi bella pantera es la única heredera del magnate de la industria del hierro, y hereda una cantidad con demasiados ceros, propiedades y empresas, para una sola persona.  Deja todo tal y como ha estado mientras se recupera psicológicamente; de esta pérdida.

Ingresamos en mi jeb privado destino Luxemburgo; toma un té relajante y decide dormir, estos días solo ha hecho eso, dormir y habla poco, en realidad no la he dejado sola ni un segundo, duermo a su lado y ella siempre me abraza.

El viaje a Luxemburgo es más tranquilo. Aterrizamos en mi hogar, una casa espaciosa y acogedora en las afueras de la ciudad. Decidí traerla a la mansión  principal.  

Camino por una pradera hermosa, con mi bella, de  la mano.  La invité a hacer un picnic y viene sonriente.

Cuando llegó, alistó la manta, una roja de cuadros blancos. Sacó de la canasta vino, dos copas, quesos, uvas, frutas, algunos pasteles y demás.

Algunas rosas y la invito a sentarse.

Ella lo hace pero ríe. —¡Guau, Luc, en verdad te quedó tremendo cliché, un picnic! —lo dice en burla y yo sonrío, viendo alegría en su mirada.

Me sonríe y le pido. —Por favor, pantera hermosa, no te burles de mi lado romántico, no se me da casi, soy un loco de mierda.— le digo y ella ríe.

Pasamos la tarde juntos, le acaricio su rostro y poco a poco me acerco lo suficiente para tomarle una mano y hacerla caer sobre mi regazo.

Ay, Luc, ¿qué haces? —protesta cuando soy brusco. —Ven, pantera.— Ella se deja y la acomodo sentándola entre mis piernas a horcajadas.

Le acaricio el rostro y la veo a los ojos. —Oh, Maka, mi vida, eres hermosa.— Veo sus labios y sus ojos y poco a poco, me acerco a ella.

Le doy un pequeño beso y antes de seguir le digo. —Quiero ser tu novio, mi pantera hermosa. —Le digo y la beso, pero ella no corresponde y se queda estatuada.

—¿Qué pasa? —pregunto y ella suspira y me dice. —Tengo novio.— Se hace un silencio sepulcral.

Lo pillé engañándome, pero no le importé; ni siquiera intentó buscarme, o no se enteró, se burló de mí, es un maldito y no quiero verlo nunca. —me dice. Yo niego y le contesto.

Amor, no importa el tipo, la que me importa eres tú, y quiero ser tu novio, ¿me aceptas?

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SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora