Cap 89. la fiesta.

83 10 0
                                    

MAKARENA


La gala es más aburrida que una sopa sin sal ni fideos. Yanka entra conmigo de su brazo; miro a todos lados, esto me aburre tanto que prácticamente estoy bostezando.

En el fantástico Lamborghini plateado de la cucaracha tengo mi "ofiss" de fiesta espectacular...

Ya lo tengo todo listo, cómo deshacerme del estúpido de Julien y el pobre Michelle, todo.

Yanka luce orgulloso a mi lado y comienza a presentarse a sus amigos o socios, pero la noche se pone algo interesante cuando lo veo de lejos.

Unos ojos oscuros, preciosos e intimidantes me observan, y noto cómo siguen mis movimientos.

Rápidamente le hago un escaneo psicológico. Chocamos miradas y lo veo retadora.
Soy Makarena Gallego, la Reina, y no me dejaré intimidar.

Noto que Yanka camina hacia él, y lo peor es que están mis queridos suegritos, ese par de viejos cacrecos.

Todavía recuerdo el mal rato que me hicieron pasar.

Este hombre: alto, fuerte, guapo, moreno, y con barba, y aún así me sigue mirando.

Señores, buenas noches. Padre, Filipe, Mikael, ¿cómo están? —saluda mi conejito algo serio.

Ya veo por qué insististe en conseguir el collar, Yanka —dice Mikael, mirándome o mirando mi pecho, el collar o no sé qué mierda, ¿mi alma?

Ya ves, Mikael —le contesta Yanka—, mi esposa, Makarena Hoffmann Lombart. —Y Mikael me mira fijo y solo pregunta:

—¿Hoffmann Lombart? —lo dice a modo de pregunta, pero luego sonríe y añade—: Ah, ya veo, fue el sujeto a cambio de esta unión de familias.

—¿Sujeto? —pregunto indignada. Pero este estúpido me ignora, y lo peor viene después... Una mujer linda se acerca, muy orgullosa y creída, más bien vanidosa.

Señores, buenas noches. Filipe —le da un beso en la mejilla—. Cyrill —otro beso más—. Yanka —y también lo besa.

Espero que me presenten, pero ella cambia de tema y me ignora... Estoy que exploto de rabia. ¿Quién se cree esta idiota?

Este hombre no hace más que tenerla de su mano, hasta que ella lo nombra.

Será un honor para mi prometido y para mí que vayan a Zúrich, los esperamos —dice, y volteo a verlo.

Dejo de pelear; mi misión es ir de fiesta, no pelear con estúpidas... Me acerco lo suficiente a Yanka y le susurro:

Amor, estoy aburrida, iré por ahí. ¿Ok? —Él asiente y me da un beso.

No te pierdas, conejita —asiento con gusto, clarísimo. Si como no...

Señores —hago una leve inclinación—. Sujeto —digo, y muestro mis dedos medios al idiota y su prometida, aunque mis suegros y Yanka vieron mi demostración de humildad.

Voy a la mesa. De camino, mi Luci me encuentra, me da un beso y sigo mi camino hacia la mesa. Luci está ocupado hablando no sé qué mierda, y yo más aburrida que una niña en una fiesta sin pastel.

Camino a la mesa y mi corazón martillea cuando lo veo, mi guapo cucarachón al rescate...

Aunque Sebak quiera matarme, todo se va al diablo con la aparición de León y la discusión entre él y yo cuando prácticamente me obliga a bailar.

—¿Bailas, preciosa? —me toma fuerte del brazo y lo aprieta mucho.

Suéltame, me lastimas. ¿O quieres que haga un escándalo, Leoncito? —le reto.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora