Cap 88. Era Victoriana

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MAKARENA

Otro detalle de Sebak: esta semana se ha encargado de recordarme por qué me enamoré de él.

Y, en realidad, no necesitaba hacerlo; lo recuerdo perfectamente. Sebak es una parte fundamental en mi vida y no he podido olvidarlo ni un mísero segundo.

Hoy recibí unas rosas que ahora adornan mi estudio, junto con una foto del anillo que me dejó puesto, ese que, según él, era de compromiso.

"Amor, sé que nunca te lo pedí formalmente como debía ser, pero esa mañana no solo debía estar el anillo en tu mano, sino también esta declaración en tu cama: ‘Te amo. Eres la mujer que logró despertar esto en mí, de hacerme querer formar una familia y vivir una eternidad a tu lado, mi odiosa tontilla. ¿Quieres casarte conmigo?’"

Sebak me hace recordar cada día las cosas bonitas que vivimos juntos, cómo fui feliz a su lado y por qué me enamoré de él, cómo me consentía y un sinfín de cosas más.

Pero todo eso se fue a la mierda el día que viajé a Londres y no encontré nada... solo mentiras, olvido y engaño.

En fin. Salgo de la piscina con mi hermoso traje de baño azul. Es increíble lo bien que me queda.

Veo a mi sexy cucaracha y él viene hacia mí. Hoy lo convenceré definitivamente de que será mi pareja. No me perderé la fiesta de la facultad por nada del mundo. Lo siento, conejito, pero no dejaré de vivir por ti.

Senne se acerca, y le planto un beso de esos que hacen que su amigo cobre vida.

Princesita, ¿por qué me haces esto? Mira cómo me pones, y no me darás nada —dice mi sexy cucaracha, y yo le contesto coquetamente.

— ¿Quién dijo que no, cucarachón? Podría hacerte una visita a tu habitación —sonrío coqueta, veo el brillo en sus ojos y añado—. No están ni Yanka ni Luci en casa.

Senne prácticamente me arrastra a su habitación y no espera ni a que entre cuando ya me ha empotrado contra la puerta. Besa mi cuello y pecho con desesperación, y en un santiamén ya estoy desnuda, a punto de ser penetrada por esta sexy cucaracha.

Oh, cucaracha, sí... sí, delicioso —digo cuando Senne me embiste con fuerza.

Oh, mi princesita, eres definitivamente mi diosa... —prácticamente gruñe Senne.

El momento es tan excitante, tan exquisito e íntimo que mi cuerpo rápidamente se calienta. Los rasguños en la espalda de Senne se hacen notar por la intensidad de sus estocadas. Mis gemidos, sus gruñidos... y estallo.

— ¡Oh, Sennnee! —grito.

Eres grandiosa, mi diosa —gruñe la cucaracha mientras ambos nos corrimos.

Los minutos pasan, y noto a mi cucaracha muy cariñoso conmigo y algo pregunton, como siempre...

— ¿Tuviste sexo con Lucien anoche? —me pregunta mientras acaricia mi mano.

Lo miro fija. No sé qué está pensando Senne, pero está extraño, muy cariñoso y melancólico.

Mmm... sí —contesto dudosa.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora