Cap 65. Diosa Venus.

98 13 0
                                    

SENNE LOMBART

—¿Y es muy hermosa la chica? —pregunto con interés a mi padre mientras me cuenta los últimos acontecimientos relacionados con mis hermanos.

Acabo de regresar de viaje y no he estado en Bruselas, así que me estoy poniendo al día.

Es linda, sí. Pero más que eso, es egocéntrica y directa —responde Cyrill, con un tono que sugiere que hay más de lo que aparenta.

Sabía que Sebak estaba enamorado de ella, que incluso fue a buscarla con la intención de casarse. Pero lo que realmente me sorprende es que Yanka, el imperturbable y arrogante Yanka, también esté enamorado. No esperaba eso.

—¿Enamorar a Yanka? —repito, incrédulo—. Eso sí que es sorprendente. Nunca pensé que lo vería feliz por una boda.

—Ni yo, hijo. Pero aquí estamos.

Una sonrisa curiosa se asoma en mis labios mientras reflexiono sobre lo que acabo de escuchar. ¿Yanka feliz por una boda? Es algo que tengo que ver con mis propios ojos.

Vaya, definitivamente quiero conocer a esa chica —digo, aún asombrado, mientras termino la conversación con papá. Luego me concentro en el trabajo, aunque no puedo evitar pensar en la mujer que ha sacudido a mis hermanos de esta manera.

°°°°

Han pasado algunos días, y hoy estoy algo ansioso. ¿Por qué? Les cuento.

Mis hermanitos ahora son secuestradores de novias, y prácticamente se robaron a la prometida de uno de nuestros mejores socios. Aunque Cyrill Lombart está preocupado por este asunto, pues se acaba de enterar, yo estoy más bien ansioso.

Me sorprende saber que una chica pueda ser tan importante y tan deseada como para hacer pelear o traer hasta una guerra a dos poderosas familias que siempre han estado unidas en la misma organización.

Acaban de regresar de su luna de miel, que solo duró una semana, y Yanka me ha pedido que vaya para cuidar a su princesita.

Ella está ahora en Mons, una ciudad al sur de Bélgica, pues vinieron a enfrentar la furia de los Hoffmann. Me sorprende que Yanka se haya prestado para esta locura.

Viajo lo más pronto posible y llego a la hermosa villa, propiedad de los Lombart. La casa es increíble, con jardines y espacios magníficos, y bellas obras arquitectónicas. No puedo evitar admirarla.

Cuando llego, me instalo en la habitación de enfrente, donde me informaron los empleados que está ella.

Es primavera aún, y en esta hermosa mansión hay una piscina climatizada. Decido darme un baño. Llamé a Charlotte para que me acompañe, pero me adelanté; no tenemos ninguna relación, solo me la follo y ya.

Es mi amante, pero aún no le perdono todo lo que me hizo sufrir en el pasado por estar detrás de Sebak y despreciarme a mí.

Camino y dejo mi toalla, retirando mi camisa, pero me deslumbra ver cómo nada una hermosísima mujer. Sus nalgas, sus pechos, esa cola que sobresale en el agua… Prácticamente, mi miembro ya está duro.

Pasan unos minutos y la veo detenerse y mirarme.

—¿Qué me ves, Sebastiáncito? ¿Ahora eres tarado? —sonrío de lado; no me ha reconocido y cree que soy Sebak.

Ese culo tan bueno que tienes. ¿Qué más podría ver? Bonita no eres —digo, y sonrío al ver esos ojos azul grisáceo increíbles y sus labios. Es prácticamente una diosa, mi Venus.

Eres un imbécil, Sebastiáncito —dice, y sale de la piscina, dejándome ver su hermoso cuerpo. Se seca y bebe algo de colores, algún trago o algo así.

—¿Y el idiota de tu hermano también vino contigo? ¿Ya se cansaron de jugar a los secuestradores y me van a liberar? Mira que estoy perdiendo clase, Sebak —me dice con cara de indignación.

Camino hacia ella y me paro frente a ella, prácticamente le saco una cabeza, le robo su trago y pruebo.

"Está delicioso." —Esta mierda está horrible, ¿qué bebes, fea? —Ella vuelve a taparlo con sus manos.

Sí, horrible y todo, y sigues bebiéndotelo. Lo improvisé, no tenía cómo saber qué se le echa a un martini —me río a carcajadas.

No te rías, imbécil —me dice—. El creador te demandará por difamarlo. ¡Esa mierda sabe a diablos!

Ella alza los hombros y continúa bebiéndoselo. Está relajada, pero me es inevitable dejar de verla.

Definitivamente, mis hermanos sí que tienen buen gusto. Con razón Sebak no quiso nada con Charlotte.

Después de estar en mi habitación, nuestro hombre de seguridad me informa:

Señor, una señorita llamada Charlotte Lauris lo solicita en la entrada.

Déjela pasar y asigne una habitación de huéspedes —le digo a mi hombre, y este me confirma.

Son las siete en punto y decidí bajar para la cena. Esto será emocionante. La princesita cree que soy Sebak, su esposo, y cuando me vea con Charlotte, esto será interesante. Sonrío mientras bajo para reunirnos en la mesa.

Cuando llego, efectivamente Charlotte también está bajando y se lanza a saludarme.

Senne, mi amor, ¿cómo estás? —dice Charlotte, como si de verdad sintiera amor por mí y no por mi poder o dinero. Sí, soy su "amante de descarte"; como no pudo tener a Sebak, está conmigo. Creerá que podrá conquistarme y casarse conmigo.

Bien —le respondo frío—. Vamos a cenar. —La guío al comedor, donde la princesita está muy relajada, pero no ha visto a Charlotte.

Buenas noches —dice Charlotte para llamar la atención, y la princesita voltea rápido. No esperaba que se conocieran.

—¡Ja! Eres un cínico —ella se levanta de la mesa—. ¡Ah, no, ya sé! Eres un árabe reencauchado. Y también te casarás con tu prometida, y yo soy tu esposa número uno —toma su plato y se levanta furiosa—. ¿Es que piensas hacer un maldito harén, idiota? —Se dirige hacia las escaleras para ir a su habitación con su plato y el vino en la mano, pero de repente voltea y dice:

Si yo te quedaba grande en Stanford, ¿cómo será con ella? Imbécil. —Sube a su habitación.

Senne, creo que te está confundiendo con Sebak. Ella es su... —Charlotte deja la frase en el aire.

Su esposa. Y está furiosa, la condenada.

Charlotte trata de ser cariñosa conmigo, pero en realidad no puedo serlo. Me es difícil estar con ella y desarrollar más sentimientos cuando sé que es una maldita arpía venenosa.

O, en realidad está Diosa Venus me ha dejado cautivado por su belleza, pues no logro sacarla de mi mente.

_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠___🔸___________















SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora