Cap 155. Motivos

76 14 5
                                    

MAKARENA


Otro más, Luci, tú puedes. —Le digo a Lucien, quien está dando algunos pasos sobre un caminador en la piscina.

—Ya basta, hermosa, estoy cansado, duele mucho. —Me dice, y hago caras de que no me gusta.

Bueno, preciosa, ¿qué te parece si descansamos y te traigo el fondue de chocolate que tanto te gusta? —Dice Sebak, y yo doy brinquitos como una niña.

—¡Sí, sí... Heyyy! —Grito de emoción.

Hey, basta, parece que te hubieran invitado a Disneyland. —Dice Lucien riéndose de mí.

Lo miro con rabia, no me gusta que se burlen de mí.

Es que esta madrugada se levantó con antojos de fondue casero de chocolate, y Yanka y León se pararon a esa hora a prepararlo. —Dice Sebak divertido.

Y lo peor es que vieron tutoriales para prepararlo. —Lo veo.

Espero que esté delicioso o vomitaré antes. —Ellos se ríen de mí...

Salgo de la piscina y Senne me ayuda, me carga, y mis nuevos chefs tutorial traen mi postre. Lo devoro, está increíble, claro, no como los que él me preparaba. No entiendo de dónde viene este antojo.

Las semanas han pasado, ya cumplí mis tres meses, o sea, estoy cumpliendo 12 semanas, y mi pequeña barriga se comienza a notar. Aunque muy sutil, ha pasado mes y medio y me siento feliz.

Me he dedicado a hacer las prácticas de la universidad y a ayudar a Lucien en su recuperación.

Mi relación con todos se ha fortalecido; ninguno me recriminó por mi embarazo, y dicen que también este retoño que llevo dentro es su hijo. Están muy ansiosos por saber qué es.

Ya viene octubre y también se comienza a notar el otoño. Lucien no hace sino hacer preguntas sobre por qué estaba allá y demás, pero realmente, me duele este tema y aún no tengo fuerzas para contarle.

Hoy haremos nuevamente otra ecografía, aunque no sabremos qué es aún. Pero por todo lo que hemos vivido, mi doctor la ordenó. Me sorprende que Lucien esta vez viene con nosotros.

—¿Lista, Conejita? —Me pregunta Yanka mientras me lleva al automóvil. Cuando entro, están Sebak y Senne.

Me parece extraño, siempre nos movemos todos en el mismo auto cuando yo voy.

—¿Y León, no irá? —Pregunto dudosa. Estoy temerosa de perderlos, pues aunque esta vez ellos fueron quienes me pidieron esto, fue mi culpa. Y aunque nunca acepté ese maldito trato de enamorar a Mikael, sí terminé haciéndolo, y de paso, destrozada y engañando a mis chicos.

Claro que irá, jamás se perdería una eco de nuestro hijo. Ya sabes lo entusiasmado que está. —Dice mi conejito.

Solo que no cabemos todos y acompaña a Lucien. —Dice Sebak, y yo lo volteo a ver como el exorcista.

—¿Cómo? ¿Lucien también va? —Yanka hace una señal de línea con sus labios, y como lo estoy mirando fijo, contesta.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora