SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».

Cap 36. Tonto enamorado.

LEON HOFFMANN

- No estoy preparado aún para dar ese paso Padre.- contesto a Filipe Hoffmann, quien hoy precisamente nos citó a mi y a Lucían sus herederos del legado familiar, a su oficina a exigirnos casarnos, o por lo menos uno debe hacerlo.

- ¿Por que No? León, ya llevas más de dos años comprometido con ella. - contesta mi padre un poco molesto.

Volteo a ver a Lucien para pedirle ayuda, y este solo está cruzado de pierna sentado en la silla, con su traje costoso y viendo su teléfono como si esta conversación no fuese importante.

-Ya sé Filipe, también que tengo 25 años pronto 26, pero Susanne es... Vacía. No me siento lleno con ella, no supera mis expectativas y lo más importante padre. No la amo. - le digo.
Y ahí es cuando Filipe estalla en ira al prácticamente echar mi compromiso para atrás.

-¡No.. eso sí que No!. León Hoffmann, uno de los dos tiene que casarse, es necesario, Maldición. Mierda. Mierda.- maldice mi padre en varios idiomas y otras cosas más.

La conversación está subiendo de tono, y lo peor el idiota de Luc aún todo idiotizado, con el teléfono.

Voy pateo la pata de su silla. - Ayudame.-gesticulo y el solo alza la mirada.

- Tranquilo papá creo que tengo la solución. -dice Lucí y por fin llegó mi caballero andante. Sale a rescatarme. (Huuuff) casi no la logro.

Mis pensamientos viajan y no escucho toda la mierda que Luci dice. Solo la parte donde.

- Yo me casaré con Makarena. Estoy seguro, "la amo".

Mi corazón prácticamente se detuvo.

Mis oídos zumbaban y mi corazón latía con fuerza. Estoy perdido. Makarena se ha convertido en mi amor imposible.

Estos últimos tres meses, después de ese beso, he pasado de ser el León Hoffmann de antes al de ahora.

Pensar que estoy enamorado de la mujer de mi hermano me está carcomiendo. Sacudí la cabeza, di unos pasos hacia el bar de papá y me serví el trago más caro y fuerte.

- Que sean tres, hijo. Hay que celebrar. Lucien Hoffmann dará el Sí. -dijo mi padre con alegría y determinación en los ojos. Sonreí, serví los tragos y, al llegar a ellos, brindamos.

- "A la salud de Makarena "-dije, y ellos me siguieron.

- Ok, Lucien, organiza una cena. Quiero conocer a la futura señora Hoffmann -dijo Filipe, y Lucien aclaró.

- Dije que me casaría; pero no se lo he propuesto. Es una chiquilla, apenas ha cumplido 18 años. Espero que me acepte -dijo.

- Aceptará o la obligaremos. -dijo mi padre, típico de un líder nato de la mafia, todo por la fuerza.

Pero Lucien sonrió y terminó.

- No será necesario. Solo que tal vez sea solo por lo civil por el momento -contesta, y Filipe asintió.

Salí del edificio y Lucien se dirigió a la universidad para buscar a su amada, mientras yo me desvío a un bar cercano y pido otro trago.

Por mi mente pasan los recuerdos de su comportamiento hacia mí en estos tres meses que hemos compartido apartamento; verla en las mañanas con esa pijama mínima, donde puedo ver lo bien formados que son sus pechos, y algunas veces, sus nalgas cuando usa vestidos cortos.

Aunque SI, lo admito, me molesta verla en ese tipo de ropa; la hice cambiar un par de veces, mojándola en la regadera o accidentalmente derramando mi bebida sobre ella.

Pero aún lo recuerdo...

...Inicio del flashback...

Estaba preparando una merienda, pues trabajaría desde casa. Ella estaba en su habitación, creo que descansando o haciendo sus deberes, cuando la vi salir.

- Hola, Leo, nos vemos más tarde -dijo, y me lanzó un beso. Ella iba saliendo, pero logré ver su mini vestido.

- Espera, Risitos -dije, y ella se detuvo. Caminé hacia ella, frunciendo el ceño y observando su vestimenta.

Ella hizo una mueca de molestia, torció los ojos y me dijo:

- Leo, mi papá vive en España. Ahh -colocó su mano en la quijada y pensó-. Así que, también soy mayor de edad, ¡te muestro identificación¡-dijo burlona, Makarena en su esplendor.

Pero hoy no estaba de humor para sus chistes.

- Me importa una mierda si eres mayor de edad o no. Te hice una pregunta, Makarena -le hablé fuerte, y ella hizo un gesto de "usd tan delicado".

- Voy con mis amigos a salir un rato -me miró, vio una notificación en su teléfono y terminó-. ¿Contento?

Pero yo negué.

- No, no vas a ir así vestida. Te cambias -le dije, pero ella se enojó.

- Mira, Leoncito, tú no eres nada mío realmente, solo mi cuñado. Así que... -me miró, volteó e intentó irse-. Con permiso, ve a molestar a tu "prometida" -dijo, pero no la dejé dar ni un paso. La cargué en mi hombro, la llevé a mi habitación y la metí en la regadera.

Al verse completamente mojada, incluido su teléfono, se enojó y empezó a golpearme.

- ¡Ahh, idiota! ¡No! -gritó-. ¡No me mojes, el teléfono! -gritó. Yo solo reí, pues estaba realmente enojada.

- Idiota -golpeó mi pecho-. Idiota -seguía con sus golpes. Pero en un movimiento, levanté su rostro mojado, vi sus ojitos grises llenos de ira y la besé. Lo mejor es que ella me correspondió, intensificando el beso. La cargué a horcajadas hasta la cama.

Pero fuimos interrumpidos por mi teléfono, y lo peor es que era Lucien. Ella desapareció y no la vi el resto del día.

...Fin del flashback...

Recordar las miradas coquetas que esta hermosa mujer me daba, sus labios mordidos o algunos gestos, me tienen como un tonto enamorado dispuesto a darlo todo por ella, aunque esto signifique perder a mi hermano.

Mientras bebo otro trago, mi mente sigue divagando, cómo haré para cancelar mi compromiso con Susanne sin hacerle daño; aunque creo y es imposible.

Prácticamente estoy como un tonto enamorado de una mujer imposible; ¿no se qué haré? pues mi hermano la ama todas las noches y muchas veces he podido escuchar sus gemidos, estos me excitan de una manera increíble.

No puedo creer cómo está chiquilla, ha logrado enamorarme, aunque mi Risitos no es que sea muy inocente, pues sus miradas, roces y toques, me tienen queriendo tomarla y amarla.

Lo peor es que se que Luc está igual o más enamorado, no se qué tiene ella que hace, que dos hombres poderosos y con nuestro historial, se dobleguen ante ella, pues para mí Makarena Gallego es mi Reina.

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