Cap 148. Aceptar que moriría.

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MAKARENA

Mikael me lleva en sus piernas sobre Edelweiss, el paseo matutino estuvo genial. En realidad, no sé qué me pasa últimamente con él; no sé si es sentirme sola y abandonada o si es algo más.

Vengo feliz y alegre, al llegar Mika me ayuda a bajar, pero mi alegría se va al diablo cuando aparece ella...

Como siempre, recordándome el peso de ser "la señora", aunque no me molestó tanto. Mika confirma que nuestra mañana fue agradable.

Me pierdo en mis deberes, pasa el día y no vuelvo a verlo. Aunque estoy tranquila porque Emma salió de inmediato de la propiedad.

Estoy en mi despacho cuando Mika me sorprende...

Estoy muy contenta, Victoria me confirmó que viajará a Bruselas. Espero que yo también pueda hacerlo...

Aunque no entiendo por qué León y Yanka insisten en tenerme aquí.

Mikael me da otra buena noticia: me da permiso para salir a hacer mis prácticas, pero él saldrá de viaje...

En fin, sé que es un hombre ocupado, al igual que yo también lo soy.

Llego nuevamente al instituto y siento un pequeño mareo.

Maldición, ya tengo un gran retraso, de casi 15 días. Estoy aterrada, pero no he sido valiente. Bueno, también es porque no quería que la información se filtre, y no había podido salir de casa. Ni siquiera una misera pastilla pude conseguir.

Voy al área de obstetricia y pido una cita. De inmediato me la dan. Bueno, que valgan los millones que tengo.

Señora Hoffmann, entonces tiene un retraso de 15 días —comenta mi doctor.

Lo que usted me indica es que probablemente tenga un embarazo de cuatro semanas.

— ¡Ay por Dios! —exclamo. El doctor me hace los exámenes y quince minutos después me informa, mostrándome un gran positivo en el examen.

¿Qué hago? ¡No puede ser cierto! León es un imbécil, prohibió la pastilla y ahora estoy cargada con un hijo de Mikael.

Lo peor es que él ni siquiera es mi esposo. ¡Mierda, qué suerte la mía!

Mi doctor ve mi reacción y me informa:

Bueno, señora Hoffmann, si no desea tener el niño, hay una posibilidad de proceder con un aborto.

Yo me quedo fría, nunca lo he considerado.

Aún cumple con el tiempo requerido, solo sería hacer la petición por escrito —me indica el médico obstetra.

Yo de inmediato niego, no mataré a mi hijo, eso ni pensarlo.

No, solo es que me sorprende. No esperaba aún otro embarazo —comento. El doctor me da las vitaminas y las indicaciones de cuidados, como no beber alcohol ni consumir sustancias psicoactivas.

Vuelvo a casa y los días pasan. Ahora no sé qué hacer, recuerdo las palabras de Mikael...

«Más te vale no embarazarte, sabandija. Y no puedes salir, arréglatelas de otra manera.»

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora