Cap 66.¡Que Demonios!

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LUCIEN HOFFMANN

-¿Y qué noticias hay? ¿Qué ha notificado el infiltrado? -le pregunto a León. Este me mira, baja la cabeza y no contesta nada; solo bebe un trago y se queda callado.

-Nada en realidad. Están en las Maldivas, pero no sabemos exactamente dónde, son muchas islas -dice León con cara de frustración.

Estoy desesperado; ya han pasado muchos días, exactamente doce, y nada.

-¿Crees que le hayan hecho algo, que la hayan lastimado o forzado a... ya sabes? -le pregunto a León, melancólico y furioso.

-Conozco a Yanka, es un desalmado pero no un violador. Lo peor que le habrán hecho es encerrarla -dice León, calmado. Sé que detrás de esa fachada de hombre sereno hay una tormenta.

-Además, conoces a tu esposa, es exasperante cuando se lo propone -dice, pero culmina con sus palabras-. Solo espero que ella no haya tenido sexo con ellos, Risitos es... -hace silencio un segundo-... fuera de lo común.

-¿Cómo? -pregunto enojado-. ¿Crees que mi mujer follaría con Yanka o Sebak? -veo furioso a León y este hace un gesto con la boca, apretando sus labios.

Respira y me dice:

-Ayer papá se enteró de los hechos, no pude ocultárselo. Está furioso, hay que viajar a Bruselas; enfrentaremos a los Lombart hoy mismo.

Estas palabras nos hacen cambiar el tema, y salgo rápido a buscar una maleta y a alistar el avión privado rumbo a Bélgica.

°°°°

Cuando llegamos a la villa Lombart, nos dejan ingresar sin tanto protocolo, a pesar de saber que traemos armas hasta en los dientes.

Pero al despacho de Yanka solo ingresamos León y yo.

-¿Dónde está? -Está a salvo, Lucien. Bajo nuestra protección -me contesta Sebak, pero yo en este momento lo que quiero es ahorcarlos por meterse con mi mujer.

-¿Protección? ¿Llamas a secuestrar y forzarla a un matrimonio, protección? -contesto con mucha ira-. Si crees que voy a permitir que te quedes con ella, estás más loco de lo que pensé, Yanka.

-No necesitas permitir nada, Lucien -me contesta Yanka, y yo quiero sacar ya mi arma y darle un tiro justo en su cabeza-. Makarena ya es mía, nuestra. Lo que hicimos fue necesario.

El silencio en la sala es denso, cargado de una tensión insoportable. Mi corazón late con fuerza mientras miro a León, quien hasta ahora se había mantenido callado.

Da un paso adelante, su expresión sombría y seria, casi como si estuviera sopesando cada palabra antes de decirla.

-La mujer que tomaste no es solo una simple posesión, Yanka -su voz es dura, implacable-. Es nuestra familia, nuestro futuro. Y no vamos a permitir que tú y Sebak se salgan con la suya.

-¿Familia? ¿Futuro? -Sebak repite, burlándose-. La única familia que mi Maka formará será con nosotros...

Las palabras de Sebak prenden fuego en mi interior. El instinto me impulsa a lanzarme hacia él, pero León toma mi hombro, deteniéndome.

La tensión es palpable, y parece que la violencia podría estallar en cualquier momento.

-No subestimes lo que somos capaces de hacer, Sebak. Makarena es también mi esposa, y ella me pertenece. "Devuélvanla". -gruño, con la voz temblando de ira contenida-. Si crees que puedes mantenerla lejos de mí, te estás engañando. Iré hasta el infierno si es necesario para recuperarla.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora