Cap 167. Fui yo.

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LUCIEN HOFFMANN


Despierto e intento moverme, pero un peso en mi pecho me lo impide. Sonrío al escuchar su respiración; es mi hermosa, aún duerme.

Con mis manos acaricio su espalda. Anoche la amé nuevamente, como lo he hecho estos diez días que llevamos aquí en Remich.

Hemos pasado por las diferentes casas vinícolas y degustado sus vinos, como el vino blanco Riesling. También hemos dado paseos por la ribera del río Mosela.

Buenos días, mi vida. —Ella despierta, miro su pecho y ella se lo toca.
Está chorriando leche.

Hola, Luci. Buenos días. ¿Hoy sí volveremos? —Pero niego.

No, mi amor, todavía no. Hoy quiero pasear contigo. —le digo, y aunque se ha mostrado más abierta a mis deseos, arruga su rostro.

Pero, Luci, mira mi pecho, necesito una bomba para ordenarme, está que revienta. —dice.

Mientras preparo el desayuno, ella se asea y se ordena. Pobre de mi campeón, extrañará a su madre, pero no puedo dejar pasar esta oportunidad, o la perderé para siempre.

Después de desayunar, la invité a pasar la tarde en un paseo por el río Mosela en un barco. Es hermoso, y el restaurante que hay es inigualable, un sitio muy romántico y privado.

El recorrido nos lleva por gran parte de Remich y otros pueblos.

Cuando volvemos, la amo como lo he hecho todos estos días, de manera ardiente y pasional.

Los días pasan y, en dos días, nuestro pequeño campeón cumplirá su primer mes. Planeo volver, pero antes debo hacer algo más.

Ya volveremos, Luci. —pregunta emocionada, pero niego.

No, mi vida, aún no. —La llevo de vuelta a la ciudad de Luxemburgo. Tengo una cita con un laboratorio para una prueba de embarazo, aunque ella no lo sabe.

Nos quedaremos en nuestro antiguo apartamento y luego volveremos, ¿te parece? —Ella asiente—. No tengo opción.

El camino no es largo, solo alrededor de una hora en coche. Michelle sigue estando cerca de ella.

Pero ella voltea a verme cuando el coche frena en el laboratorio clínico.

Luci, ¿qué hacemos aquí? —pregunta.

Yo sonrío y solo le digo:

Comprobar que ya cargas a mi hijo dentro. —Ella niega.

No, sé que no lo estoy, Luci, pierdes tu tiempo. —me dice, pero sonrío.

Bueno, mi vida, eso lo dirán los exámenes. —La guío al laboratorio y, de inmediato, le sacan un poco de sangre.

Nos piden esperar alrededor de 15 minutos, y eso hacemos.

Señor y señora Hoffmann, pueden pasar. —nos indica la secretaria, y noto que está nerviosa.

Cuando ingresamos, un doctor nos recibe.

Buenas tardes, señores Hoffmann. Los hice pasar para leerles los exámenes médicos de la señora Hoffmann. —nos dice el doctor.

Guarda silencio, y le tomo la mano a mi hermosa. Esto será duro para ella, aunque estoy muy seguro de que es un positivo rotundo.

Felicidades, su examen salió positivo para embarazo. —nos dice el doctor, y yo celebro.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora