Cap 143. El plan de León..

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LEON HOFFMANN

Está maldita guerra contra la organización eslovaca y checa nos está consumiendo.

Los malditos se atrevieron a contactar a Mikael, le ofrecieron su organización a cambio de entregarla a ella. Saben que es nuestro punto débil.

Gracias al cielo, nuestros padres son sabios y lograron enviarla a tiempo.

Mikael no aceptó, aunque ahora escogió el bando.

No sé qué está pasando con ellos. Según me dice mi hombre, es difícil; pelean más de lo que conviven, aunque Michelle se ha dado cuenta de algunos encuentros.

Por ejemplo, ayer ella estaba  en el campo, y no  volvió anoche Mikael fue a buscarla, según Michelle, amanecieron juntos en la vieja cabaña de Mika.

Me da ira y rabia tener que dejársela a él. Yo podría cuidarla desde aquí, teniéndola en mi cama, pero Filipe tiene razón, hay que consolidar la organización y, como no hay mujeres, le tocó a ella.

La mañana se pone tensa con un nuevo ataque. Yanka y Senne se han puesto creativos, pero esta mañana fuimos atacados y Mikael salió de inmediato.

Nos reuniremos en Luxemburgo junto con Lucien, quien lidera los ataques.

Pero me sorprende su llamada, aunque anoche le hice varias.

Hola, mi amor, mi Leoncito, ¿qué está pasando? ¿Todos están bien? —pregunta algo desesperada.

Sí, mi Risitos, todo bien. Los desesperados fuimos nosotros. ¿Por qué no contestaste ayer en todo el día?

Lo siento, mi amor, aquí las cosas han estado difíciles y Mikael es insoportable. Me ha vuelto a encerrar y no me dejó salir de la hacienda.

Pero no estoy de humor para sus quejas, aquí esto está hecho una mierda.

Él lo hace por tu seguridad.

Pero, León, yo quiero salir, vivir...

—¿Es así como piensan tenerme ahora? Encerrada y ordenándome cosas, no puedo salir ni siquiera a comprarme una mísera pastilla.

Está enojada y tiene razón, la tenemos encerrada esperando atrapar un pez.

—¡Ahh, por Dios, la pastilla! — dice y cuelga, caigo en cuenta.

¿Pastilla? Será que follaron... Igualmente no presto atención y dejo pasar el tiempo.

Lucien está preguntando mucho por ella. Él no está enterado del plan de nuestros padres, pero ya perdió su derecho; ahora que sufra.

Llega cansado al apartamento y me tiro en un mueble.

—¿Qué ha pasado? —pregunta.

Lo mismo, los malditos la están buscando. Gracias al cielo no saben que existe mi Osita —le respondo.

Lucien sonríe.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora