SENNE LOMBART
Entro en mi habitación sonriendo. Acabo de pasar una tarde increíble con mi Diosa.
Lo acepto, esta mujer me trae loco; por ella parezco un estúpido enamorado a su lado, aunque no quiero demostrárselo.
Me dejo caer en mi cama y me duermo...
Han pasado dos días y estoy ardiendo en deseo por ella. Sé que no me es indiferente, lo siento en cómo me mira y en que no me ha retado cuando la beso.
Pero hoy... hoy la tendré en mi cama gimiendo...
Voy por ella, que está en su estudio.
- Hola, princesita.
- ¿Qué quieres, cucaracha? Estoy ocupada -me dice, grosera.Makarena en su esplendor. Sonrío; me encanta que me insulte, eso me excita aún más.
- A ti, en mi cama. - Voy por ella y la cargo sobre mi hombro.
- Espera, espera, cucaracha, tengo... ¡Auch! - Le doy una nalgada.
- Calladita, princesita, o se darán cuenta mis hermanos... o los Hoffmann.
- ¡¿Qué?! No gritaré -me amenaza.
- Si quieres que este culito quede rojo, hazlo. - ¡Ahh, auch! - Otra nalgada.
La cargo rápidamente y entro en mi habitación.
- Eres un idiota, cucaracha -me dice.- Ok, soy idiota, pero te follaré. - Voy por sus labios y sonrío al sentir cómo me corresponde.
Con mis manos acaricio su cuerpo y le quito el lindo vestido de un solo tirón. Ella me ayuda a desabrochar mi camisa y besa mi pecho.
Hoy está muy cariñosa, me encanta.
- Me encantan tus besos, princesita. - Ella me mira y sonríe.
- ¿No dirás nada? -me indigno.
- ¿Qué quieres que diga, cucaracha? - Me mira con la cara medio excitada.- Me chantajeas... - dice, y yo suelto una carcajada.
- ¿Así? - Río. - Princesa, se te nota lo sufrida. - Sacrificada -completa, asintiendo mientras besa mi pecho y busca el broche de mi pantalón.
- Abnegada -sigue diciendo, y yo solo sonrío. - Resignada -ya no puedo más y levanto una ceja.Jajaja, estalla en risas.
- Está bien, Cucarachón, me encantan tus besos, tu cuerpo. Eres delicioso -me dice, y ahí sí despierta toda mi lujuria...
Mi hermosa princesa me practica el mejor oral de mi vida.
- Oh, sí, así, princesita, eres única -le digo, llegando a mi orgasmo.
No tardo mucho en recuperar el aliento y ahora ella me monta como lo que es: mi hermosa diosa Venus. Su cuerpo se mueve sobre el mío con una gracia que solo ella puede tener, su cabello cae sobre sus hombros y la forma en que sus caderas se deslizan me vuelve loco.
Cada vez que baja, un gemido escapa de sus labios, y yo no puedo hacer más que sostenerla por la cintura, guiándola a mi ritmo. Ella me mira fijamente, desafiando, pero al mismo tiempo disfrutando tanto como yo.
Me inclino hacia adelante, besando su cuello, su pecho, cada parte de su piel caliente y suave que puedo alcanzar.
- Eres mía, princesita... solo mía -le susurro, clavando mis manos en sus caderas mientras aumenta el ritmo.
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SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».
RomanceSoy Makarena Gallego; fui la causante de la depresión de mi madre, ella fue devil y no lucho por su vida; al sentirse sola y abandonada por el hombre que amaba, se llenó de tristeza y prácticamente se dejó morir... Me crío mi abuelo; y aprendí a ser...