SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».

Cap 74. Todas las explicaciones.

LEÓN HOFFMANN

Luego de salir del despacho, organizamos la traída de nuestras pertenencias a Bruselas. Manejaré la organización desde aquí, al igual que Luc. No he podido hablar con ella.

Pero me sorprende cuando nuestros hombres nos informan.

—Señor Lucien, su esposa, la señora Makarena, tomó una MRW de alto cilindraje y salió por la ciudad. —Lucien asiente. — Ok, ella es libre, puede pasear lo que desee.

—Señor, se le perdió a los guardias, maneja veloz —dice, y de inmediato empiezo a marcarle.

—¿Quién más lo sabe? —pregunto.

—El señor Yanka se llevó su moto, la que más aprecia.

Sonrío un poco. Yanka conocerá a la verdadera Makarena: la rebelde e inigualable.

Niego con la cabeza. Yanka ama su motocicleta, pero quiso tener a mi Risitos; ahora que sufra.

No me responde, pero noto que ella le contesta a Luc.

Aún está dolida conmigo, prácticamente me ha ignorado, pero no soporto cómo Luc la trata como su niña, a la que hay que castigar por atrevida.

Lucien puede ser más agresivo e insaciable, pero yo soy más temperamental, duro y posesivo.

Le quito de un solo tirón el teléfono a Luc… este solo me ve, pero cuando ella empieza a gritar, lo pongo en altavoz.

—Mi vida, ¿por…?

—¿Por qué diablos no contestas mis llamadas, Makarena? Te le perdiste a tu seguridad, ¿dónde diablos estás? —le grito, enojado.

—No me grites, idiota. Creí que ya estaba en libertad, ¿o ahora ustedes me encerrarán? —nos dice, enojada.

—No es eso, mi vida.

—Cuando llegue, hablamos. Adiós. —Nos cuelga, enojada. ¡Qué tal esta descarada! Ahora la enojada es ella.

Le pido a Michelle que, cuando llegue, nos informe. Él es su guardia principal, nuestro hombre de confianza.

Decido seguir trabajando. Para mudarnos a Bruselas, tenemos mucho que acomodar, pero todo el maldito esfuerzo vale la pena. Makarena lo vale.

°°°°

Ha pasado algún tiempo, y en mi teléfono me escribe Michelle.

—Señor, la señora Makarena acaba de entrar a la villa. —Gracias, Michelle. ¿Todo bien?

—Sí, señor, solo paseo por ahí. Sin novedad —me dice.

Luego de veinte minutos, noto que Luc sale en su búsqueda, y yo lo sigo. Tenemos una conversación pendiente.

Luc entra a la habitación y no está. La buscamos por la casa, hasta que escucho unos gritos y corro. Luc viene conmigo.

—¡…bastardo! — ¡Que! Makarena grita… Pero no estoy seguro de lo que dijo.

—¡¿Cómo te atreviste?! ¡Te mataré, Senne Lombart! —¿Qué? ¿Senne? Trato de llegar más rápido; los gritos son en el gimnasio.

—¡Eres un… un… maldito mentiroso! ¡Me engañaste, Senne, maldito cerdo! Creí que eras Sebak, y no lo aclaraste —logro escuchar todo.

Pero en realidad no sé a qué se refieren exactamente. Lucien no espera y entra de inmediato, al mismo tiempo que Sebak también lo hace. Creo que él también escuchó los gritos.