Cap 20. Legado.

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SEBAK.

El vuelo a Bruselas es insufrible, más de diez horas en el aire. Llegamos y, como era de esperarse en nuestro avión privado, hay una línea de seguridad, una camioneta blindada y el protocolo habitual para cualquier miembro importante de esta zona.

-¿Ya eres líder? -le pregunto a Yank, pues prácticamente lo tratan como tal.

-No oficialmente, a eso vinimos -dice y calla. Definitivamente, Yanka Lombart es un líder nato: frío, calculador, intimidante, con un conjunto de características tanto negativas como positivas para ser el máximo líder de la mafia en Bélgica.

-Mañana en la noche habrá una fiesta en el castillo Palais Royal -dice.

-Ok, ¿y papá? -pregunto. Yanka me contesta de manera horrible.

-Ya deja de preguntar tanta mierda. Papá está hablando con sus socios, los Hoffmann, y otros miembros importantes aquí en Europa -dice Yanka.

-¿Y tú por qué no estás ahí? -prácticamente Yank quiere matarme con la mirada.

-Eres un imbécil, estaba trayendo a su hijo. Serás el segundo. -No lo creo, Yank, para eso está Senne -digo enojado, pero Yanka me contesta aún peor.

-Está en la clínica -me dice. Suelto una carcajada.

-Creo que se confundió, el que estudia algo referente a la medicina soy yo -digo, tratando de ser chistoso, pero cuando Yank termina el comentario, mi risita se va al carajo.

-Está en coma, recibió unos balazos, prácticamente está vivo de milagro -de inmediato hago cambiar la dirección del automóvil y voy en busca de Senne.

Estoy aún en la clínica. El teléfono suena por quinta vez y lo apago. Es ella, pero ahora no tengo cabeza para lidiar con una niñita berrinchuda y mimada. Senne está muriendo.

Mientras espero en la clínica, mi mente está en constante tormento. El teléfono vuelve a sonar, pero lo apago de nuevo.

Sé que es Maka. No puedo lidiar con ella ahora, no mientras Senne está en una cama de hospital, luchando por su vida.

La verdad es que he estado evadiéndola a propósito. No es que no me importe, la amo; pero mi mundo está desmoronándose y no puedo contarle a ella quién soy, a qué se dedica mi familia y el mundo oscuro en el que vivimos.
La perdería para siempre.

Senne y yo somos gemelos, y siempre hemos tenido una conexión especial, aunque no es como si fuéramos los hermanos más apegados, pues más bien siempre discutimos.

De hecho, mi pelea con él fue el detonante para irme al otro lado del mundo, a América.

Desde niños, compartimos todo: sueños, miedos y responsabilidades. Pero cuando llegó nuestra adolescencia, algo se quebró. Aún así, sigue siendo mi hermano al que amo, aunque no lo demuestre. Verlo en esa cama, conectado a máquinas, es como si una parte de mí estuviera muriendo también. No puedo soportar la idea de perderlo.

Papá está ocupándose de los negocios y de mantener su posición en la mafia, pero yo no quiero esta vida. Odio todo lo que implica ser el segundo líder: la violencia, la constante vigilancia, el miedo de que cualquier día podría ser el último.

Sé que es nuestro legado, pero desearía que pudiéramos escapar de todo esto.

La puerta de la habitación de Senne se abre y el médico entra con una expresión grave. Mi corazón se acelera. Cada palabra suya es una mezcla de esperanza y desesperación. Senne está estable por ahora, pero las próximas horas son cruciales. El peso de la responsabilidad cae sobre mí como una losa. Papá espera que tome el relevo, que sea el segundo líder mientras Senne se recupera, o quizás para siempre, ya que soy el mayor y es mi responsabilidad.

Pero no puedo evitar sentir odio por esta vida que nos obliga a tomar decisiones tan oscuras. Odio la manera en que nos consume y destruye todo lo que tocamos.

Finalmente, decido que tengo que enfrentar a Maka. No es justo para ella, ni para mí, seguir evitándola.

Salgo de la clínica y contesto su llamada.

-Hola, mi amor, perdón por no contestarte antes y también por irme así-le digo.

-No te despediste -me reprocha.

-Lo siento, Maka, no fui capaz -le contesto y noto cómo ella me pide hacer una videollamada, la cual rechazo.

No puedo dejar que ella me vea así, y menos aquí con Senne, muriendo.

-¿Por qué no aceptas? -reprocha. Solo se me ocurre decirle:

-Es horario laboral aquí; allá es de madrugada. -Ella cree que soy un simple empleado. Que lo siga creyendo.

°°°°

Camino con mi trago elegante y saludo a uno que otro conocido. Es la fiesta en el castillo Palais Royal, y también la presentación como líder de Yanka.

Mi padre no es que se retire, pero ya con la palabra de Yanka bastará. Estoy más tranquilo; Senne presentó mejorías aunque aún sigue en coma.

Saludo a grandes personajes y líderes. Hay una gran cantidad de mujeres hermosas, ¿por qué negarlo? Pero ninguna es ella.

Camino y a mitad de camino la encuentro. Me ve, sonríe de inmediato y se tira a mis brazos, a mis labios.

-Sebak, volviste -grita emocionada y se cuelga de mí intentando darme un beso.

-Como me ves, Charly. Ya estoy aquí -le sonrío coqueto. Me encanta de Charlotte que siempre nos ha reconocido a él y a mí.

Ella siempre ha estado enamorada de mí, y no de Senne. En cambio, él de ella sí. Pero ella nunca quiso intentarlo con Senne y esto ayudó mucho a romper nuestro vínculo.

Senne me rogó que la dejara y le permitiera enamorarla, y en realidad nunca hice nada. Pero aunque él sí luchó por conquistarla, nunca lo logró.

Esta mujer está locamente enamorada de mí y todavía me espera. Casandra es bella y hermosa, tiene 20 años y su cuerpo es lindísimo, voluptuoso.

Su cabello es castaño claro y sus ojos son azules intensos.

Luego de saludarla, Yanka es presentado y yo desde luego. Hay muchas personas, muy influyentes: políticos, empresarios y uno que otro gánster.

Saludo a los hermanos Hoffmann, líderes de Luxemburgo. También hay otros líderes.

Han pasado las semanas y aún no tengo la gallardía de enfrentar a Maka. Nunca había visto o más bien sentido a Makarena Gallego tan vulnerable.

Me hace infinidad de llamadas y yo en realidad la evito, solo le contesto unos pocos segundos o minutos.

Soy indiferente, pues tengo que evadirla. Me he puesto nervioso cada vez que ella pregunta más, como por ejemplo sobre el hospital, cuánto gano, el nombre de mi jefe y también sobre la sarta de mentiras que le inventé.

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SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora