Cap 142. Es un Maldito Narcisista.

69 10 1
                                    

MAKARENA


Despierto, estoy abrazada fuerte, me muevo lento y abro los ojos. Los recuerdos de ayer llegan a mi mente.

Hmm, quieta, deja dormir. —me dice entre dormido.

¡Guau! Él lo tiene claro.
¿O será que piensa que soy la perfecta? No, no lo creo. Ella nunca se queda y, si lo hace, lo hace en otra habitación. Me hice amiga de las mucamas y charlamos sobre eso. Solo follan, creo, en la habitación sexual.

Y en realidad, muy poco. Intento levantarme, debo ir a casa.

—¿A dónde vas? ¿Piensas abandonarme, Cenicienta?Quiero ir a la hacienda, ellos estarán preocupados —digo.

Mmm, ya veo. Muy responsable. —murmura. Se levanta aún desnudo.

Hay comida en la cesta, báñate. —Por primera vez le hago caso y me meto a la ducha a bañarme. Él va a la cocina a no sé qué, pero me sorprendo al sentir sus manos nuevamente sobre mi cuerpo desnudo, acariciándome.

No he podido saciarme de ti, pequeña, ¿qué me haces? —Besa mi espalda y puedo sentir su espada dura y firme en mis nalgas. Me arrincona y pongo mis manos fuertes en la pared.

Con su pierna abre más las mías, con una mano toma fuerte mi cuello y lo aprieta mientras me besa el cuello, y con la otra guía su miembro dentro de mí.

Sus embestidas son fuertes y profundas, rudas diría yo. No tardo en gemir, y él en rugir...

¡Guau! Mikael es rudo y apasionado. Tengo mi primer orgasmo, y ahora me carga a una encimera y vuelve a embestirme de frente.

Esta vez es más intenso y logramos correr ambos al mismo tiempo. Jadeo mientras lo veo.

Pero me sorprende cuando sus hombres tocan la puerta.

Toc, Toc, Toc.

Cámbiate, y espera. —Me dice. Él sale y habla con ellos.

Cinco minutos después ya me he bañado y me pongo la ropa mojada y embarrada de anoche. Él viene, se viste y me dice:

Apúrate, hay que irnos. Surgió algo y debo salir urgente —me dice y yo prácticamente corro.

Cuando llegamos a casa, no me despido, ni él. Subo a mi estudio y los llamo, estoy desesperada y asustada.

León me contesta.

Hola, mi amor, mi Leoncito, ¿qué está pasando? ¿Todos están bien? —pregunto desesperada.

Sí, mi Risitos, todo bien. Los desesperados fuimos nosotros. ¿Por qué no contestaste ayer en todo el día? —me reclama.

Bajo la cabeza.

Lo siento, mi amor, aquí las cosas han estado difíciles y Mikael es insoportable. Me ha vuelto a encerrar y no me dejó salir de la hacienda.

Él lo hace por tu seguridad —me dice León, serio.

Pero, León, yo quiero salir, vivir...

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora