Cap 164. Tu también lo deseas.

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LUCIEN HOFFMANN

Señor, ya quedó todo listo. Michelle está enterado y cooperará por los viejos tiempos.—me indica Mark, mi hombre de confianza.

Gracias, Mark. ¿Y Julien y Dixon? ¿Qué harán con ellos?

Michelle los mantendrá neutralizados. Se instaló en su automóvil un dispositivo automático que lo apagará. Michelle seguirá su camino y ellos no se darán cuenta del cambio de planes. —me informa, y sonrío.

Ok, quiero todo perfecto.

Así será, Lucien. Cuentas conmigo. —me indica Mark, quien no solo es mi guardia de seguridad, sino también mi gran amigo.

Ya está todo cuadrado, pero siento pesar por mis chiquitos, mi campeón y mi princesa. Sin embargo, debo hacerlo.

Sé que es cuestión de días para que ella perdone a Mikael y firmen el acuerdo, y yo quedaré fuera. No permitiré que eso pase.
Makarena fue mía y lo seguirá siendo, aunque tenga que tomarla por las malas.

Todo está listo. Hoy la acompañaré a su supuesta cita, pero aprovecharé el momento.

Senne se queda trabajando, León cuidará a mi princesa, y Mikael a mi campeón. Yanka y Sebak salieron del país, “es perfecto”.

Ella viene, ya casi está recuperada. Su cuerpo ha vuelto a la forma de reloj de arena y sus pechos son más grandes. Lleva puesto un pantalón y un buzo beige. Se ve hermosa, como una rosa.

Su carita se ilumina cuando entra en mi Lamborghini blanco. Michelle me ayuda a subir, aunque lo hago caminando.

Vaya, Lucien, estás muy bien. Prácticamente ya caminas. —me dice ella, muy contenta.

Exactamente, mi vida, te sorprenderás de mis avances. —le contesto.

—¿La cita es con tu ginecóloga?

Sí, quiero empezar a planificar, estoy a punto. —me indica, pero en mis planes no está exactamente eso.

Ella nota el camino que está tomando Michelle.

Michelle, te perdiste. Este camino no es para llegar a la clínica de la doctora...

Lo siento, señora Hoffmann. El señor Lucien nos pidió que los lleváramos a otra dirección.

Ella se espanta e intenta hacer una llamada.

—¿Qué?—

—A un lugar tranquilo, mi vida, donde podamos estar los dos solos y amarnos.

—¡¿Qué?! ¡Lucien, te enloqueciste! —ella se enoja.

No, mi amor, solo quiero también mi oportunidad. No me quedaré sin ti. —le digo, pero ella niega, enceguecida, deseando volver.

Estás loco, Lucien. Llamaré a Yanka y a León...

Lo siento, mi vida, esto tendrás que ganarlo. —le quito su teléfono.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora