LUCIEN HOFFMANN
El enfrentamiento se prolonga, mis hombres están ganando, ya he acabado con prácticamente toda la organización eslovaca.
El nuevo líder ha convocado a los líderes. Hemos decidido asistir a una reunión; espero que no sea una trampa.
Solo iremos Yanka y yo. Mikael se ha aliado con nosotros. Aunque, sinceramente, no entiendo qué tiene que ver mi pantera en todo esto.
Escuché un fragmento de una conversación entre mi padre, Filipe, León y Yanka.
Sé que la mencionaron, que ella no quería, pero dijeron que sería liberada, al igual que mi Nena hermosa. Todavía no comprendo qué tiene que ver Mikael.
De cualquier modo, la organización no espera, y yo he sido su defensa.
No puedo distraerme en reuniones cuando afuera están planeando atacarnos.
La reunión será en un club nocturno en territorio neutral, Alemania, en una ciudad llamada Núremberg.
Llegamos al lugar y, efectivamente, el líder eslovaco está allí. Nos sentamos a conversar y me sorprende cuando nos ofrece a su hija en matrimonio, pero de inmediato Yanka muestra su anillo. Este hombre se está rebelando contra los checos.
El líder se dirige a mí, pero enseguida niego.
—No es posible su oferta, estamos casados. —Yanka me mira con los ojos muy abiertos.
Me hago el desentendido y la conversación continúa.
Firmamos un acuerdo de paz y de consolidación de territorios, pero justo cuando terminamos, somos atacados por los checos.
El líder eslovaco resulta herido en el pecho. Yanka logra salir ileso, pero yo soy herido en varias partes de mi cuerpo: las piernas, las caderas y la espalda.
Mis fuerzas se desvanecen, pero siento a Yanka cargarme.
No logro identificar qué sucede antes de que la inconsciencia me venza y caiga dormido.
°°°°
Escucho los pitidos del monitor, me molestan e intento abrir los ojos.
Me sorprendo cuando veo a Sebak cuidándome.
—Vaya, bienvenido, hermano —me dice Sebak, y yo no puedo ni hablar.
Como puedo, y después de que me den agua, logro decir algunas palabras.
—¿Qué ha pasado? —pregunto. Sebak sonríe.
—Tiempo, hermano, tiempo. Ocho días exactamente. Sometimos a los checos. Yanka, Mikael y León están en eso. Senne y yo te cuidamos la espalda. —responde Sebak. Intento moverme, pero algo me sorprende.
Me altero...
—Sebak... Sebak... llama al doctor, no despiertan mis piernas. —prácticamente grito e intento levantarme, pero no puedo. Sebak me sostiene. Entra rápidamente Senne y ambos me sujetan.
—¿Qué pasa? ¿Qué mierda me está pasando? —grito.
El escándalo es fuerte, estoy llorando, veo a los gemelos y ellos niegan...
ESTÁS LEYENDO
SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».
RomanceSoy Makarena Gallego; fui la causante de la depresión de mi madre, ella fue devil y no lucho por su vida; al sentirse sola y abandonada por el hombre que amaba, se llenó de tristeza y prácticamente se dejó morir... Me crío mi abuelo; y aprendí a ser...
