Cap 92. Tsunami.

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LUCIEN HOFFMANN


Qué vergüenza. Nuestro socio comercial ha tenido que presenciar en menos de 24 horas dos espectáculos de Makarena.

Sé que la he consentido demasiado, aunque debo entender que aún es una chiquilla.

Apenas cumplirá 19 años en unos meses y es una mimada, consentida y caprichosa. Lo ha tenido todo y está dispuesta a siempre conseguirlo. Sé que ese es el precio por estar con ella, y lo vale.

Pero, maldición, dos espectáculos... aunque es culpa de León. Últimamente no sé qué le pasa, anda de un genio de los mil demonios, y siempre se desquita con ella.

Bueno, no es como si ella fuera una inocente víctima. Ayer, al irse de la gala sin avisar, nos preocupó a todos.

O hoy, bailando prácticamente desnuda con ese mini traje de baño delante de los socios... Aún recuerdo las miradas de Mika y los otros señores. Makarena es insolente e irresponsable.

Pero me dolió hasta el alma no ayudarla a levantarse cuando vi su raspón ensangrentado. En realidad, quería golpear a León por maltratarla.

Ella se merece un castigo, pero ahora los castigados somos nosotros. Julien y Michelle nos avisaron que prendió la motocicleta y se les escapó.

Llevamos más de una hora buscándola. Por seguridad, tenemos desactivado el GPS de los autos, y esa motocicleta está incluida.

Hay que ponerle un GPS a Makarena, esto no puede seguir así —dice León en la oficina.

Vaya, por fin dices algo productivo, León. Pensé que solo servías para lastimar a mi Maka —contesta Sebak, dolido por cómo ella se golpeó.

Yanka ha estado callado, pero su cara está seria.

Sebak tiene razón, León. Te arreglas con ella pronto y dejas de lastimarla o maltratarla —añade Yanka, enojado.

Me partió el alma verla pedir ayuda, lastimada en el suelo, y ninguno ayudarla. Somos unos idiotas. Ninguno la defendió —dice Yanka, con razón.

Lo siento, tienen razón. Yo la he estado tratando mal, tal vez exageré y por eso pasó esto. Pero no podemos todos los cuatro atacarla al mismo tiempo —admite León.

Espero que le pidas disculpas a ella, no a nosotros, idiota —le contesto.

Es buena idea. Siempre uno de nosotros debe estar con ella, no importa lo que haga, para que no pase precisamente esto. Makarena no es fácil, ya la conocen —digo, y continuamos buscándola por toda la ciudad.

Yanka contesta una llamada.

Dime, estoy ocupado —dice Yanka.

Está desaparecida, no la encontramos por ningún lado. ¿Sabes algo? —pregunta Yanka.

Vamos de inmediato para allá —cuelga y nos cuenta rápido.

Senne la encontró en un bar. Me había escrito hace rato avisándome, pero no leí sus mensajes —dice Yanka mientras vamos en su búsqueda.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora