SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».

Cap 77. Bebesote.

MAKARENA

Despierto asustada al sentir caricias y besos en mi espalda. Cuando llegué al orgasmo, me quedé dormida.

—Haaa. —Tranquila, princesita, soy yo. Solo te adoraba, preciosa—, me dice la cucaracha que tengo a mi lado.

—Debo irme, ¿qué hora es?— pregunto, levantándome de su cama.

—Solo han pasado dos horas, princesita. —Ah, no puede ser, es tan tarde... Luci me espera—, respondo rápidamente mientras me visto de nuevo.

—¿Te irás así? ¿Por qué no dormimos juntos? Te daré besitos, princesita, sé que te gustan—, me dice la cucaracha. Y tiene razón, me encantan los mimos, pero Luci va a matarme.

Niego con la cabeza y, tan rápido como me visto, salgo de la habitación. Cuando llego a mi puerta, la habitación que comparto con Luci, respiro hondo, me calmo y entro.

Pero, gracias al cielo, no está.

Corro al baño y me meto en la tina, me relajo y me baño. Veinte minutos después, Lucien entra en la habitación.

—Mi vida, te hacía dormida. Tengo mucho trabajo, hermosa, perdón por no acompañarte.

Me dice Luc de manera dulce, quitándose la ropa y metiéndose en la tina conmigo.

—Estaba en mi estudio, adelantándome, perdí muchos días, amor—, miento.

Luci toma una esponja y me llama.

—Ven, mi pantera hermosa—, me dice, y hace señas para que me suba encima de él, a horcajadas.

—Estoy cansado, pero quiero amarte—, me dice, y me besa de manera tierna.

Le devuelvo el beso. Él acaricia mi piel y, de un momento a otro, se levanta conmigo, me lleva a un mueble que hay en la habitación, se sienta nuevamente conmigo, y me dice:

—Montame, mi pantera, soy tuyo y quiero que me ames.

Gracias al cielo mi resistencia es buena; hacer deporte me ha preparado para esto.

Siento su miembro ya duro y fuerte, e inmediatamente me dejo caer sobre él. El gemido es increíble y exquisito.

Mi carne se abre a su tamaño, y sus gruñidos son exquisitos, enloquecedores y pasionales.

Empiezo mis movimientos, suaves, y poco a poco los incremento, haciéndolos más rápidos y fuertes.

Luci gruñe en su esplendor, y yo gimo de manera única... Intensifico mis movimientos a medida que siento nuestros cuerpos tensarse y acalorarse, hasta que llegamos al clímax.

—Mmmm... Te amo, mi vida—, me dice Luci.

—Yo a ti, mi amor.

°°°°

Salgo en el lindo BMW propiedad de mi esposito, quien por suerte aún no ha vuelto. Conseguí otro centro deportivo donde puedo seguir practicando baloncesto.

Con respecto a la universidad, el decano de Luxemburgo me ayudó con las clases en línea mientras vuelvo a la ciudad. Esto es genial porque no me atrasaré en el semestre.

He evadido a Sebak e incluso a León, gracias a que el idiota de Yanka dispuso un lindo estudio para mí, donde puedo pasar el día con mis labores, ya que estoy muy atrasada por el “secuestro”.

Aunque, aunque en realidad sé que están muy ocupados, con sus negocios o algo así.

El entrenamiento es duro, pero cuando salgo del gimnasio, me sorprende ver a León Hoffmann esperándome.