Cap 157. El encuentro.

86 19 2
                                    

MAKARENA


Chipre es un hermoso paraíso del Mediterráneo, los paseos por la playa y los juegos han sido lo más divertido.

En tres días será la ecografía, pues ya tenemos varios días aquí. Mis chicos y yo nos hemos amado como nunca, y lo mejor es que nos hemos tomado las vacaciones en serio.

No han trabajado ni un instante. Hoy es diez de noviembre, y también la boda de Mikael.

Hace algunas semanas se encargó de hacer llegar la invitación: "Señores Hoffmann Lombart y esposa".

Ese día me sentí como la mierda, pero me dediqué a Lucien y su recuperación. No soy fisiatra ni nada, pero hemos hablado mucho, y le he dado consejos y charlas motivacionales como psicóloga.

No le he permitido pasar al plano sentimental, aunque él me lo insinúa y me toca o acaricia.

Estamos en la cocina haciendo postres. León bate una crema Chantilly y Sebak pica la fruta. Lucien también ayuda con la preparación. Yo estoy limpiando la refractaria y dejando todo listo, pero justo después de hacer el postre, sobra crema y decido embarrarles a los tres en la cara. El primero es Lucien, luego Sebak y León...

Ellos intentan atraparme y salgo corriendo hacia la sala, pero para mi sorpresa, Yanka me atrapa. Río por la sorpresa, pero mi sonrisa se borra cuando lo veo.

Está junto a Yanka y charlaban.

Pensé que estábamos de vacaciones y no trabajaban —le digo a Yanka. Ellos me prometieron no hacerlo.

León y Sebak vienen tras de mí y todos nos reunimos, pero me sorprende su respuesta.

No vine aquí por trabajo, Pequeña. Vine por ti, por mi hijo. —Volteo a verlo de inmediato.

No sé cómo reaccionar... No sé qué hacer. Esto no lo tenía previsto.

León viene y toma mi mano, la aprieta fuerte. Respiro, y cuando Mikael intenta dar un paso hacia mí, yo doy otro hacia atrás.

—¿Por mí? —pregunto. Niego.

Tomo aire y logro estabilizarme para contestarle.

Creo que me quedó clarísimo la última vez que hablamos en qué concepto me tienes, Mikael. No era necesaria tu visita. —Le contesto e intento salir.

Pero para mi sorpresa, él me toma del brazo y me dice:

Espera, Pequeña. Tenemos una o varias conversaciones pendientes y no puedes evadirlas. La primera es ese pequeño que llevas dentro. —Me habla fuerte.

Exactamente, Mikael. Y no solo con Makarena, creo que también con nosotros. —le dice Yanka, y prácticamente los tres, a excepción de Senne que está arriba con mi chiquita, se cruzan de brazos.

De la cocina sale Lucien limpiándose con un paño en su silla de ruedas, y Mikael voltea a saludarlo, creo.

—¡Guau, hermano! ¿Qué haces aquí? ¿Y la boda? —le pregunta Lucien, y este contesta:

Se canceló, era un error y vine por mi... —Voltea a verme a mí. Ahí, Dios, esto es una mierda.

Lo peor es cuando Mikael comienza a narrar, de la nada, nuestra historia...

Hace algunos meses llegó a mi casa una pequeña... una Pequeña Sabandija que, aunque Sé que no había aceptado, su misión era enamorarme.— hay no...
Esto es horrible, intento irme pero Mikael sigue teniendome.

Me aproveché de eso y, poco a poco, la atrapé y envolví en mi red de deseos. La deseaba, pero desde que la probé no pude olvidarla...

Me atrapó de inmediato y prácticamente empecé una relación con ella, aunque sabía que era ajena, aunque sabía que había sido enviada a manipularme, a conquistarme.

Pero un día desperté y me di cuenta de que sus dueños la reclamarían, que ella no era mía, y me molesté porque la Pequeña Sabandija no aceptó mis peticiones, como ser mía, mi sumisa.— Ja que pensaba que aceptaría y me humillarla más. 

Emma me metio  ideas, y me sentí burlado y manipulado, y aunque fui yo quien forzó todo, le eché la culpa a ella. —Mikael me mira... Estoy callada, viéndolo fijamente y muriéndome de la vergüenza. Hasta Lucien está escuchando.

—La traté horrible y la herí como a nadie. Sé que la lastimé. Lo que no sabía era que en su vientre estaba sembrado mi hijo, y que ya estaba fundido y atrapado de amor por ella.

Hoy, que me enteré de la existencia de mi hijo, ese fue el impulso que necesitaba para cancelar la boda y aceptar que te amo, Makarena, y quiero estar contigo y con mi hijo. —Mikael voltea a verme y me dice:

Mi pequeña, perdóname. No medí mis palabras y saqué mi ira y enojo solo contigo, lastimándote.

Eres un cínico. —respondo y
corro escaleras arriba. Ellos no me siguen, pero encuentro a mi cucarachón durmiendo a mi chiquita, y lo abrazo con fuerza.

—¿Qué pasa, mi amor? ¿Por qué tiemblas? ¿Estás llorando? —me dice mi esposo, y yo lloro más..

Senne me carga como una niña chiquita, y lo peor es cuando entra Lucien, buscándome.

— ¿Hermosa estás bien?.— pregunta. Lucien Pero yo niego.

— ¿Que ha pasado?. —  Pregunta Senne molesto, lo conozco y su voz no es tan dulce como me trata a mi o a mi chiquita.

Se encerraron en la oficina hablar, de lo que pasa. — le contesta Lucien, Senne intenta calmarme.

Pero más me aferró a el, escucho cuando mi Cucaracha le dice a Lucien.

Podrías quedarte con ella, nesecito estar en esa conversación.— no escucho mas, solo que soy cargada por Senne y me sienta arriba de las piernas de Lucien en su silla de ruedas.

Amor, princesita podrás quedarte unos minuto con Lucien. — Asiento como niña chiquita y ahora es Lucien quien me abraza.

chusss tranquila hermosa, quieres contarme. — me dice Luci acariciando mi cabeza.

Asiento. Y procedo.
Lo que escuchaste.. Yo nunca acepte. ( Sollozo ). 

Pero si no aceptaste y ¿este chiquitín?.—  toca mi vientre — Es de Mika, como paso.

Levanto mi rostro, y le contesto llorosa. Estás hormonas me ponen muy sentimental.

No acepte Pero si follamos;  peleabamos  mucho, y un día terminamos  en una cabaña y lo hicimos.
Aunque el forzó las cosas, sabía lo de la petición. — le digo y Luci sigue acariciandome.

— ¿Que más paso hermosa?— me pregunta Lucien.   Yo aunque sollozo le cuento...

— ¿Y León prohibio la pastilla?— pregunta de nuevo Lucien creo y enojado .

Después de eso, empezamos una relación sin nombre, solo sexo, pero Mikael se comportaba como mi pareja. Ni la perfecta pudo con nosotros, pero de la nada anunció la boda y me insultó. Dijo que había sido la puta que mandaron para él.—

Luego de llorar y narrar mi punto de vista a Lucien, me relajo. Él se calma, aunque sé que está enojado; puedo notarlo por sus fosas nasales y su manzana de Adán prominente.

Estás enojado — pregunto, pero él niega.

— ¿Por qué te enviaron a él? Permitieron los caprichos de mi padre y tío. Hay algo más. Eso no se quedará así.

_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠___🔸___________








SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora