Cap 111. hasta en el mas allá.

67 10 0
                                    

MAKARENA


— ¡Oh, Cucaracha, esto es increíble, sí, sí! — Me corro en él, es la sensación más deliciosa. Senne me aprieta contra él y hace exactamente lo mismo, se corre.

Caigo en su pecho y jadeamos.

Oh, mi Diosa, eres deliciosa. Estar contigo es... es mágico —me dice, y yo lo beso.

Te quiero, mi Cucaracha —le digo. Senne me mira, me acaricia y me responde:

Yo a ti, mi amor... — Juego con su pecho cuando escucho unos golpes en la puerta.

Toc, toc, toc...

Mi amor, Makarena, sé que están ahí, ábreme —dice Sebak, y yo me levanto rápido de Senne.

Me pongo una bata y abro la puerta. Mi esposito entra con el ceño fruncido.

Tiene los brazos cruzados sobre el pecho y niega.

Eres una descarada, tener yo que venir a buscarte y saber que estás follando con tu amante —dice Sebak, negando con la cabeza.

Me le tiro encima y me guindo del cuello, intentando besarlo.

Mi doctorcito, no seas celoso —le digo, pero él está celoso y me aparta con los brazos.

Respiro y vuelvo a intentar besarlo. Si no me corresponde, se lo pierde. Tengo más opciones a quien besar...

Lo miro haciendo pucheros y le digo:

— ¿Estás enojado, amor?

—me contesta fuerte—. ¿Por qué diablos sigues con tu amante? Cuando se enteren, ¿qué crees que pasará, Makarena?

Senne se levanta desnudo de la cama, va al baño y sale ya listo.

No lo sé, Sebak, pero lo quiero. Es todo lo que puedo decir. —le respondo. Sebak niega. Senne sale vestido, me da un beso apasionado delante de él y me dice:

Adiós, amor. Te quiero. Por favor, piensa en lo que te dije. —me dice, y yo asiento.

Lo haré...

— ¿Ves? Son un par de descarados... ¿Antes no me has pedido un trío? —le dice Sebak.

Bueno, sería delicioso —comento.

— ¿¡Qué?! ¡No! —grita.

Si tanto te ama, ¿por qué no ha hecho las cosas por lo legal, como son, sin mentiras? Sabes que te meterás en muchos problemas cuando Lucien y Yanka se enteren, Makarena.

Lo sé... tengo miedo, Seb —le confieso. Sebak camina hacia mí y, finalmente, me abraza.

Yo lo abrazo como buscando a mi amigo y le cuento:

Senne me pidió eso, quiere hablar con ellos y estar conmigo como su novia, o casarnos. Pero yo tengo miedo... Lucien es algo... difícil —le digo, y él me acaricia.

Hay que hacerlo, Makarena. Follas más con Senne que con nosotros.

Follo con todos por igual, y tú no puedes quejarte, Sebak. He follado más contigo que con todos —le aclaro, y me voy a asear. Hoy volvemos a Bruselas.

°°°°


Adiós, Mika. Cuídame a Monarko, volveré pronto —le digo, lo abrazo y le doy un beso.

Descubrí que Mika sufre de algo como TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) y evita el contacto físico. Por alguna razón no es así conmigo y me ha permitido abrazarlo y besarlo.

Bueno, me importa una severa mierda cómo lo maneje. Lo que sí es que pobre doña Perfecta... Aguantarse a alguien así debe ser tedioso. Claro, no me imagino cómo follan. Jajaja, de solo imaginarlo me da risa.

Me subo al jet y voy cargada como un mono por Yanka. Pasamos alrededor de una semana aquí y, después de hacer nuestro trío delicioso, se han turnado. Claro que Yanka es muy dulce y tierno conmigo.

Vuelvo a casa, y estos últimos días he sido muy consentida por mis esposos, pero, como es de esperarse, los problemas no faltan.

El primero es que Senne no aguantó más la presión, sobre todo por Sebak, y me pidió formalmente que fuera su novia-prometida. Yo lo amo, de eso estoy segura, pero tengo terror.

Conozco a Lucien y sé que no aceptará. Él me lo ha dicho; vi el showsito que armó cuando creyó que follé con Sebak. Si se hubiera enterado, me habría pedido el divorcio.

Sé muy bien que con quien debe hablar Senne es con Lucien, pero el terror me corroe.

El segundo problemita es que León me está respirando en la nuca. Quiere que lo acepte y lo perdone, mejor dicho, otro más al harén, aunque esta oveja ya es mía desde hace tiempo. Pero se me había descarrilado.

¿Qué haré para controlar a cinco hombres y, además, gangster? Y, como la gota que colmó el vaso, tengo un pequeño retraso.

Justo después de mi último período debía inyectarme el nuevo anticonceptivo, pero como Sebak me raptó y no me dejó salir o volver, olvidé por completo la inyección. Y ahora estoy aterrada; no le he contado a nadie.

Amor, ¿estás lista? —me dice Sebak, quien me invitó a almorzar a un restaurante muy famoso.

Lista, mi doctorcito. —Contesto y salgo. Hoy luzco un hermoso vestido blanco algo corto; estamos en verano, y las temperaturas en Bruselas son algo altas.

Voy con Sebak en su motocicleta, su Yamaha YZF, y la velocidad me encanta. Cuando estamos en el restaurante, subo mi pierna a su entrepierna y le hago algunas caricias de manera provocativa. Mi líbido sexual está por las nubes.

Quiero sexo, mucho sexo. Aunque mi cucaracha es experto en complacerme al primer llamado, solo necesita una palabra y ya está ahí.

Makarena, ¿qué haces? —me dice Sebak desde el otro lado de la mesa.

Nada —contesto como una niña inocente, pero sigo con mis caricias. Lo mejor es que lo estoy sintiendo duro.

Nada, te estás buscando que te voltee y te folle ese rico culo, Makarena.  —me dice. Si supiera que eso es lo que quiero.

No creas que porque eres mi esposa no lo haré —me advierte Sebak, y yo continúo con mis caricias con el pie.

Pero cuando llega el mesero con el champagne, toma su copa, se levanta y toma mi mano. Prácticamente me lleva a rastras, y justo cuando entra en el baño, cierra el pasador, me sube al lavabo y mete sus manos por debajo de mi vestido.

Quita mis bragas, noto que su amigo está muy duro y necesitado. Desabrocha su pantalón, saca su amigo y me penetra de una sola estocada...

La sensación es angelical, y nuestros gemidos se escuchan hasta en el más allá.

Diez minutos después salgo algo alborotada pero complacida, con una sonrisa tipo "follada espectacular", de la mano de mi esposito, el doctorcito.

_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠___🔸___________

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora