Cap. 13 conquistarte.

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SEBAK

Sonrió al recordar lo sucedido el sábado. Le pedí perdón un millar de veces; sé que está molesta, herida, porque tomé su pureza sin su permiso y lo peor es que fue horrible para ella. Claro, para mí fue genial enterarme de que soy su primer hombre. Pero en realidad no la forcé, ya la había cagado y podía seguir.

La abracé y pedí perdón tantas veces como pude. Al amanecer, le hice el desayuno y la consentí, cosa que a ella le encanta.

Pero ahora no entiendo por qué me está evitando. No me contesta los mensajes y tuve que venir hasta su instituto para acosarla. Estaba con su grupito de amigos y ahora está aquí en mis piernas en esta heladería, pues no quiso estar un momento conmigo a solas. Luego de una hora de risas y bromas entre ellos, su pequeño grupo de amigos se desbarata y cada uno emprende caminos diferentes.

Drey es quien se va de último, pero me molesta cuando viene y la abraza y besa.

-Te tengo un regalo -le digo y por fin logro llamar su atención; voltea a verme y ahora sí soy el centro de su universo.

-Maka, ¿eres mi novia, cierto, preciosa? -le pregunto algo dudoso. Ella es tan indiferente que a veces no sé lo que siente Makarena Gallego.

Makarena me mira con una mezcla de sorpresa y confusión. Parece que está considerando su respuesta, pero finalmente asiente con la cabeza, aunque su expresión sigue siendo distante.

-Sí, soy tu novia -responde en voz baja, sin la emoción que esperaba.

La observo detenidamente, intentando descifrar lo que pasa por su mente. Siento un nudo en el estómago. Algo no está bien, y su frialdad lo confirma.

-Quiero que sepas que estoy realmente arrepentido por lo que pasó. Nunca quise hacerte daño -digo, tomando su mano suavemente.

-Lo sé -responde ella. -Entonces, ¿quieres ver el regalo que te traje? -le pregunto con una sonrisa, tratando de animarla.

Makarena parece interesarse un poco más, y asiente. Saco una pequeña caja envuelta en papel brillante y se la entrego. Ella la abre con cuidado, revelando un delicado collar de plata con un colgante en forma de corazón.

-Es hermoso -dice, admirando el collar-. Gracias.

Se que mi Odiosa Tontilla es difícil, nunca creí verme envuelta, en una situación como está, y tener que conquistar una mujer.

Lo peor es que ella si pudo hacerlo, conquistarme, me ha enamorado como un tonto.

-De nada, preciosa. Quiero que recuerdes, que te estoy queriendo. -le digo, deseando que mis palabras lleguen a su corazón.

La semana pasa rápido y en un abrir y cerrar de ojos ya es viernes. Me he dedicado a buscarla después de clases esta semana. La invité al cine, a una tienda de arcade, al boliche y ayer a una piscina con sus amigos. Por fin, después de compartir con ellos, prácticamente obligaron a mi preciosa Maka a invitarme a su baile de graduación.

Hoy llevo puesto un pantalón de vestir negro y una camisa de diseñador blanca. Estoy elegante; no uso saco porque es verano y el calor está en su apogeo.

Llego a su casa y toco la puerta. Me atiende el mismo hombre de la vez anterior.

Espero unos minutos y veo a la mujer más linda, con un hermoso vestido blanco y corto, tacones, y su cabello suelto y perfectamente arreglado.

Ella me ve, se despide del hombre y viene hacia mí.

Le traje una rosa blanca, grande y hermosa, como ella.

-Para ti. - Ella sonríe y yo la abrazo. Se marca un momento y después de un minuto volvemos, salimos de la mano, y ella se sorprende al ver el automóvil en el que he venido.

Yanka me encontró hace algunos días, y al encontrarse conmigo, me dio un año, solo eso, pero aprovecharé el tiempo para convencerlos y poder dejar mi obligación como hijo de Cyrill Lombard.

Me envió un hermoso auto y un penthouse en la zona más prestigiosa de Stanford, pero no quiero que Maka sepa quién soy; podría espantarse, y con mis últimas cagadas prefiero evitar eso.

Este hermoso Ferrari negro es el auto que he traído hoy. Ella lo ve y hace un chiflido.

-Ohh, vaya, Sebak. Y este auto, es hermoso. -dice ella y yo, risueño, contesto:

-Es tuyo, hermosa. -Ella sonríe y me dice: -Ok, las llaves, yo manejo. -dice y yo abro los ojos. Ella sonríe.

Se las doy y me subo de copiloto.

-¿Y? -sé que pregunta por el auto. -Me lo prestó un amigo.- contesto.

La noche fue muy animada, claro, porque esta preciosa indomable infiltró licor en las instalaciones educativas. Ella y su grupo, que pude darme cuenta son los populares, se prendieron y gozaron hasta más no poder.

Cuando la fiesta acaba, ella está risueña, pero no ebria. Hoy descubrí por boca de sus amigas que bebe aceite para evitar emborracharse, un truco de su abuela que no conocía.

Es muy tarde y ella está muy animada bailando. Aunque no la dejé bailar con otros, solo su amigo Drey pudo robármela unos minutos. No me gusta cómo la mira, sé que le gusta y no ha tenido el valor de decirle. Gracias al cielo, es mejor así, o ya me la habría robado.

Yo manejo de vuelta y le acaricio sus piernas. Ella pone música, la de su gusto, y yo aprovecho para, sin decirle, llevarla a mi apartamento. Es humilde, el que alquilé inicialmente; el penthouse solo lo uso para guardar cosas que no quiero que ella vea.

Sube tranquila, dejé el apartamento listo. Si mi preciosa Makarena acepta, hoy le haré el amor como nunca antes lo he hecho y como debí hacerlo aquel día.

Entramos a mi apartamento y, mientras ella se recuesta en el mueble de la sala, saco una botella de champán y un ramo de rosas que previamente había traído.

-¡Uy! ¿Y esto? -dice, viendo las rosas. Sonrío-. Para la mujer más hermosa.

Ella toma una copa y la bebe. Yo me siento en el mueble y la acerco a mí; ella cae en mis piernas y yo la beso.

Luego de besarla de manera apasionada y de que ella me corresponda, la miro a los ojos.

-Mi preciosa, quiero amarte. Déjame hacerlo -le pido suplicante. Ella me mira, sé que lo está pensando. Finalmente, asiente tímidamente, y yo sonrío.

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SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora