Cap 168. Nuestra lagartijita.

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LEON HOFFMANN

Me quedo en el despacho cuando Yanka y Senne salen tras Makarena. Sé que las cosas aún no se han calmado, pero espero que ella logre tranquilizarlos un poco.

Respiro profundamente, observando el caos que quedó en la habitación: muebles rotos, la tensión aún palpable en el aire.

Miro a Luc, que sigue de pie, con los puños apretados, como si aún estuviera listo para pelear, con algo de sangre. Me acerco a él, cruzando los brazos y buscando las palabras adecuadas.

-Lucien, realmente necesitamos hablar sobre esto. -le digo, intentando que escuche más allá de su orgullo.

Él me mira, sus ojos llenos de esa testarudez que siempre ha tenido. Ya sé lo que va a decir antes de que hable.

-Ya sé lo que van a decir -contesta, defensivo-. Pero no me importa lo que piensen, ella también es mía.

Suspiro, tratando de contener mi frustración. Esto no es sobre posesiones, no debería serlo. Pero lo entiendo. Entiendo su miedo, su amor por Makarena. Todos compartimos ese mismo sentimiento, aunque a veces nos lleve a lugares oscuros.

-Nadie está negando que tengas derecho a estar con ella. -trato de mantener la calma-. Pero esto ha sido un caos, Lucien. No puedes simplemente llevártela y esperar que todo esté bien. Sabes lo que significa para todos nosotros, y más aún, para los bebés.

Sebak interviene, siempre el más sensato entre nosotros.

-Acaba de parir, Lucien. Debemos ser cuidadosos con su salud, con su bienestar. No es solo sobre lo que tú quieres.

Lucien nos escucha, pero sigue firme. Su mirada se pierde por la ventana, hacia el jardín, donde Makarena sale con Evans en brazos y mi Osita corre alrededor, Yanka y Senne están con ella.

Sé lo que está pensando. Ella es su vida, su razón de ser, igual que para todos nosotros.

-Lo entiendo -dice al fin-, pero no me voy a disculpar por quererla. La he amado desde el principio y nunca dejaré de hacerlo. -Hace una pausa y con más suavidad añade-: Y ya está hecho. Tendremos a mi cachorro, mi heredero Hoffmann.

El silencio cae sobre nosotros, y la verdad de sus palabras nos golpea. Ya no hay vuelta atrás.

Makarena está nuevamente embarazada, y aunque es algo riesgoso para su salud, en realidad esta noticia me alegra el alma.

Un heredero Hoffmann está en camino. A pesar de las circunstancias, esto es motivo para celebrar, pues nuestra unión está completa.

Sonrío, y él hace lo mismo.

-¿Te ha aceptado de vuelta? -le pregunto a Lucien.

-Realmente no ha dicho nada, pero ya la oíste, estará con los seis -contesta Lucien, y tiene razón.

-Vaya, a Mikael también lo está aceptando. Hay que hablar de eso. -comento.

-Lo que más importa ahora es que cuidemos de ella y de los niños. -le digo, con firmeza pero también con afecto-. Tenemos que ser un equipo, no enemigos. Esto es lo que ella quiere, y debemos respetarlo.

Lucien me abraza y luego Sebak le da su mano.

-Bueno, no me gustó tu método, pero fue eficaz. La conseguiste. -le dice Sebak, y salimos en su búsqueda.

SENNE LOMBART

-Amor, mi princesita, espera... No te pongas así. -le digo, y ella prácticamente está llorando.

La abrazo fuerte y luego lo hace Yanka.

-Estoy cansada, Yanka, Senne, ya no más. -dice mi princesita, melancólica-. Quiero estar tranquila, sin peleas, y si debo dar el primer paso y reconocer mis errores, lo haré. -nos dice.

-Voy a arreglar las cosas con ellos, aunque ya hablé con Mika, y bueno, Luci es otra cosa, pero ya no más. -dice y me abraza fuerte.

-¿Estarás con los seis, conejita? Sabes lo que eso implica -ella asiente y, de manera chistosa, responde:

-Sí, que no te dejen recuperar de un embarazo cuando ya el otro me ha preñado. -contesta.

Yanka y yo nos miramos...

-Bueno, pensándolo así, ya les estás dando herederos. -dice Yanka y toca mi vientre.

-Bueno, amor, pero ya que follaste así, espero que esta noche no nos niegues de tu cuerpo. -le dice Yanka, abrazándola y besándola.

-Ya quiero ayudar a formar a nuestra nueva cucarachita. -le digo, pero ella niega.

-Creo que será más bien como una pequeña lagartija. Como es Lucien: ágil, capaz de adaptarse y escapar con nuestro mayor tesoro de situaciones peligrosas. -comenta Yanka, y todos reímos.

-Bueno, pues será mi pequeña lagartija -dice ella sonriendo, pero yo la corrijo.

-No, mi princesita, es nuestra, «nuestra» pequeña lagartija.

°°°°

Estoy muy ansioso de amar a mi hermosa esposa, mi princesita. Hoy, después de nuestra pequeña bienvenida a Lucien, hablamos y quedamos en turnarnos para estar con ella.

León y Sebak nos cedieron la noche, y hoy estaremos Yanka y yo, pues estoy muy ansioso de amarla.

Llego a la habitación de Evans y ella está recostada amamantando a Evans. Mikael está muy cerca de ellos, acariciando a mi chiquito y de paso a ella. Están charlando de algo, y me recuesto en el umbral de la puerta para escuchar.

-¿Entonces dormiste todo este tiempo con mi chiquito? -Mikael le contesta y le cuenta cómo se portó nuestro chiquitín.

-Te extrañé mucho, vida mía -le dice Mikael a ella, y ella voltea a verme.

-Yo también, Mika, a mis chiquitos, a ustedes y a todos. -le dice.

Este se acerca a ella y le dice:

-¿Puedo besarte, amor mío?

Ella asiente, y Mikael la besa. Debo aceptarlo, pues en realidad ahora seremos seis.

-Ejem, ejem... -Ellos voltean a verme, y yo sonrío.

-Ya se durmió Evans. Acabo de dormir a nuestra cucarachita -les digo, y ellos asienten.

Luego de darle un pequeño beso a mi chiquitín, la cargo y me la llevo.

-Vamos, preciosa, ya es hora. Estoy que te amo, quiero estar en ti, mi princesita.

Cuando entro a la habitación, Yanka la espera. La deposito en la cama y Yanka empieza a besarla y, al mismo tiempo, a desvestirla.

Ella nos corresponde, y yo me uno a ellos. Beso y acaricio cada parte de su piel. Yanka se interna en su coño, y en cuestión de segundos, ella se corre.

No soporto mucho ni la dejo descansar. La jalo hacia mí, la volteo en cuatro y la penetro de manera rápida y fuerte.

Ella gime por la impresión, pero luego de unos minutos, Yanka se acomoda ya desnudo en la cama y la hace montarse en él. Ella empieza nuevamente a hacer movimientos, y yo busco su cola y la penetro. Nuestro trío es increíble y sensual.

Nuestros movimientos son lentos y fuertes, pero con mucho cuidado, pues no queremos hacerle daño a nuestra lagartijita.

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SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora