SOY MAKARENA GALLEGO. « La Reina ».

Cap 166. La noticia...

MIKAEL MAISTER

— ¡¿Qué mierda es esta?! ¡¿Cómo que Lucien se la llevó?! — expresa molesto Yanka. Y aunque no es mi santo preferido, tiene razón.

— Lo siento, señores Lombart, Hoffmann y Maister, pero Michelle colocó un dispositivo en el automóvil, conspiró con el señor Lucien Hoffmann y se la llevó — nos informa Dixon, uno de los guardaespaldas de Makarena.

Mi bebé llora, lo cargo; extraña a su madre, aunque solo han pasado 12 horas.

— Ya, mi amor, mamita vendrá pronto. Ella te ama — le digo a mi pequeño Evans. No tiene hambre, pues su pediatra le recetó una fórmula especial, pero creo que la extraña.

León está callado, al igual que Sebak; solo están tratando de hallarla.

— Mierda, no tengo idea de dónde pueda estar. No esperaba esto — dice León, y nos sorprende la declaración de Sebak.

— Es mi culpa. Lucien estaba muy celoso y enojado porque Makarena no lo aceptaba, pero compartía mucho tiempo contigo, Mika. Él está caminando, pero no quería decirles aún. Aunque yo no entendía por qué, estaba planeando llevársela. — nos dice.

— Pero no tenía por qué hacer esto. Debió contarme, jamás lo habríamos dejado fuera. — dice León.

— Ya basta, asustan a mi pequeño — les digo mientras lo cargo.

Busco su biberón y lo llevo a mi habitación. Dormiré con mi hijo; no es justo, él necesita a su madre...

°°°°

Mi chiquito duerme en mi pecho. Es tan hermoso, su cabello negro y ojos café oscuro; tan chiquito. Evans es mi alegría, es el mejor regalo que la vida me haya dado.

Y ella, aunque aún no la he conquistado, será mía.

Traigo a mi pequeño.

— Señor, ¿me permite a Evans? Es hora de su baño — me dice Stella.

Lo dudo un poco, no quiero dejarlo. La miro y luego a Evans. Han pasado tres días desde que mi pequeña no aparece y no he dejado a mi hijo ni un instante, aunque León y Yanka pelean conmigo por compartir tiempo con él.

— Déjalo un momento, Mika. Yo iré con ellos.— me dice Senne, y me tranquiliza un poco.

Aunque dudoso, lo suelto.

— Relájate, Stella no le hará daño a Evans. Solo lo bañará y lo dejará dormir por un rato; lo estás malacostumbrando. — me dice Yanka, y sé que tiene razón.

— ¿Qué tienen? ¿Ya los hallaron? — pregunto.

— Nada.

— Lucien es un inconsciente. Nuestros chiquitos la necesitan, y nosotros también. — les digo. León me ve y me sorprende su respuesta, pensé que lo defendería.

— Tienes razón... — ¿Cómo está la chiquita? No he tenido tiempo de estar más pendiente de ella — pero Yanka niega y responde.

— La conejita chiquita está bien, está apegada a Victoria, Sebak y Senne; la consienten entre todos. — nos dice Yanka, y asiento.

Los días pasan muy lentos cuando ella no está. Exactamente van 18 días. Hoy mi pequeño Evans cumple su primer mesecito. Estamos reunidos todos, junto con mi chiquita Lucienne, cuando un escolta viene y le dice algo a Yanka.