Cap 70. Están locos.

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MAKARENA


Despierto y mi cabeza duele. Creo que me excedí anoche con los shots.

Me estiro y lo peor es que siento un cuerpo a mi lado. Abro mis ojos de inmediato, exaltada.

—¡¿Qué demonios?! —es un hombre con un gran tatuaje de gladiador y un león. Inmediatamente vienen recuerdos de lo que hice anoche...

—¡Maldición! ¡Mierda..! —me follé a Sebak... prácticamente lo violé, y ahora este imbécil cree que ya lo perdoné... ¡Ja! Que coma lo que ya sabemos...

Me levanto con mucho cuidado para no despertarlo. No quiero que crea que ya estamos de amores. Maldito idiota, cree que le perdonaré restregarme en la cara a su amante...

En fin, lo que sí es que estuvo muy rica esa follada...

Salgo como ladrona y lo mejor es verle la cara de estúpida a su supuesta prometida cuando nos cruzamos en el pasillo.

Ya lo follé, ¿quieres ir y acurrucarte con él? Necesita mimos —le digo con rostro burlón.

Entro a otra habitación, me baño y aseo, busco una aspirina y la tomo. Luego busco una camisa y unos pantalones y me los coloco.

Necesito ir al ginecólogo; he tenido sexo con estos idiotas sin protección. Gracias al cielo planifico con inyección.

Me rasco la cabeza. Luci va a matarme cuando se entere de las veces que lo he cachoniado.

Solo espero que me perdone. Amo a mi Luci con mucha fuerza y pasión o, en su defecto, que jamás se entere.

Voy a la sala de la biblioteca y me pongo a leer, pero poco a poco cierro los ojos y todo se vuelve oscuro...

°°°°

Despierto de golpe. Escucho unos gritos horribles y me levanto de inmediato. Me pego a la pared y camino despacio.

Quiero escuchar de qué se trata, pero sin entrometerme... o bueno, la verdad es que le estoy huyendo a Sebak.

No quiero enfrentar la estupidez que hice, aunque no me arrepiento.

Esta vida es muy corta y hay que probar... o bueno, como yo, «reprobar». Aunque Sebastiáncito es un pastelito que ya había probado, ahora parece otro.

Los gritos de la loca resuenan por toda la casa y ahora saco la cabeza y veo a un guardaespaldas cargándola, mientras Sebak lleva su maleta.

Esto no se quedará así, amorcito. ¡Me sacas por la estúpida esa! ¡Yo soy tu amor, Senne, no lo olvides! —le grita ella.

¿SENNE? ¿Por qué la loca le dice así? Senne... pienso. Los gritos se callan y yo sigo escondida en silencio.

—¿Piensas seguir escondiéndote todo el día, mi Diosa? —dice Sebak con sarcasmo—. Me follaste y ahora no te haces responsable. ¿Y si me embarazas?

Me levanto dignamente, aunque el susto fue grande y mi corazón late muy fuerte.

No seas imbécil, Sebastiáncito —le contesto, y lo enfrento. Camino hacia la cocina, pero Sebak me sigue, y lo peor es que lo hace con una cantaleta increíble.

SOY MAKARENA GALLEGO. « La  Reina ». Donde viven las historias. Descúbrelo ahora