Juego de Shumil gemelos

Capítulo: 147. El despertar. (parte 4).

Pdv: Ferdinand. Resolviendo las fugas de información.

Después de que Cattleya, declarara sus intenciones de venganza contra Verónica, yo respondí. "Cattleya, eso ya no será necesario".

Yo sabía que mi Diosa traviesa y vengativa, no se quedaría tranquila, sabiendo que Verónica aún está con vida. Pero tenía la esperanza de que dejara de preocuparse por la maliciosa mujer, que las intentó matar.

Aún así, le expliqué la razón. "Verónica ya fue sentenciada por sus crímenes, y fue puesta en la torre de marfil, donde pagará por el resto de su miserable vida. Y vivirá como una simple batería, consumiéndose lentamente allí. Ya nunca más, podrá hacer les daño a mis pequeñas Diosas".

Pero Cattleya no estaba de acuerdo conmigo en esto, por lo que negó con la cabeza, diciendo. "Te equivocas mentor, es ahora cuando es más peligrosa". Advirtió mi Diosa traviesa, con el ceño fruncido con preocupación.

Luego continuó hablando, con elocuencia. "Digo, éste Trombe tiene raíces profundas, en todo Ehrenfest. Ella tal vez no esté libre haciendo daño. Pero, qué hay de sus secuaces que piensan y actúan como ella?. Mentor, a veces una idea, es más poderosa que la persona que la instauró en las mentes, de sus seguidores".

Al escuchar estas palabras de Cattleya, me resigné a intentar ocultarles información. Porque yo sabía, que éstas tontas, no se mantendrían al margen, ni se quedarían tranquilas con solo un poco de información. Y mucho menos con Verónica encerrada en la torre blanca, con un castigo mínimo por todos sus crímenes.

"Además, tú mejor que nadie conoce el odio que sembró esa bruja malvada, en todo Ehrenfest durante décadas. Eso no se terminará, con ella en prisión. De hecho eso solo avivará las llamas del odio, en sus seguidores. Y no solo en sus seguidores, verdad?. ¿Qué hay de todas sus víctimas?".

'¡¡¡Maldición!!! Cattleya tenía razón, en cada palabra que decía. Porque yo sabía mejor que nadie, que ahora con Verónica en la torre de marfil. Su facción se volverá peligrosa, incluso para Sylvester'.

Muchos culparán a Sylvester, y lo abandonarán por encarcelar a su señora. Esto solo volverá a dividir la facción, entre Veronicanos radicales; estos son los más peligrosos. Ya que se opondrán a Sylvester, y querrán derrocarlo de su posición como Aub Ehrenfest.

Luego están los Georgianos; los cuales, comenzarán a buscar más partidarios bajo el nombre de su señora, para aprovechar su odio hacia Sylvester, y así recuperar el poder e influencia perdida dentro del ducado.

Y por último, los neutrales; estos sin su señora, no tomarán partido por Sylvester, ni por ninguna posición política, de momento. Ellos por lo general, nunca estuvieron realmente comprometidos con Verónica y sus maneras. Estos estaban de su lado porque no tenían otra opción, era su forma de mantenerse con vida. Todos ellos serán los más pasivos, pero también pueden tomar partido por Georgine, quien querrá pasarlos de su lado. Por todo esto, entiendo perfectamente las preocupaciones de Cattleya.

"Ferdinand, mi hermanita tiene razón. La facción de Verónica, ya estaba dividida desde mucho antes de que la arrestaran, no es así?. Crees que ahora sin su señora, busquen una nueva?. ¿Cómo por ejemplo a Georgine?. Porque no creo que se pongan del lado del hermano mayor Sylvester, o si?". Preguntó Rozemyne, lo mismo que yo pregunté a Sylvester. En una de nuestras muchas reuniones, para discutir el rumbo que debería tomar ahora, que su madre fue encarcelada. Pero el idiota, está convencido de que todos ellos tomarán partido, y darán su apoyo a su heredero. El cual fue criado por Verónica.

Es por ésta razón que el idiota se niega a dar un castigo mayor, a la maldita mujer, según para proteger a su hijo y su futuro como Aub. Ignorando, que su propia madre intentó asesinarlo a él, junto a la madre de sus hijos y toda la familia archiducal. El idiota insensato, aún la sigue protegiendo. "Como sea ella, y sin importar lo que haya hecho. Verónica sigue siendo mi madre, Ferdinand......... En la torre blanca pasará sus últimos días, eso es castigo suficiente". Había respondido Sylvester, con fastidio, bebiendo un gran trago de vize.