Reincarnation: Multi-skilled goddess is so beautiful! [1]

003. Lu Clan's Second Son

En el segundo piso del Centro de Servicio de Coches Deportivos del Monte Li.

El ambiente dentro de la oficina, que estaba llena de todo tipo de modelos de superdeportivos, se sentía tenso debido a la persona que estaba sentada dentro.

He Fei era uno de los hombres jóvenes más infames de los círculos élite de la capital. Estaba acostumbrado a vivir sin preocupaciones y ni siquiera temía a su padre. De repente decidió abrir un centro de servicio de superdeportivos aquí, así que dejó su casa familiar.

La única persona a la que le tenía miedo era este joven sentado en su oficina, Lu Jingye. Su aura era muy poderosa, incluso si no decía una palabra.

Lu Jingye era el segundo hijo del clan Lu. Tenía 26 años y lucía imponente y digno. Era increíblemente capaz y era la estrella en ascenso de su generación. Por respeto, todos en su generación lo llamaban "Segundo Hermano Mayor".

Además, era tan guapo que incluso un chico heterosexual como él sentía envidia de su apariencia.

He Fei no podía soportar los ojos omniscientes de Lu Jingye. Enderezó sus piernas inquietas y lo interrogó. 

-Segundo Hermano Mayor, ¿qué haces en la Ciudad S?

-Estaba de paso —dijo Lu Jingye sucintamente.

-Erm... ¿Qué te trae a mi tienda...?

-El tío He quiere que te diga que si no vuelves para casarte, enviará a sus hombres a destrozar tu tienda.

-... —He Fei se sintió impotente.

Lu Jingye miró a He Fei con sus profundos ojos. 

-El tío He quiere que vuelvas conmigo.

He Fei abrió los labios, pero antes de que lograra hablar, alguien irrumpió en la oficina y la puerta se abrió de golpe con un fuerte estruendo.

¡Bang!

-Jefe, malas noticias. La Oveja Gorda...

En el momento en que Wang Gang irrumpió en la oficina, hizo contacto visual con los ojos tranquilos y severos de Lu Jingye, e instantáneamente tembló de shock.

He Fei se alegró instantáneamente de ver a Wang Gang. Rápidamente actuó enojado mientras insinuaba a Wang Gang. 

-¿No ves que tengo un invitado? ¿Estás intentando ser grosero?

Wang Gang captó las indirectas de He Fei. Lu Jingye lo miraba con una poderosa aura, así que balbuceó: 

-Jefe, la Oveja Gorda... No, la señorita Zi está causando problemas.

-¿Es la chica de la familia Zi? ¿Qué tipo de problemas podría causar? —He Fei miró furtivamente a Lu Jingye mientras hablaba. Lu Jingye podría perder la paciencia y marcharse de inmediato.

Wang Gang dijo apresuradamente: 

-Quiere que se modifique el coche y que su potencia máxima alcance los 3000 HP, que la velocidad máxima alcance los 800 kilómetros por hora, que la aceleración de 0 a 100 sea de un segundo y que los neumáticos sean cambiados por unos sintéticos espaciales hechos de XX.

-... —He Fei se quedó en silencio por unos segundos antes de preguntar:— ¿Está tratando de causar problemas?

Se volvió para mirar a Lu Jingye y fingió estar en apuros. 

-Hay un gran cliente aquí. ¡Es especial porque es la nieta del Viejo Maestro Dou!

Sin embargo, el Viejo Maestro Dou había difundido la noticia de que ya no tenía nada que ver con ella, pero Lu Jingye no lo sabía.

Lu Jingye reflexionó durante tres segundos. 

-Te daré 30 minutos.

Los ojos de He Fei brillaron. Si las cosas se alargaban más de 30 minutos, Lu Jingye podría terminar marchándose por impaciencia. Así que él sería un hombre libre.

-Erm... ¿Por qué te levantaste? —He Fei se quedó atónito cuando Lu Jingye de repente se levantó.

Lu Jingye sonó decidido. 

-Iré contigo. Nos iremos de inmediato después de que arregles el coche.

-... —He Fei se sintió impotente.

Los tres bajaron a la sala de espera, pero no había nadie allí. He Fei se puso ansioso. Justo cuando iba a preguntar, vio a un mecánico corriendo de regreso desde el taller.

He Fei gritó apresuradamente: 

-Zhang Minghua, ¿dónde está la señorita Zi?

Zhang Minghua estaba en camino para conseguir las cosas que Zi Yi quería. En el momento en que vio a los tres, se detuvo y dijo emocionado: 

-La señorita Zi está en el taller modificando su Siebel Tuatara.

Se apresuró a buscar las cosas.

He Fei no podía creer lo que oía. Explicó a Lu Jingye: 

-No les hagas caso. Suelen hablar así.

He Fei llevó a Lu Jingye al taller y quedó atónito al ver la escena dentro.