ANTES DEL APOCALIPSIS
[AÑO 2016]:
Brie Sheller iba de camino a la universidad, llevaba su pelo rubio-platino recogido en una coleta alta. Sus ojos color esmeralda brillaban incluso más que el mismísimo sol. Se sentía feliz, dentro de un par de semanas al fin cumplía sus ansiados dieciocho años, algo que siempre había querido y que estaba a punto de llegar. Era su primer año en la Universidad más popular de Atlanta, sus padres tenían un buen puesto de trabajo, lo que daba pie a un buen sueldo para permitir que Brie pudiera estudiar Derecho como ella deseaba. Cargada sobre su espalda, iba su mochila negra apenas llena; sólo llevaba un simple cuaderno y un pequeño estuche con un par de bolígrafos. Lo que estaba claro, es que al menos, tendría que apuntar el resto del material para iniciar las clases. Brie era una chica sencilla, no vestía como el resto de chicas que iban a la moda y con maquillaje a todos lados, ella no necesitaba de esas cosas para llamar la atención porque tampoco le gustaba. En cuanto a carácter; era bastante reservada, era tranquila y nunca se había metido en líos ni en peleas callejeras. Eludía los problemas y miraba para otro lado para no afrontarlos, quizás algo cobarde en ese aspecto, aunque más que cobarde, era una joven que no quería nunca discutir. Había quedado esa mañana junto a Dylan en la puerta. Dylan era su único mejor amigo, el que siempre había estado junto a ella tanto en las buenas como en las malas. Dylan estaba en su segundo año de Universidad estudiando una dura carrera de ingeniería, y él era tan buen chico como atractivo. Al reunirse, él iba con una chupa ajustada de cuero con unos pantalones vaqueros azules y deportivas blancas, estaba fumándose un cigarro apoyado junto a las verjas, cuando entonces, sus ojos del mismo color que el carbón, se posaron sobre los de Brie esbozando una sonrisa a través de sus labios. Expulsó lentamente el humo de sus pulmones, lanzando la colilla al suelo para seguidamente pisarla. Brie, lo primero que hizo, fue alborotar su pelo castaño a modo de saludo antes de darle un fuerte abrazo.
—Con lo que me cuesta peinar mi pelo... —Dijo Dylan, arrugando la nariz—.
Brie alzó los hombros.
—Llevo un peine en la mochila, cuando gustes te lo presto —añadió ella—.
Dylan le dio un leve codazo, llegó la hora de entrar dentro para que pudiera conocer el recinto en el que estudiaría a partir de ese momento, pero, fueron interrumpidos por el típico grupo de chicas populares que tenían que ser las primeras en entrar como siempre. La que parecía ser la líder, apartó a Brie con un leve empujón para hacer paso a sí misma y a todo su grupito. Fueron pasando una a una a un paso lento para molestar todavía más. Brie se cruzó de brazos poniendo los ojos en blanco viéndolas pasar a su lado y, cuando ya lo hicieron, la líder se aproximó hasta Brie.
—Por favor, la próxima vez que nos veas aparecer, apártate —le dijo en un tono de superioridad—.
Brie alzó las cejas sin decir nada, la otra se retiró porque supo que había captado el mensaje y que no era necesario usar la violencia, o al menos, no el primer día.
—Laisha Blazer... —Dijo Dylan—.
—¿Perdón?.
—Así se llama.
Brie frunció el ceño, la verdad es que tampoco le importaba mucho saber el nombre de aquella señorita tan estirada, pero en fin, sólo supo resoplar.
—¿De verdad que todos los populares son tan idiotas como esas? —preguntó Brie señalando el camino que Laisha había tomado—.
Dylan negó con la cabeza.
—Todos no. Esas son la excepción.
—Pues vaya un asco de excepción.
Él dejó escapar un par de carcajadas y entraron juntos al fin dentro del recinto. Estaba abarrotado de alumnos y alumnas recorriendo los pasillos de un lado a otro, no dejaban de escucharse las taquillas abrir y cerrarse continuamente bajo el abrumador barullo de la gente, cosa que a Brie le agobiaba un montón, demasiado juraría ella. Juntos miraron las listas para ver en qué aula les tocaba empezar las clases correspondientes, pero había más de quinientos nombres apuntados, por lo que estuvieron mirando más de cinco minutos sin resultado todavía hasta que, un joven de pelo rubio oscuro y ojos azules volvió a apartar a Brie de un empujón, esta vez sin querer por culpa de una leve torpeza del joven. Ambas miradas se encontraron, la belleza de aquel chico no tendría lugar en ese mundo, era muy guapo. Él pidió disculpas a Brie sin dejar de mirar los ojos esmeralda de los que quedó prendado tan rápido como un parpadeo. Sin embargo, Brie lo observó de arriba a abajo con cierta forma despectiva.
—La lista es toda tuya —dijo ella, yéndose de allí para dejar que el muchacho pudiera verla—.
Su primer día estaba siendo un poco desastroso, no había dejado de recibir empujones desde que entró por la puerta. Dylan salió tras ella hasta ponerse al lado suya antes de añadir:
—Paul Rake.
Brie detuvo su paso, quizás algo ofendida y molesta.
—¿Vas a volver a decirme todos los nombres de las personas que me van a empujar durante el día?.
Dylan levantó las manos de modo pacífico, jurando no haber visto a Brie sacando su carácter.
—Lo siento. Es que estoy nerviosa... —Se disculpó ella—.
Fue entonces cuando aquel joven que estaba mirando las listas, cuando Paul Rake, se alejó del corcho para ir a su clase correspondiente, observando a Brie cuando pasó por su lado en silencio, pero la chica no se había percatado de cierta mirada, tan sólo lo había visto acercarse.
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Inmunidad.
Mystery / Thriller< El mundo ha sido cautivo por un virus letal que convierte a las personas en muertos vivientes y, un poderoso científico, es el causante de tal atrocidad, creyendo que nadie es capaz de detener su horrible plan de destruir la humanidad, pero no...