Capítulo 113.

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A toda prisa, Brie salió del lugar mirando por el retrovisor una última vez hasta ver la figura de dos hombres que seguían mirando su partida: Dean y Dexter. La velocidad hizo perder la comunidad de vista, los motoristas se dividieron de camino para dejar a Seth y a Brie realizar la primera parte del plan. Aceleró no había tiempo que perder y quería arrasar cuanto antes a los caminantes que fuesen apareciendo. Unos veinte minutos más tarde, empezaron a ver esa ola negra de infectados que se aproximaban por la travesía.

⸺¿Listo? ⸺preguntó Brie⸺.

Seth asintió.

⸺Será mejor que te agarres.

El electricista se agarró y el pie derecho de Brie pisó a fondo el acelerador y la adrenalina en ambos estómagos, empezó a hacerse de notar conforme seguían avanzando. A un extremo de la carretera por el bosque, estaba Kane mientras que al otro, Jacob junto a Susan seguían al coche sin estorbar para cuando tuvieran que hacer su aparición. En menos de un minuto, el coche iba recibiendo golpes hasta que la luna se partió y se llenó de huesos rotos, sesos revueltos y vísceras podridas que impedían correctamente ver el camino por el que continuar. Brie intentó seguir sus instintos para mantener la dirección del vehículo en línea recta y evitar así, un posible accidente, pero ella tenía experiencia en supervivencia y en velocidad, así que la idea de volcar no es que le preocupase demasiado. Activó los parabrisas, pero acabaron rompiéndose debido a los impactos. Seth seguía sujeto, empezando a sentirse mal al no ver absolutamente nada que no fuera sangre y más sangre. El coche daba bandazos, era inevitable que ambas cabezas no chocaran con la parte superior del coche, lo que hizo que Seth se pusiera pálido como si quisiera vomitar, pero Brie no podía pararse adrede, así que abrió la guantera sacando una bolsa de plástico que le pasó a Seth para que lo echara todo dentro. No obstante, antes de que el electricista pudiera desahogarse, los neumáticos quedaron atascados entre tanta sangre y restos de cadáveres viscosos y pegajosos.

Antes de ser rodeados, Seth y Brie salieron del interior y justo irrumpieron las motos, pero eso no evitó que gran parte de los caminantes se salieran del camino para perseguir a los dos humanos que correteaban hacia el interior del bosque con tal de ponerse a salvo. Mientras tanto, la otra mitad seguía a las motos y aún así, eso tampoco impedía que los caminantes no llegaran a Sheller. Sí, llegaban en menor cantidad, pero llegaban. Por suerte para ambos, Brie sabía en qué parte se hallaba y qué parte era más segura. La rubia desenvainó la espada de empuñadura plateada con la mano izquierda mientras que la derecha se ocupaba de la pistola. Por el contrario, Seth cargaba una escopeta y a parte de casi enfermo, se veía ya agotado físicamente.

La carrera de ambos supervivientes duró aproximadamente unos treinta minutos sin descanso, pero tampoco encontraban un lugar en el que ponerse a salvo. Llegaron a la orilla del río donde las cosas empezaron a complicarse en peor grado cuando, de frente, empezaron a aparecer caminantes. Su única opción era cruzar el río, pero se dieron cuenta de que varios podridos también lo iban cruzando. Se detuvieron en seco, Brie observó alrededor para pensar en una rápida vía de escape antes de que todo se acabara. Su mente quedó liberada al pensar en escalar cualquier árbol cercano. Sí, Ellen la había enseñado y era toda una experta en trepar por estos. Por ello, decidió correr junto a Seth hasta el más próximo.

⸺¿Podrás hacerlo? ⸺preguntó Brie⸺.

⸺Claro, sube tú primero.

Los gemidos se escuchaban cada vez más, así como esos monstruos, quienes iban a diez pasos por detrás. Brie, rápida y ágil, trepó por la corteza y se puso sobre la primera rama donde logró agarrar las manos de Seth ayudándolo a escalar. No obstante, él parecía no poner ningún esfuerzo de su parte.

⸺¡Seth, vamos! ⸺le pidió Brie⸺.

Ella seguía tirando hacia arriba sin resultado, Seth soltó sus manos, rindiéndose por completo ante aquella batalla.

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