Inmunidad.

Capítulo 131.

Por la mañana temprano, Doble Erre y algunos hombres se encargaron del reparto de las sobras de la cena anterior a los presos. De nuevo el sentirse como perros moribundos pero en otro lugar distinto. La única que no recibió ni agua ni comida fue Brie, la cual ya empezó a desesperarse. Si fuera por ella misma, le hubiera importado bien poco morir de inanición, pero su hijo no era culpable de nada y necesitaba un sustento que llevarse a la boca. Quiso hablar con Doble Erre y pedirle que Ray apareciera, sin embargo, sonó una especie de alarma extraña que les hizo sonreír de alegría y observarles con detalle antes de que abrieran todas las celdas menos la de Brie, cuya llave poseía el líder. Ray apareció poco tiempo después con una sonrisa de oreja a oreja, su rostro reflejaba el placer más absoluto, era como si el sonido irritante de la alarma que aún seguía sonando fuera melódico y muy excitante. Entró a su celda y la liberó de las cadenas antes de darle un toque amistoso en la nariz igual que si fuera un bebé.

⸺¿Creías que me olvidaría de ti?

⸺Ya sé que no.

Ray sonrió. Él mismo se encargó de levantarla del suelo y atarle las manos a la espalda con una cuerda y empujarla a la salida donde Dexter dio un paso hacia adelante ganándose un golpe en la espalda que le hizo caer de rodillas contra el suelo. Brie se inquietó despertando la curiosidad de Ray por saber si esos dos eran amantes o lo fueron con anterioridad.

⸺Dadle agua y comida ⸺dijo Dexter⸺.

Doble Erre se acercó y le colocó el filo de un machete al sur del cuello.

⸺¡No! No la necesito ⸺intervino Brie⸺.

⸺Déjale hablar, no seas maleducado ⸺dijo Ray⸺.

Doble Erre se apartó.

⸺Está... ⸺intentó decir Dexter⸺.

⸺Cállate ⸺exigió Brie⸺.

Por un momento, Dexter casi obedeció. Pero no era la ocasión para hacerlo ni para obedecer las órdenes de Brie. La vida de un embrión también estaba en juego y Dexter no iba a perder las dos vidas que más le importaban de todo el planeta.

⸺Continúa ⸺dijo Ray⸺.

⸺Está embarazada ⸺confesó Dexter⸺.

Ray quedó conmocionado, la noticia hizo que alzara las dos cejas y se diera la vuelta señalando primero a Brie y luego a Dexter.

⸺Y supongo que él será su padre, ¿no? ⸺pregunto Ray con un deje divertido en su tono de voz⸺.

⸺Sí ⸺respondió Dexter, orgulloso⸺.

Ray se acercó a él.

⸺Cuidado con tu tono. Yo no voy a dudar en arrancarle a tu mujer el hijo que lleva en su vientre. Y por el tamaño, yo juraría que lo podría aplastar con una sola mano ⸺dijo él, riéndose⸺.

Dexter fue a golpearlo y el peso de tres hombres se le echaron encima golpeándolo hasta que Ray detuviera la paliza. Brie quiso intervenir y Eva la agarró por el cabello tirando hacia atrás, inmovilizándola.

⸺No te sofoques, querida. No debe ser bueno para el bastardo. Tú, suéltala.

Eva la soltó de sopetón empujándole la cabeza hacia adelante y Brie trató de tranquilizarse. Pero buscar la calma en medio de la tormenta mientras golpeaban a Dexter no es que fuera buena idea.

⸺¡BASTA! ⸺pidió Brie casi a punto de pelearse con los allí presentes⸺.

Finalmente, Ray detuvo la golpiza en desventaja y ordenó llevarlos al centro de la pista. El espectáculo no había hecho más que comenzar. Los trasladaron a rastras a través de los sombríos pasillos de la prisión sintiendo la luz del sol penetrando con fuerza las órbitas de los nuevos reos que observaban el entorno y respiraban el aire todavía contaminado como si fuera el último. Con certeza, intuían que algo peligroso les iba a pasar en sus carnes, por eso fue que se miraron entre sí, por si dentro de unas horas faltaba un compañero.