Inmunidad.

Capítulo 117.

Al llegar al bosque, como siempre, Brie y Dexter se dividieron por un lado y los otros dos por otro. Sin embargo, Brie siguió por otro camino que llevaba a otra dirección que conocía como si fuera su casa. En treinta minutos, llegaron a un bosque de zona poco vegetativa: había rocas, arena y se escuchaba un pequeño riachuelo.

⸺Pase lo que pase, no hagas nada. Prométemelo, Dexter ⸺le pidió ella⸺.

⸺Te lo prometo.

Brie se llevó los dedos a la boca, produciendo un silbido extenso y suave que despertó varios aullidos de lobos. Brie pudo reconocer a Ankor entre todos ellos, lo que la hizo sonreír de oreja a oreja al comprobar que vivía. En menos de un minuto, Ankor y una manada de lobos blancos aparecieron en el lugar. Dexter retrocedió unos pasos y tiró del brazo de Brie, pero ésta sonrió más aún y abrió sus brazos para recibir a su lobo, el cual corrió veloz a ella, restregando su cabeza contra la de la muchacha, dejando continuos lametones en sus mejillas. Brie rodeó el cuello del animal con sus brazos y lo abrazó con fuerza mientras el resto de la manada observaba a Dexter con cierta desconfianza.

⸺¿Es...Es tuyo? ⸺preguntó Dexter⸺.

⸺¿Tú qué crees?

Dexter asintió, fascinado por lo que sus ojos veían aunque él fuese ahora mismo el punto de mira.

⸺¿El plan era visitar a tu lobo o...? ⸺preguntó él⸺.

⸺Cállate, Dexter. Si en alguien confío, es en Ankor.

La chica susurró algo a su mascota, quien parecía entender lo que decía. Era como si Brie tuviera un don especial con aquella manada, como si fuera una de ellos. Cuando ella terminó el discurso lobuno, Ankor aulló por todo lo alto y los suyos hicieron lo mismo pero sacando los dientes, gruñendo amenazantes.

Brie y Dexter intercambiaron miradas, ella le tendió la mano con una sonrisa y él la estrechó con suavidad sin pensarlo dos veces. Sentó a Dexter a su lado, muy cerca de Ankor para que pudiera contemplarlo de cerca, sabía que estaba impresionado, anonadado por lo que sucedía. Brie agarró de nuevo la mano ajena y los dos se pausaron un momento mirándose a los ojos hasta que ella llevó la mano de Dexter al pelaje de Ankor para que lo acariciara. Le costó un poco, tenía miedo de perder la mano de un mordisco, pero cuando consiguió notar la suavidad del pelo del animal en la palma de su mano, éste lo acarició al mismo tiempo que Brie no quitaba la mano de la suya. Segundos después, el lobo aulló a modo de despedida y se retiró del lugar con el resto de la manada dejando a los humanos a solas.

⸺¿Se puede saber qué le has dicho? Parecía entenderte ⸺dijo Dexter⸺.

⸺Ankor nos facilitará los medios para vencer a Joey.

⸺¿Y cuál era el misterio de llevarme contigo?

⸺Quería que lo vieras.

⸺Tú dijiste que necesitabas mi ayuda.

⸺Y la necesito. Tú serás el encargado de hacérselo saber a los nuestros de forma discreta, a mí se me pueden escapar un poco...Ya sabes, las formas.

Se volvieron a mirar, Brie se levantó y se sacudió los negros pantalones, ya había llegado la hora de marchar al punto de encuentro y el plan estaba listo. Ella intentó avanzar un poco hacia adelante y Dexter la frenó agarrándole la mano, levantándose después.

⸺Quería que supieras que...Bueno, que ha sido genial lo de los lobos ⸺dijo Dexter⸺.

Brie quedó un poco decepcionada, no era eso lo que esperaba escuchar. Sin decir nada, asintió despacio y prosiguió a caminar, pero Dexter apretó un poco más aquella fina mano para detenerla y tiró de su brazo acercándola a él. Tan cerca, que ambos alientos se mezclaron hasta ser uno cuando la comisura de ambos labios se rozaron con lentitud, fundiéndose en un único beso que poco a poco fue subiendo de grado. Era como si llevaran años separados, como si una ola pasional y de agua dulce los hubiera consumido hasta que Brie dio un pequeño salto, agarrándose con las piernas alrededor de la cadera de Dexter, cuyas manos agarraban a Brie por los muslos. Él la condujo hacia la copa de un árbol donde apoyó su espalda, era un frenesí devorador que los empujaba a hacer el amor allí mismo, pero entonces, Dexter se detuvo de todo y por completo mirándola a los ojos y comprobar así que no era un sueño fugaz.

⸺Yo no quiero esto ⸺dijo él⸺.

⸺¿Qué quieres?

⸺No lo sé, pero desde luego no tener un momento de locura como las veces anteriores.

Brie bajó de su cintura y lo apartó de un pequeño empujón.

⸺Pues entonces da la cara y dile a Susan lo que ha pasado. Sólo así sabré que realmente quieres algo conmigo.

Dexter guardó silencio, un silencio que significó todo para Brie.

⸺No tienes cojones, ¿verdad? Eres un cobarde. ¿Me besas para regresar con otra? Cabrón.

⸺¿Para qué? Dímelo tú, ¿para estar siempre tirándonos trastos a la cabeza como si fueran dardos?

Brie se acercó a él, golpeando su pecho con los puños cerrados, golpes que Dexter detuvo echándola hacia atrás.

⸺Eres repulsivo, te cansas de una y buscas a otra. Da gracias que no te mato en este momento.

⸺¿Matarme? Creo que a estas alturas ya piensas demasiado en mí como para llegar a eso.

Ella le dio una bofetada.

⸺Imbécil...Regresa a ella. Me besas y no eres capaz de dar la cara. Si de verdad una parte de esto al menos fuese recíproco, lo dejarías todo en este momento por mí.

⸺Me estás demostrando que no vale la pena.

⸺¿Que no vale la pena? ¿Ahora me vas a decir que no tengo razón? ¡Vete a la mierda! No vuelvas más, ¡no quiero verte!.

Él estaba dolido de verse así con ella, pues ninguno de los dos lo quería, ya era suficiente tanto daño, se merecían estar juntos, juntos para siempre. Y sus temperamentos chocaban tanto, que el destino seguía empeñado en separarlos.

Antes de que Brie pudiera perder el control de sí misma, pasó de largo de la discusión, evitándola en la medida de lo posible. Cuando ella se tomaba algo en serio, era en serio y no se andaba con ninguna inseguridad. Brie era una mujer directa y clara a pesar de que querer estar con Dexter era demasiado complicado. Brie siguió su camino, Dexter se limitó a cerrar los ojos suavemente cuando lo que en realidad deseaba era saltar de nuevo a los brazos de esa mujer y amarrarla con fuerza para no dejarla escapar, no obstante, era más lo que los alejaba que lo que los unía. De camino al punto de encuentro y con las manos vacías, Brie iba por delante de él, que más que andando normal, iba dando largas zancadas para llegar lo antes posible y, unos minutos antes de llegar, Dexter tuvo que detenerla, todavía no sabía de qué iba el plan.

⸺¿Me vas a contar de qué va tu obra maestra o tengo que adivinarlo solo? ⸺le preguntó él⸺.

⸺Ankor y los suyos atraerán a los caminantes de Sheller hacia la fábrica.

⸺¿Estás de coña? ¿Qué te hace pensar que esta vez vamos a ganar?

⸺Porque esta vez tenemos una manada y porque le haremos creer a Joey que lucharemos a su lado. La realidad es que cuando estén confiados en que les ayudaremos, les atacaremos nosotros. Esto nos podrá ayudar a recuperar Sheller. ¿No te parece?

Dexter asintió, de repente parecía que habían olvidado la discusión anterior, pero así eran los dos: un día se peleaban y al otro se desafiaban con palabras vulgares o tan pronto ni se dirigían la palabra.

Una vez en el punto de encuentro, los cuatro volvieron sin provisiones hacia el refugio donde les esperó una bronca de Joey con amenazas incluidas, pero Brie, sin poder evitarlo, colocó la mano en el rostro de Joey, haciendo presión e ímpetu hacia atrás hasta que fue Dexter quien la tuvo que separar de aquel psicópata con un empellón que fue suficiente para evitar que las cosas empeorasen.

Instantes antes de que Brie se retirase a aquella sala de muñecas amontonadas, vio cómo Dexter abrazaba a Susan como si nada hubiera pasado en el bosque, y antes de que las miradas de esos dos se encontraran desde lo lejos, Brie desvió la vista y caminó dolida, traicionada y algo enojada, pues por un efímero segundo, pudo ver un presente y un futuro al lado de ese hombre.