INMUNIDAD.

Capítulo 146.

El día pasó muy rápido para algunos y muy lento para otros, sobre todo para Brie, que era de noche y todavía no se había movido de su pequeño rincón ni siquiera para hacer sus necesidades. Allí pasó las horas vigilando y comiendo de vez en cuando si su estómago se lo exigía dándole pequeños golpes acompañados de gruñidos que no podía controlar ni soportar. Su mente estaba dividida en la decisión de quedarse o no quedarse. Si lo hacía, Osiris continuaría haciendo de las suyas y Theodore sería el único líder con poder sobre la humanidad y, si se marchaba, Brie lograría vencerlo pero el resultado final sería la muerte para ella y eso le impediría reunirse con su gente y con el amor de su vida al que no podía quitarse de la cabeza aunque se la arrancara. Con sus dedos, dibujó en la arena que tenía bajo sus pies cosas sin fundamento, era más bien una forma de pasar el rato hasta que llegara la hora de hacer guardia ya que esa noche le tocaba. Sus dibujos absurdos se vieron interrumpidos por la carrera que James hizo al lado de Susan hasta llegar a su rincón con la respiración agitada. Brie alzó la mirada de manera lenta, como si le fuera a dar igual lo que iban a decirle. O tal vez no tanto como ella pensaba.

⸺¡Fuego a unos kilómetros, Brie! ⸺dijo James⸺.

Brie se levantó inmediatamente y agarró los prismáticos del suelo saliendo corriendo de la cueva, observando por los susodichos si es que podía apreciarse algo con claridad en la noche. En casi invierno, era extraño que se provocara un incendio de forma accidental, sobre todo cuando comprobó una pequeña hoguera rodeada de rocas y arena, por lo que era imposible que se hubieran provocado sin querer aquellas lamas secundarias que se alejaban de esa hoguera desde una distancia bastante amplia. Siguió analizando, apreciando el palo de una antorcha encendida prendiendo los ramales de los matorrales mientras el fuego se encargaba del resto. Pero por desgracia, no consiguió ver a nadie. Aún divisando, Dexter se colocó a su lado y carraspeó la garganta, mirándola atentamente. Brie bajó los prismáticos y también miró a Dexter por pocos segundos, ya que se retiró hacia la cueva de nuevo en la que se armó con su arco antes de salir hacia esas señales de humo que más bien parecían una trampa. Sin decir nada, Dexter salió tras ella, acompañándola en su ruta. Debían apagar el fuego antes de que los caminantes encontraran su posición en las colinas. Fuera quien fuese la persona responsable, estaba en peligro o era un maldito tarado kamikaze que quería poner fin a su vida siendo devorado por los infectados. La pareja corrió sin descanso alguno hasta que llegaron al punto de inicio del incendio donde taparon la hoguera con puñados de arena y después se ocuparon de intentar apagar el resto, cosa que fue más que imposible por culpa de la gran extensión que el fuego ya había y seguía arrasando. James los observaba por los prismáticos, atisbando también alrededor por si debía de informarlos de algún peligro cercano a través del walkie que los comunicaba.

⸺Ese enfermo cabrón se ha encargado bien de expandir el fuego ⸺murmuró Brie⸺.

⸺Deberíamos salir de aquí, estamos más a salvo en lo alto de las colinas.

Brie asintió y juntos corrieron otra vez para regresar junto a los demás. Igual con un poco de suerte llovía dentro de poco y la lluvia lograba erradicar el incendio sin verse obligados a abandonar las colinas y buscar otro sitio mejor. En mitad del camino, Dexter se detuvo y Brie hizo lo mismo al ver que se había parado sin comprender exactamente por qué. Ella le sugirió continuar y Dexter siguió con los pies clavados en el suelo negando con la cabeza.

⸺¿Y ahora qué pasa? ⸺preguntó Brie⸺.

⸺Me pasa que creo que ya hemos perdido mucho tiempo en gilipolleces, ¿no crees? ⸺respondió Dexter⸺.

Brie cambió su gesto de chica dura por el de una mujer más comprensiva, puede que ya hubiera llegado la hora de empezar a no discutir por culpa de sus propios arranques. En medio del humo y del calor, Brie se acercó a Dexter, hubo un instante en el que bajó la mirada arrepintiéndose de todo y de la forma tan idiota en la que se comportó con él. Brie asintió a lo que Dexter le dijo, siendo capaz de engullir su orgullo y sonreír una pizca de forma ladeada.