Capítulo 103: Malos tiempos.

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Se avecinaban tiempos tormentosos a finales de verano, eso podría suponer un grave problema a la hora de salir a buscar cosas para la comunidad. La zona en la que estaban era propensa a sufrir vientos huracanados y lluvias lo suficientemente densas para inundar Sheller hasta provocar el caos y la ruina absoluta para todos los que allí habitaban. Como cada año, James comprobó que todo estaba bien; al ir a verificar una de las tuberías principales, se dio cuenta de que esta se había quedado atascada y no conseguía pasar el agua. Lo peor no era eso, lo peor era que si llovía, el agua acumulada haría estallar las alcantarillas, provocando un enorme desastre de fontanería y meteorológico que podría llevarse por delante más de media comunidad. El líder estuvo horas y horas buscando material para poder arreglar el problema, pero no encontró ninguna herramienta apta para el trabajo. Reunió a todos los miembros de Sheller en la puerta principal cerca de las murallas mientras las nubes se iban juntando, dando señales de lluvia y tormenta. Una vez todos reunidos, James informó del problema y de las consecuencias que eso podría acarrear si no se solucionaba, por lo que pidió un par de voluntarios para viajar a la ciudad en busca de los materiales que él mismo se había encargado de apuntar en un papel. La mano de Brie se alzó arriba, estaba claro que lo haría ella debido a la capacidad de supervivencia que había demostrado tener, era como el ojo derecho de James en el buen sentido, no como la segunda al mando pero casi aproximándose, a veces parecía saber incluso más que el líder actual. Tras ella, James volvió a insistir en la participación de otra persona, Jacob quiso levantar la mano pero Dexter se le adelantó.

⸺Yo también.

De nuevo, Brie y Dexter en una nueva expedición con lluvias y tormentas incluidas. Los dos compañeros se miraron seriamente sin parpadear, ambos sabían que tendrían problemas personales por el camino, ninguno podía estar con la boca callada por mucho tiempo. Tanto él como ella ya estaban listos para salir de inmediato dado que era un viaje de máxima urgencia del que dependían todos y todas. James se acercó a Brie desenvolviendo la lista para mostrársela intentando explicarle qué aspecto o forma tenía cada herramienta para que pudiera entenderlo.

⸺¿Sabes algo de fontanería? ⸺preguntó él⸺.

⸺La verdad es que no ⸺respondió con una cierta mueca de lástima⸺.

Dexter le arrebató la nota a James para leerla y, sin preguntar nada al respecto, se guardó la lista en el bolsillo de su pantalón.

⸺Yo sí ⸺bufó él, dirigiéndose hacia afuera⸺.

Los dos se quedaron mirándolo, Brie negando con la cabeza porque a veces, por no decir a todas horas, tenía ganas de ahogarlo con sus propias manos.

⸺Si no quieres, no vayas ⸺le dijo James⸺.

⸺Dexter no me resulta un problema, sabré controlarme.

Eso no se lo creyó demasiado ni ella misma porque todavía no tenía auto control de sus emociones, y mucho menos con Dexter. La mano de Brie dio un pequeño golpe sobre el hombro del líder a modo de despedida, el cazador ya estaba esperándola fuera montado sobre su Hammer 8-Ball de color negro y con el motor encendido, dando giros bruscos de acelerador con la chupa de cuero ya puesta, el arco a la espalda así como una mochila negra donde guardaría el material tan reclamado. ¿De verdad era necesario subir con ese chalado a la moto? No le quedó otra, Brie subió en la parte trasera agarrándose en un reposa manos de hierro escurridizo, cualquier cosa con tal de no agarrarse a su cintura. Dexter salió de Sheller a gran velocidad, y no era para menos, el tiempo corría en contra de todos y debía darse prisa si quería que todo fuera bien. 

Durante una hora y media, el viaje fue tranquilo y silencioso, ninguno de los dos inició un primer ataque para que el otro rematara y se mataran a insultos y a golpes si se daba el caso. Las manos de Brie se resbalaban por culpa del sudor, si seguía agarrándose a ese metal acabaría volcando, por ello, se soltó y se limpió las manos sobre su pantalón verde de camuflaje ya que su chupa de cuero no servía mucho para secar. Dexter notó que Brie se había soltado, incluso le pidió que se volviera a sujetar, pero cabezota, no le hizo caso alguno y Dexter tuvo que apretar sus dientes en vez de optar por pegar un frenazo y hacer que cayera de la moto. Brie volvió a sujetarse al cabo de dos minutos por voluntad propia sin que nadie lo hubiera ordenado. Mientras la brisa les golpeaba la cara con violencia, las nubes ya dejaron al descubierto los primeros rayos de tormenta y, segundos después, fuertes sonidos que les pondrían en un serio compromiso dado que los truenos estaban atrayendo a infectados por la travesía. 

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