Capítulo 137.

4 2 0
                                    

Al día siguiente, recibieron su comida menos Brie, suerte que en su escapada nocturna, pudo llenar su estómago con ansia para estar fuerte. No tenía hambre, pero la sed que sufría era horrenda y casi intolerable. Esa mañana, Erron era el encargado de vigilar el pabellón mientras algunos buscaban provisiones fuera para no estar escasos de recursos. Erron abrió la celda de Brie y sacó una botella de agua que tenía escondida más una pizca de pan con queso y media loncha de lomo que en principio rechazó pero, que finalmente, se acabó comiendo. Brie, sentada en la litera de abajo, miraba a su hermano en completo silencio.

⸺De pequeño cuando iba al colegio, ya me encantaba herir a mis compañeros: les golpeaba y después me quedaba con sus cosas personales. Nuestros padres siempre me echaban la bronca y, cuanto más lo hacían, más daño me dedicaba a hacer. Al cumplir los doce años, me dijeron que tendría un hermano y hasta ya pensaba en matarlo cuando naciera...Saber que otro miembro en la familia se acercaba me hacía sentir que eso me quitaría la atención que mis padres me prestaban. Pero entonces, cuando te vi la cara y me quedé mirándote supe que algo positivo me unía y me uniría a ti para los restos. Eres la única persona que nunca he podido odiar hasta que llegó Eva. Ella sí me odiaba a mí por no verme con la suficiente hombría... Te prometo que quise saber de ti, pero yo estaba metido en historias gordas y no quería inmiscuirte en mis problemas. Me alejé de todo el mundo y mis compañeros se encargaron de borrarme del mapa como si hubiera muerto. A pesar de eso, aún recuerdo que te leía cuentos y te mecía para dormir. Una vez que me largué me preguntaba qué te contaban nuestros padres de mí.

⸺Nunca me hablaron mal de ti. Mamá se encargó de romper y hacer desaparecer cada cosa que le recordaba a ti. Y papá logró salvar la única foto que fue rota cuando ella la descubrió. Yo traté de hacer un puzle con los restos, pero fue imposible. No me acordaba de ti. Ni siquiera cuando te vi aquí me resultaste familiar.

⸺¿Qué ha sido de ellos? ¿Están bien?

Brie no quiso dar detalles; decir que eran prisioneros en Egipto y que eran casi completamente unos dementes era una dura realidad de la que no quería que Erron fuera partícipe.

⸺Ya no están... ⸺respondió Brie como si estuvieran muertos⸺.

Erron sintió cierta tristeza, mas no la suficiente tras haber crecido sin ellos. Como bien él dijo, Brie era la única persona que jamás consiguió odiar.

⸺Tal vez no puedas perdonarme por haberte dejado sola cuando más me necesitabas, pero si algo tengo claro, es que todo el odio o resentimiento que pudiera tenerte ya no existe.

⸺Los lazos de sangre son más fuertes que cualquier error. Y a decir verdad, ahora te necesito mucho más. Creo que puedes echarme más de un cable.

⸺Se supone que después de estas charlas, viene un abrazo.

Brie rió leve, mirándole.

⸺Mejor un choque de manos ⸺añadió ella⸺.

Erron y ella sonrieron. Tal vez para darse un abrazo costaba más. Tenían que seguir viéndose como lo que eran y confiar el uno en el otro hasta que llegara el momento de darse aquel abrazo. Erron se levantó de su asiento y le tendió una mano que Brie estrechó con una amplia sonrisa hasta que un par de aplausos interrumpieron la charla de los Sheller. Ray había escuchado todo desde el principio igual que los demás. Pero la diferencia era que la noticia no sentó igual a todos los enterados. El líder se aproximó a la celda donde ambos, de pie, lo observaban seriamente.

⸺Extraordinaria reunión familiar... Erron, veo que has resucitado ⸺dijo Ray⸺.

⸺Nunca me fui ⸺respondió Erron⸺.

Brie sonrió. Se sentía orgullosa de que al fin, Erron fuera valiente y se enfrentara a la persona que quiso matar lo bueno que quedaba en él.

⸺Sal de ahí ⸺le ordenó suavemente⸺.

Inmunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora