Capítulo 161 ( penúltimo )

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[ TRES AÑOS DESPUÉS / AÑO 2026. ATLANTA, GEORGIA ]

Tres años fueron necesarios para que todo volviera a la normalidad con gran esfuerzo y trabajo. En España, lograron elaborar la cura definitiva en un periodo de tiempo de sesenta días sin contar los días de descanso que equivalían a los fines de semana. En un principio, se pensó que sería prácticamente imposible, pero lo lograron sudando y llorando sangre. Cuando la creyeron completamente elaborada, sólo Zach, el soldado que enseñó a Brie a pilotar el helicóptero, se ofreció voluntario para probarla en él, arriesgándose a morir si la cura no era eficaz. A Zach no le importó morir, quería arriesgarse. Y eso, fue justamente lo que hizo. Para ello, tuvieron que salir en busca de uno de tantos caminantes, haciendo así, que este diera un mordisco a uno de sus hombros. El grito de dolor fue tal, que Brie puso inclusive, una mueca de dolor. Ella más que nadie sabía lo insoportable que era el sufrimiento provocado por un bocado. El caminante en cuestión, fue inmediatamente rematado y llevaron a Zach a la enfermería para tratarlo y controlar su fiebre y el resto de síntomas. En un principio, se pensó que moriría debido a la temperatura que marcaba el termómetro. Y como Brie, este cayó en un profundo sueño hasta que pasadas unas horas, despertó sano y salvo sin que la fiebre pasara de treinta y seis y medio. Todos sonrieron, alegres y dichosos porque al fin, consiguieron una cura que salvaría millones de personas no sólo en España ni en Estados Unidos, sino en todo el mundo.

No tardaron en elaborar varias muestras más, infinitas más. El único "problema", era que esas habilidades con respecto a los infectados, sólo las tenía Brie. Por lo demás, todo era idéntico. Dieron la noticia por terrenos españoles y americanos durante días, haciendo así, que la gente no tuviera miedo a salir de sus escondites para vacunarse.

Con la ayuda de Brie y de varios ayudantes más, fueron eliminando a toda horda de caminantes por las calles y rescatando personas. A gran velocidad, la noticia se hizo viral y en casi un año, apenas quedaban calles repletas de zombis. Los civiles, entre ellos obreros, salieron y comenzaron a reconstruir los edificios y las casas perdidas. El miedo fue desapareciendo por completo y la gente fue recuperando su vida y sus negocios aunque todavía quedaran caminantes por ahí. Caminantes que Sara y compañía no tardaron en hacer desaparecer. Para este entonces, ya habían pasado dos años enteros y Brie Sheller ya era conocida en todo el mundo como la salvadora de la humanidad. Todos los ejércitos de la mayoría de los países se pusieron manos a la obra para cooperar hasta que el mundo quedó completamente limpio y las personas quedaron vacunadas, sobreviviendo definitivamente a un apocalipsis horroroso.

Y entonces, en un abrir y cerrar de ojos, ya hubieron pasado tres años en los que Brie había encontrado un buen puesto de trabajo en una agencia de viajes donde todo parecía sonreírle. Todo salvo en el amor, algo que no había esperado ni buscado. Tres años no fueron suficientes para abrirse las puertas de ese corazón de acero. Sabía que no encontraría a nadie como Dexter y tampoco lo necesitaba.

Por otro lado, Erron seguía con Laura Christensen y se habían ido a vivir juntos a un piso en la mismísima Atlanta, reconstruyendo sus vidas nuevamente y buscando trabajo. Ella como modista, él como camarero en un buen restaurante donde el sueldo era alto y suficiente para los gastos del hogar.

Dean volvió al boxeo, compitiendo y convirtiéndose en el mejor luchador de dicha categoría, recibiendo a Paul y a Brie como público en las gradas en cada combate, viéndolo llegar alto, cumpliendo ese sueño truncado y estancado durante siete largos años.

Paul era el único que se había ido a vivir a Nueva York para estudiar filología alemana y española con el fin de ser un guía turístico, algo que siempre le había gustado ser. Estuvo varios meses sin visitar Atlanta sin reunirse con sus amigos debido a los exámenes finales. Sin embargo, un acontecimiento le hizo regresar a la ciudad en la que empezó todo para él: una importante entrevista a Brie Sheller en el Ferst Center Of The Arts; aquel teatro del que les costó salir. Una entrevista pública donde asistirían cientos de personas para conocer a Brie en persona y escuchar su historia. Paul tomó el primer tren hacia Atlanta, quizá se quedaría unos días en algún hostal barato. Por ello, hizo la maleta y le escribió un mensaje a su pareja durante el trayecto. A pesar de saber que Brie ya no tenía pareja, decidió no seguir insistiendo en algo que era imposible, por lo que se dio la oportunidad de reiniciar su vida en todos los sentidos, conociendo así a Esther, una compañera que también estudiaba lo mismo que él.

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⏰ Última actualización: Mar 09 ⏰

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