Capítulo 144.

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Brie buscó a Ray con la mirada, había llegado el momento de acabar con esa tontería de una vez y, con asombro, pudo ver que ese desgraciado intentaba huir una vez más para que no llegara su final. Antes de marchar, Lars le entregó una de las navajas y Brie la escondió en una de sus botas, levantándose del suelo comenzando a correr tras él para evitar que se escapara. Antes de que pudiera llegar al estacionamiento de camionetas, Brie se inclinó alcanzando una piedra, lanzándola con fuerza y puntería a la espalda de Ray, quien se detuvo al sentir el pequeño toque tras él. Al darse la vuelta y ver a Brie frente a sus ojos, no pudo evitar sonreír.

⸺¿Huyendo de mí, cobarde? ¿Así solucionas las cosas? ⸺preguntó Brie⸺.

⸺Ya nos hemos visto en esta situación y creo recordar que perdiste. ¿Estás segura de que quieres repetir?

⸺Con mucho gusto.

Ray alzó el machete donde su rival pudiera verlo y comenzó a correr hacia ella al mismo tiempo que Brie corría hacia él también hasta que uno de los dos diera el primer golpe. A escasos pasos, Brie se dejó deslizar por el suelo agarrando un puñado de arena que lanzó a sus ojos a la vez que su cuerpo pasaba bajo las piernas ajenas. Tomó impulso con las manos y se puso en pie, propinando una patada a uno de sus gemelos que le hizo clavar la rodilla en la tierra para que Brie rodeara su cuello con el antebrazo y así poder ahogarlo. Cuando el efecto de la arena se le fue de los ojos, Ray lanzó la cabeza hacia atrás chocando contra el mentón de Brie; un golpe que le hizo perder fuerza en el antebrazo que rodeaba a Ray. Al ser así, él colocó el machete en el antebrazo contrario y lo rajó liberándose de la asfixia. La chica dio un grito al notar el corte y lo soltó, retrocediendo unos pasos al ver que Ray se giro arrodillado bruscamente golpeando el aire con el machete, aunque por suerte, el filo del arma no le rozó siquiera la ropa. De nuevo, uno frente al otro y en pie dando vueltas en círculos sin perderse de vista para ver quién era el siguiente en lanzar su ataque. Poco a poco, el lugar se iba llenando de público, un público a favor de la fémina en proceso de otra venganza más.

⸺Buena estrategia, pero insuficiente ⸺añadió Ray⸺.

⸺Supéralo.

Sonriente al pensar que tenía la batalla ganada de nuevo, corrió a por ella con el machete alzado y Brie, inmóvil en su sitio, lo escudriñó a la vez que pensaba cómo desarmarlo del machete que iba a cortarle la cabeza. Esquivó el golpe, después el segundo y así hasta el cuarto donde se colocó tras él al pasar por debajo de su axila aprovechando el instante y quitarse una de sus botas donde no llevaba ningún arma escondida. Justo cuando Ray se dio la vuelta, Brie le lanzó el calzado a la mano derecha que le hizo soltar el arma. Intentando ser más rápido que ella, se agachó para agarrar de nuevo el machete, pero antes de que eso sucediera, el pie descalzo de Brie le golpeó la cabeza casi a la altura de la sien dejándolo tumbado boca arriba y algo distraído. Brie cogió el arma blanca y se sentó encima de su cuerpo para clavarle la punta en la cara y hundir el arma hasta desfigurarle la cara, pero Ray consiguió agarrar las manos ajenas fundiéndose en un mismo forcejeo a ver quién de ellos se proclamaba vencedor definitivo. En sus rostros se mostraba el enorme esfuerzo que hacían para ganar. Ray se movió hacia un lado y, con agilidad, su codo derecho golpeó una de las mejillas de Brie. Ella perdió el control del forcejeo y el machete fue de nuevo disparado a una distancia considerable para los dos. Ahora fue él quien se puso encima de ella, estrangulándola bajo las nerviosas miradas de la gente esperando un final justo donde poder vitorear a Brie. Las manos de Ray se hundían en el cuello de su oponente, por un momento, ella intentó liberarse apartando las manos de su piel, pero lógicamente, necesitaba buscarse otra estrategia. Como si de un águila se tratara, clavó las uñas en el cuello de Ray haciéndole gritar y perder un poco el equilibrio de su postura que le hizo caer un poco más cerca de Brie. Aprovechando eso, la chica soltó la carne de Ray le hizo un piquete de ojos presionando en su interior hasta que la soltara. Él gritaba, pero no estaba dispuesto a dejar de ahogarla. Ahora jugaban al que primero cayera. Sin embargo, Ray se estaba quedando sin visión y sin ojos, y el dolor era tal, que acabó soltándola, retirándose con las manos en los ojos sin ver absolutamente nada. Desesperado y chillando, se levantó del suelo tambaleándose como un borracho dando vueltas extendiendo los brazos hacia adelante en busca de Brie, la cual, cogió la navaja oculta en la bota restante, acercándose a él. Al ponerse de espaldas a ella, Brie lo empujó lanzándolo boca abajo contra el suelo. Le colocó el pie en la nuca con tanto ensañamiento, que llegó a perder la movilidad por unos largos minutos y, aprovechando tal punto a favor, clavó la navaja en el inicio de la columna vertebral, rajando hasta la corcusilla con un profundo hueco bastante grave.

⸺Bueno, parece que esta vez sí hay alguien que ha podido hacerte sombra. Disfruta en el infierno mientras puedas ⸺dijo Brie⸺.

Acabó con su vida, adquiriendo una medalla interesante en forma de columna vertebral que ella misma extrajo de la espalda de ese hijo de puta, colocándosela al ya casi cadáver de Ray alrededor del cuello como adorno.

⸺Te sienta bien ese colgante, amigo ⸺dijo Brie⸺.

Pero Ray ya no podía hablar, se encontraba a escasos segundos de morir entre horribles sufrimientos que hubiera preferido poder evitar, pero él reventó la paciencia de Brie e hirió a la gente que le importaba, y cuando alguien se atrevía a tocar a los suyos, que Lucifer se apiadase del alma de aquel osado, pues no recibiría compasión alguna a la hora de morir. Se sentó frente a él a la espera de poder escuchar su último suspiro para celebrar la caída de otro villano más en el apocalipsis y, cuando esto sucedió, Brie agarró el cabello impropio y lanzó su cara contra el suelo levantándose definitivamente, acercándose a sus compañeros. Dexter corrió a ella y la abrazó con fuerza. Apenas habían tenido tiempo de estar tranquilos y a solas y compartir unos minutos u horas de amor infinito sin que nada ni nadie los pudiera separar. Se fundieron en un abrazo tan enorme, que ambos hacían fuerza intentando juntarse lo más que les era posible y sentirse pegados el uno con el otro y a pesar de que Dexter pudo intuir que, al menos ella besó a Ray, ni siquiera preguntó porque sabía que lo hizo por un bien común. Tenerla de vuelta era la mejor sensación que pudo experimentar durante el año que la creyó muerta. Al separarse, se besaron al unísono con deseo, disfrutando cada parte del beso hasta que se volvieron a separar. De repente, a la cabeza de Brie le vino una persona de la que no sabía nada: Lars. Intentó regresar, pero Erron la detuvo agarrándole del brazo negando con la cabeza dándole a entender que no consiguió sobrevivir. James colocó la palma de su mano en uno de los hombros de Brie, captando su atención y que ambos pudieran mirarse de cara mientras conversaban después de tanto tiempo.

⸺Volvemos a seguirte. Donde tú vayas, nosotros iremos contigo ⸺dijo James⸺.

Brie sonrió de medio lado justo cuando las nubes se unieron formando una lluvia que cayó bajo ellos y el campamento barriendo la sangre del suelo y de la piel de Brie como si quisiera devolveré el color verdadero de su tez.

⸺Marcharemos a las colinas. Allí estaremos más seguros y tendremos un campo más abierto y alto para una mejor vigilancia. Cogeremos todo lo necesario de aquí e iniciaremos una nueva vida lejos de las ciudades y las zonas urbanas para estar a salvo de gentuza como él. ¿Quién está conmigo? ⸺dijo Brie⸺.

Los que ya la conocían, levantaron sus manos. Y losque no, hicieron exactamente lo mismo. Después de haber matado a una persona deesa forma tan salvaje, nadie se atrevió a contradecirla y, a parte, intuían quesabía liderar perfectamente un grupo y organizar con responsabilidad las tareasque una buena líder debía realizar por los demás. Todos juntos, marcharon hacialas colinas una vez que cogieron provisiones entre las que se encontrabanarmas, comida en buen estado, sábanas, sacos de dormir y hasta unas cuantastiendas de campaña. De camino, Brie regresó a la granja de Lars y recupero suarco, la aljaba y el dispositivo de Osiris, el cual conservaría con su propiavida hasta el final de sus consecuencias. Fueron horas de viaje que merecieronla pena, pues lograron llegar a unas amplias y verdes colinas donde hallaronuna cueva espaciosa donde se resguardarían por las noches durante los fríosinviernos y las malas temperaturas. Era hora de empezar de cero. Brie teníademasiadas responsabilidades como para marchar a por Osiris, mas buscaría elmomento de marchar en solitario. A decir verdad, por una parte no queríamarchar hacia lo que sería un suicidio seguro, pero era la única manera de quetodo terminara para bien o para mal ya que alguien debía vencer la última delas batallas y, por ahora, no había ningún ganador. No pensó en eso, ahoradebía disfrutar del presente en el que se encontraba Dexter y su hermano, laúnica familia a escala de sangre que le quedaba. Y puesto que la vida le quitóquince años de estar junto a su hermano, creyó que iba siendo hora de compartiraventuras a su lado. 

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