Lo que Brie no imaginaba o predecía, era que el último mordisco en su piel había dejado consecuencias en su organismo, un organismo descontrolado y a su vez poderoso que fortaleció su anatomía, agudizó su sentido del oído y aumentó el del olfato de igual manera que si fuera una de ellos pero viva. Brie se sentía extraña y podía distinguir a una enorme distancia en qué zonas determinadas del bosque se hallaban hordas de caminantes a las que no acercarse. Era como una especie de habilidad que la ayudaba a ser una muerta más y poder ayudar a los suyos sin que nadie lo supiera.
Una mañana, seguida por sus instintos, salió a hurtadillas de Sheller al amanecer a averiguar ella misma si lo que le pasaba era real o simplemente se lo imaginaba como una auténtica demente de manicomio. La forma que ahora poseía de olfatear y escuchar era impresionante, parecía una especie de vampiro pero sin ansias de beber sangre fresca o comer carne humana para saciarse.
Jacob la siguió en silencio todo el camino sin hacer ruido, llevaba notando a Brie ausente un par de días y creyó que había llegado el momento de averiguar por qué tan ausente incluso de sí misma.
Fueron varias horas andando hasta aparecer en unas vías férreas donde nunca antes ella había estado. Eso podría significar que un tren abandonado podría estar cerca, un tren que saquear esa mañana si es que daba con su paradero. De pronto se detuvo. A larga distancia presintió que una horda se aproximaba hacia ese lugar por esas mismas vías y que tardarían unos cinco minutos en visualizarse. Retrocedió unos pasos y, cuando fue a salir de esas vías, su pie izquierdo pisó un cepo bien escondido que le agarró la carne con sumo empuje sin hacerle sangrar. Eso la hizo gritar de dolor y acelerar el paso de los infectados que ya empezaron a verse desde lo lejos. Jacob salió de su escondrijo a toda rapidez y trató de ayudar a Brie a abrir el cepo para salir huyendo juntos.
⸺Has tardado demasiado en salir. ¿Nunca te vas a cansar de destapar mis planes? ⸺preguntó ella⸺.
⸺¿Cómo sabías que yo...?
⸺Porque te he oído.
Ninguno dijo nada, los dos se limitaron a seguir liberando el pie de Brie sin resultado. A los caminantes les faltaba muy poco para darles alcance.
⸺Vete. ¡Vamos! ⸺le ordenó Brie⸺.
Jacob se negó a dejarla morir, no obstante no había opción. La trampa seguía haciendo fuerza sobre su tobillo y los infectados estaban a tan sólo cuatro pasos. El pelirrojo se alejó horrorizado al ver que casi la rebasaban. Ambos se miraron como por última vez y Brie cerró los ojos para morir justo ahí en ese instante por culpa de su maldita curiosidad.
Jacob, en las puertas de Sheller y desesperado sin poder decir con claridad qué era lo que había pasado, repetía el nombre de su compañera seguidamente hasta que Dexter, James y Paul lo siguieron rápidamente hacia las vías férreas donde el cuerpo de Brie permanecía sentado sobre las mismas con la cabeza escondida sobre las rodillas.
⸺¡BRIE! ⸺vociferó Dexter, acercándose veloz⸺.
La rubia abrió los ojos y alzó la cabeza, pero ella no vio a Dexter, sólo en derredor sin comprender a ciencia cierta lo que había pasado. Jacob quedó totalmente anonadado al verla sana y salva a pesar de la herida del cepo, el cual entre Paul y Dexter lograron abrir. Al ponerse en pie a duras penas, sólo pudo sonreír con un brillo inmenso en los ojos.
⸺¿Cómo cojones has hecho eso...? ⸺preguntó Jacob⸺.
⸺No lo sé...
Brie contó lo que le había sucedido; una horda bastante numerosa había pasado al lado de ella y ninguno le había hecho nada. Era como si hubiera pasado desapercibida de igual forma que un caminante. Lo que era un hecho, es que el último mordisco había desequilibrado el cuerpo de Brie al punto de adquirir habilidades que le permitían ver, escuchar y oler lo que ellos olían, camuflarse entre gigantescas multitudes y caminar al lado sin ser mordida. Sin duda, la cura que elaboraron Lexie y Chandler era asombrosa, con poderes que protegerían el pellejo de Brie en caso de peligro extremo. Su misión ahora era aprender a dominarlo, a hacer control y a averiguar si era lo único que sabía hacer. Con la ayuda de sus compañeros, Brie necesitó coger varios días a la semana para controlar sus habilidades, habilidades geniales pero con un inconveniente: si Brie se hacía una herida que sangrara con contundencia, eso haría desaparecer su capacidad para hacerse con el control de sus poderes, ya que la sangre que brotaba de sus venas era un llamado a los infectados que al olfatear su líquido carmesí, experimentaban un tipo de deseo más voraz por la carne humana. Para poder poner en práctica este tipo de don que ahora formaba parte de ella, debía localizar que su piel estuviera libre de heridas y debía evitar hacerse nuevas para no verse envuelta en una situación de la que no pudiera salir.
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Inmunidad.
Mystery / Thriller< El mundo ha sido cautivo por un virus letal que convierte a las personas en muertos vivientes y, un poderoso científico, es el causante de tal atrocidad, creyendo que nadie es capaz de detener su horrible plan de destruir la humanidad, pero no...