Capítulo 118.

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Tres días más tarde, James y los suyos ya estaban al tanto de qué papel desempeñaban para otra batalla más en la que se incluían vivos y muertos y animales salvajes. Brie recurrió a la ayuda de Mac para poner en práctica una conversación falsa cuando fuera el momento, por una vez, dos enemigos se habían aliado por un bien común, aunque eso no significaba que Brie no tuviera ganas de matarlo todavía. Justo atardecía cuando unos fuertes aullidos de lobos resonaron por los rincones de la fábrica: era la señal que indicaba que los caminantes se acercaban y que debían prepararse para lo que venía. Los que ya sabían qué significaba eso, intentaron mantener la calma hasta que Brie lo ordenara, aún quedaba otra cosa para poder poner en práctica absolutamente todo.

De pronto y tal cual Brie supuso, uno de los hombres de Joey entró desesperado perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo torpemente haciendo que Joey riera a carcajadas tras ver esa inoportuna caída.

⸺¡Se acercan caminantes! ⸺alertó él⸺.

La sonrisa de Joey se perdió en la nada y ordenó a los suyos que se prepararan para la batalla, no estaba dispuesto a perder la fábrica por nada del mundo, y al ver que los demás no hicieron nada, se dirigió a todos con mala gana.

⸺¡Vosotros también!

Mac y Brie se miraron, era el momento y de poner en marcha un falso guion y que el villano no sospechara que todo formaba parte de la misma estrategia.

⸺Nosotros nos vamos ⸺dijo Brie⸺.

⸺¡De aquí no se va nadie! ⸺dijo Mac⸺.

Joey quedó impresionado. Las palabras de Mac lo crecieron más por dentro.

⸺Te las das de líder y creo que no tienes ni puta idea de eso. Nos quedaremos, al menos, él nos puede ofrecer más protección que tú ⸺dijo Mac⸺.

⸺Tú puedes quedarte y hacer lo que te dé la gana, yo me voy y me los llevo a ellos conmigo.

⸺No lo has entendido, Brie.

⸺Vaya, ¿es que hay algo que pueda retenerme? Esta fábrica caerá.

⸺Por supuesto que lo hay. Si movéis un pie de aquí, yo me ocuparé de matar a esa mocosa. Esto es lo mejor que hemos tenido en meses y no pienso abandonarlo ni tampoco que te lleves a mi hermano. Tú decides.

Brie se sentía victoriosa por dentro sin poder controlarlo, la actuación de Mac era tal vez poco creíble, pero Joey se lo tragó, así que Brie asintió despacio mirando a Joey.

⸺Lucharemos. Pero para eso creo recordar que necesitaremos armas, ¿no? ⸺dijo Brie⸺.

Ese era el precio que Joey debía pagar si quería que Brie y los demás lucharan a su lado, así que les proporcionó armas y munición a pesar de estar en contra de aquello.

Cora se escondería en la sala de las muñecas, Brie le había prometido que nadie se acercaría a ella para hacerle daño, que la protegería a costa de lo que hiciera falta, y Cora, se calmó. La verdad es que la pequeña confiaba plenamente en Brie, siempre había cumplido sus promesas.

Pasaron treinta minutos y ya todos estaban listos, preparados para comenzar a disparar sus armas. La línea de caminantes se acercaba a las puertas de la fábrica donde todos se encontraban en fila y revueltos unos con los otros esperando a que Brie diera la señal para empezar a disparar contra los enemigos y contra cada muerto que se fuera acercando. Cuando los caminantes, a cinco pasos se iban aproximando, Brie vociferó su grito de guerra y sus armas volaron cabezas del grupo de Joey, el cual se quedó unos segundos bloqueado hasta que supo que esa estúpida se salió con la suya para acabar con él y con todos los demás. Se envolvieron en una lucha donde sólo llovían balas atravesando cerebros hasta que muertos y vivos se unieron todos a una sola lucha donde sólo podía quedar un grupo como vencedor.

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