Inmunidad.

Capítulo 111.

Dean llegó junto a Cora, pero ambos prometieron guardar el secreto de Brie, al menos por ahora. A pesar de haber salido discutiendo, Dean era incapaz de no seguir confiando en Brie, a la cual iba queriendo con mayor intensidad con el paso de los minutos. Las cosas en Sheller empeoraban por momentos, sobre todo cuando ambos llegaron y contemplaron a Mac frente a James, quejándose de la poca fortaleza y de los pocos recursos que iban quedando en la comunidad para todos los miembros que poco a poco iban aumentando.

La discusión se escuchaba por todo el terreno, Dexter salió sin camiseta acompañado de Susan, a la que buscaba de sustituta para olvidar a Brie, la única mujer a la que todavía no había borrado de su mente, la única que se le aparecía a cada instante cuanto más intentaba olvidarla en brazos de otra. Lo que estaba siendo evidente para todo el mundo, era que James cada vez era más débil y que Mac se aprovechaba de su poca fuerza para ser el líder. Al fin, Mac se había quitado la máscara delante del mundo, y quizá si antes no lo hizo, era porque la misma felina mujer lo frenaba, no obstante, ahora que no estaba, ¿qué le impedía sublevarse para conseguir lo que siempre había querido? Dexter quiso intervenir en la pelea y así intentar mediar y llegar a un acuerdo que fuera beneficioso para el resto, pero Mac, golpeó el pecho de su hermano con el codo logrando dejarlo dolorido para que no hablara más y fuera Susan quien lo cuidara. La castaña, preocupada por su hombre amado, corrió a echarle una mano y, cómo no, Dexter se deshizo de Susan apartándola de un ligero empujón.

⸺No soy tu jodido bebé. Déjame tranquilo de una vez ⸺murmuró Dexter de forma cruel⸺.

Susan retrocedió unos pasos, obedeciéndole como una completa estúpida, pero, estaba tan loca por él, que le daba igual lo cruel que pudiera ser con ella mientras estuvieran juntos, aunque bueno, aquello no era una relación ni mucho menos. Mac y James seguían si disputa, si alguien no hacía verdaderamente algo, acabarían envueltos en una lucha a muerte por el control de Sheller. Dean se puso en medio, no tenía miedo alguno, y mucho menos de Mac, pues a pesar de que le ganaba en masa muscular, era imposible que le venciera en agilidad y en tácticas de lucha.

⸺No eres tú el que debe estar como líder. Acéptalo y si no, vete ⸺dijo Dean⸺.

⸺Y según tú, guapito...¿Quién debería estar? ¿Tú? Esto se le está escapando de las manos y nade hace nada por evitar el desastre.

⸺Sabes perfectamente quién sería el sustituto perfecto. Bueno, sustituta.

Mac cambió la cara, una cara que ahora mostraba mucho más enfado y ganas de matar.

⸺¿Es que acaso crees que esa puta zorra va a volver aquí? Perdéis el tiempo en esperar algo que jamás va a llegar ⸺dijo Mac⸺.

⸺Oh, claro que volverá. De hecho, igual está más cerca de lo que piensas.

Mac, ante la idea de un posible regreso de Brie, se retiró de allí para meditar a solas. Si volvía, estaba completamente perdido, aunque tenía clara una cosa: si él no era el líder de Sheller, tampoco lo sería nadie. Por eso fue que ideó un plan para destrozar todo por lo que tantas personas habían luchado: iba a destruir Sheller a costa de todos.

Dexter regresó a casa, Susan lo seguía como un perrito faldero hasta llegar a las puertas de casa donde le prohibió la entrada.

⸺¿Qué crees que haces? ⸺preguntó él⸺.

⸺Acabar lo que empezamos en tu cama.

Susan llevó las manos al pecho de Dexter y lo acarició lentamente, sabía que eso lo excitaba, pero Dexter supo frenarla agarrándola por ambas muñecas y apartar sus manos de su piel.

⸺¿Te parece un buen momento? Joder, te pueden más las ganas de follar conmigo que los problemas que nos rodean. Date la vuelta y vete, ya te buscaré cuando me lo pida el cuerpo.