Capítulo 147.

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Cuando el amanecer se asomó con cierta dificultad por culpa de las nubes que se resistían a despejar el cielo, unas gotas empezaron a caer sobre Brie lentamente hasta que fue una lluvia lo que hizo que el cabello se le empapara junto a su ropa y, sin embargo, Brie mantuvo la compostura sin moverse de su puesto de guardia volviendo a mirar a través de los prismáticos y comprobar con gran alivio, que las llamas del fuego se apagaron al fin. El sonido de la lluvia despertó a muchas personas de las cuales, sólo Dean fue capaz de salir fuera sustituyéndola y que pudiera irse a descansar. Aunque en realidad, Brie ni siquiera se notaba cansada, sólo tenía hambre y ganas de conversar con Sara. La joven le entregó los prismáticos a Dean y este le sonrió con amabilidad acordándose sin querer del primer día que la conoció. Brie le devolvió la sonrisa y se levantó revolviéndole el cabello castaño que se enredaba por culpa del agua que les caía encima y, Dean, le respondió con un codazo a la altura del bíceps. Tras sus buenos días, Brie se metió dentro de la cueva y esperó despierta a que pasaran las horas para poner en marcha sus planes. Al menos los que tenía previstos esa tarde.

Al mediodía, Brie terminó de comerse aquella lata de sardinas con una cerveza como acompañante pudiendo ingerir mejor la comida hasta que fue Sara quien le indicó con la cabeza que la siguiera al exterior de la cueva para dar un pequeño paseo. Brie se limpió los restos de aceite de la boca con la manga de la camiseta y agarró la mochila antes de disponerse a salir y contarle a Sara los detalles de casi todo lo que había pasado y, sobre todo, de Osiris, pues según Chris y el resto de los miembros de su organización, todavía no sabían exactamente la localización de Theodore Lauper y compañía.

Caminaron en silencio un par de kilómetros hasta llegar a la elevación de rocas donde antes estuvo bailando con Dexter, mostrándole a su aliada las pistas que debía saber con respecto a cuanto les rodeaba. Se sentaron una frente a la otra y Brie sacó el dispositivo que le robó a dos hombres de Osiris, enseñándoselo todavía encendido pero sin tarjeta de memoria en su interior y, sin tarjeta, nadie podía comunicarse a través de él. Sara, sorprendida ante aquel aparato, lo cogió y le echó un vistazo por delante y por detrás pudiendo contemplarlo al completo pulido sin ninguna rotura o mancha de suciedad en la carcasa de protección.

⸺Tal vez puedas contactar con los tuyos a través de esto ⸺dijo Brie⸺.

⸺No lo creo. No llevo ninguna tarjeta a mano. Pero debo reconocer que estoy impresionada. ¿De dónde has sacado esto?

⸺Pues...Se lo quité a uno de esos idiotas durante las inundaciones de Atlanta.

⸺¿Y cómo fuiste capaz de sobrevivir? Casi nadie lo hizo.

Brie se encogió de hombros, recordando aquel día. La verdad es que tuvo suerte de poder refugiarse encima de un tejado y agarrarse a una chimenea como único punto de apoyo.

⸺Un golpe de suerte ⸺Brie se quitó el colgante con el triángulo dorado⸺. Esto estaba bajo el colchón de mis padres junto a una placa plateada con una frase que decía algo así como: "Rezad las palabras a decir para Osiris". He de reconocer que al principio no entendí nada, parecía más bien una especie de secta religiosa o yo qué sé. Pero cuando conseguí esto... ⸺dio un par de toques a la pantalla del aparato⸺. Supe que esos cabrones se encontraban en Egipto, que este triángulo es el logo que los representa y que Osiris es su nombre.

Sara asintió firmemente, parecía estar completamente alucinada, y no era para menos, a saber cuántos años habían estado buscando el paradero de esos locos dementes y creadores de la destrucción de la humanidad.

⸺Tengo que hallar el modo de hacérselo saber, aunque no sé cómo ⸺dijo Sara⸺.

Las dos iban a cero otra vez. No tenían absolutamente nada que pudiera hacerlas comunicarse con los aliados. Sara desvió la vista al cuello de Brie pudiendo ver otro colgante sobre su piel y, con curiosidad, lo tomó en sus manos pudiendo ver su nombre y el de Chris grabados. Entreabrió la boca y alzó una de sus cejas negras buscando los ojos de Brie.

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