Nazaret POV.
El sol ya se asomaba por la ventana, lo que me indicaba que ya debía levantarme de la cama y comenzar a vestirme, pero no quería. No quería levantarme, ni vestirme ni nada. Solo quería que todo pasara rápido. No odiaba que me hubiera tocado Slytherin, era una gran casa al igual que todas, lo que más odiaba era estar sola y encima con el estúpido de Malfoy en la misma casa. Tendría que aguantar a Draco durante la mayoría del día yo sola. Por una parte me alegraba que todas las clases las compartíamos con Gryffindor, por lo que por un lado tendría a mis amigos más cerca de lo que pensé. Tome el uniforme de Slytherin que se encontraba encima de mi baúl y comencé a vestirme. En cuanto termine de ponerme la túnica saque el cepillo de mi baúl y me cepille un poco el pelo. Guarde el cepillo y las cosas que había sacado del baúl y baje de mi cuarto. Había mucha gente en la sala común, lo que me hizo sentir incomoda, pues tendría que pasar delante de todos ellos para poder salir. Vi a Draco sentado en el sofá junto a dos amigos, por suerte, no se había percatado de mi presencia, por lo que decidí salir lo más rápido posible para que no me viera, lo que fue imposible.
Aquí esta la traidora de sangre -comentó Parkinson cuando iba hacía la puerta, haciendo que todos los presentes me miraran- ¿Cómo alguien tan pura de sangre puede juntarse con esa gentuza?
Vamos a aclarar las cosas, Parkinson -dije girándome hacía ella y mirándola desafiante- Uno, esa gentuza como tu la llamas son mi hermana y mis mejores amigos y dos, si vuelves a dirigirte a ellos con esa palabra te prometo que el primer maleficio que aprendamos lo usare en ti ¿Queda claro?
Antes de que Parkinson tuviera la oportunidad de responderme con su irritante voz salí de la sala común lo más rápido que pude. No tenía ganas de seguir discutiendo con alguien que no merecía la pena. Y tampoco quería continuar escuchando la tontería de la sangre pura, puesto que yo era de las muchas que pensaban que el estatus de sangre da igual. Comencé a andar rápido hacía el gran comedor, esperaba poder tomar algo rápido y salir de allí lo antes posible. Cuando iba a girar en uno de los pasillos choque fuertemente con alguien, lo que causo que me callera al suelo.
¡Ten cuidado joder! -grito George, pero en cuanto miro a la chica su cara palideció- Oh dios mío, cuanto lo siento -se disculpo ofreciéndome su mano para levantarme- No sabías que eras tu, realmente lo siento.
No pasa nada, George -le dije restándole importancia mientras sacudía mi túnica-
¿Vamos al comedor juntos? -me pregunto George con una sonrisa mientras pasaba su brazo por mi hombro-
Claro -le conteste con una sonrisa-
En todo el camino George no aparto su mano de encima de mi hombro, por lo que obtuvimos algunas malas miradas y algunos que otros susurros. Ya me imaginaba a la gente hablando de como un Gryffindor, y sobre todo un Weasley, podría andar con una Slytherin. Pero eso a George no le importaba, ella sabía que el siempre sería leal a sus amigos pasara lo que pasara. Cuando entramos al gran comedor George me ofreció desayunar con ellos, ya que no les importaba, pero yo intente negarme, puesto que no quería más conflictos con mi casa. A George no le importo mi respuesta en absoluto, puesto que me agarro del brazo y tiro de mi hacía la mesa de Gryffindor, haciendo que estos empezasen a mirarlos y a susurrar por lo bajo. Mi hermana estaba allí, sentada junto a Ron y Harry. Hermione también estaba, pero ella estaba sentada junto a Fred y con otro chico que no conocía. Cuando mi hermana me vio venir no pudo evitar sonreír, consiguiendo que inconscientemente yo sonriera también.
Siéntate aquí anda -me ofreció Ron mientras me hacía un hueco al lado de mi hermana-
Muchas gracias, Ron -le sonreí mientras tomaba asiento, intentando ignorar las miradas y los susurros de los demás alumnos-
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...