Una araña nos tenía a todos sujetos entre sus pinzas. Pero no era una araña diminuta como las que habíamos estado siguiendo, sino que era una araña del tamaño de un caballo. Tenía enormes ojos y ocho largas patas, al igual que todas las arañas que nos seguían por el camino. La araña se adentro más al bosque sin soltarnos a ninguno, a pesar de que gritábamos y intentábamos con toda nuestra fuerza posible soltarnos. Al llegar a lo más profundo del bosque, la araña nos soltó a todos sin previo aviso, por lo que caímos al suelo a cuatro patas. Al incorporarnos nos dimos cuenta de que la araña estaba hablando.
¡Aragog! —exclamo la araña—¡Aragog!
Una araña salió de detrás de una tela. No era del tamaño de las anteriores, sino que era aún más grande que las demás. Los ocho ojos que cubrían su cabeza estaban totalmente blancos, por lo que deducimos que aquella araña era ciega.
¿Qué traes? —pregunto Aragog chascando sus pinzas—
Dos chicos y dos chicas —respondió la otra araña—
¿Alguno es Hagrid? —pregunto Aragog acercándose—
No —respondió la araña—Son unos completos desconocidos.
Pues entonces matadlos —ordenó Aragog—
¡Somos amigos de Hagrid! —exclame presa del pánico—
Es imposible, Hagrid nunca envía a otras personas a nuestra morada —dijo Aragog con calma—
Hagrid esta metido en un gran problema —intervino Nazaret— Por eso hemos venido nosotros en su lugar.
¿En un grave problema? —pregunto Aragog con cierto tono de preocupación— ¿Por que os ha enviado a vosotros?
En el colegio piensan que Hagrid ha metido algo que esta perjudicando a los estudiantes. Se lo han llevado a Azkaban —respondió Harry—
Aragog choco sus pinzas enojado y el resto de las arañas imitaron su acción. Sonaban como aplausos. Solo que esta vez los aplausos eran totalmente terroríficos.
Aquello fue hace muchos años —comento Aragog— Creyeron que yo era el monstruo y que Hagrid me había soltado, pero no fue así.
¿Entonces tu nunca saliste de la cámara de los secretos? —le pregunto Harry—
¡Yo nunca nací en el castillo! ¡Vengo de una tierra lejana! —exclamo Aragog— Un viajero me regalo a Hagrid cuando yo aún me encontraba en el huevo. Hagrid me alimento y me protegió, en un gran hombre y un gran amigo. Incluso me consiguió una esposa. Gracias a él pude formar una familia.
¿No fuiste tu el que ataco a aquellas personas, verdad? —pregunto Nazaret—
Yo nunca he atacado a nadie —respondió Aragog— Aunque mi instinto me impulsa a ello, siempre me he contenido de hacerle daño a alguien por Hagrid. Además, la chica fue hallada muerta en los baños y yo siempre estuve metido en un armario. Nunca salí de allí.
¿Pero entonces que monstruo habita en el castillo? —pregunte— Porque, sea lo sea, esta atacando a gente inocente de nuevo.
Lo que habita en el castillo es algo que las arañas tememos más que ninguna otra cosa —explico Aragog—
¿Qué es? Si es que podemos saberlo —dijo Harry—
¡Nunca lo nombramos! ¡Ni si queira con Hagrid! —exclamo Aragog enfadado—
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Complicated Love
De TodoMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...