Volvemos a estar juntas.

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Mar POV.

Finalmente había llegado el día. Mi hermana ya volvía de pasar dos semanas junto al estúpido de Draco Malfoy. A pesar de que me había estado escribiendo y dejándome claro que estaba bien y que lo pasaba bien, sabía perfectamente que tendría que contarme más cosas. Al igual que yo tendría que contarle a ella el hecho de que ahora estoy compartiendo cama con Ron y el breve incidente que tuve con Charlie. Desde aquel incidente había estado evitando a Charlie todo lo que podía y de momento me iba bien, pero sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarme a él. Estaba completamente emocionada de volver a tener a mi hermana junto a mi. Nunca habíamos estado separadas tanto tiempo y, además, no nos gustaba estar tan separadas la una de la otra. 

Termine de vestirme y baje al salón para reunirme con todos los demás a la espera de mi hermana. La señora Weasley había preparado todo tipo de dulces para darle de nuevo la bienvenida. Ella, al igual que todos nosotros, echábamos mucho de menos a mi hermana. Aunque sabía que George era el que seguramente la habría echado más de menos. Todo aquello me quedo aún más claro cuando hace unos días escuche a George comentarle a Fred que mi hermana le gustaba. No es que no me gustará George como novio de mi hermana, pero era consciente de que ella iba a acabar con Draco. Aún me debatía si debería contarle a mi hermana que le gusta a George o mejor debería callarme. 


¿En que piensas tanto? —pregunto Ron sentándose junto a mi y pasando su brazo por mi hombro—

Cosas de chicas Bilius. —respondí con una sonrisa, intentando sonar lo mayor convincentemente posible—

¿Acaso no puedo saberlo? Siempre me lo has contado todo pequeña, nunca ha habido secretos entre nosotros. —dijo Ron con una leve sonrisa—

No es nada serio Ron, solo es que hecho de menos a mi hermana y solo pensaba que ya volvía finalmente hoy. —mentí en parte encogiéndome de hombros—

Oh, ya lo entiendo todo. Es ese código de hermanas de que la una no puede vivir sin la otra. —comento Ron—

Lo has adivinado pelirrojo. —dije mientras Ron comenzaba a acariciarme el pelo—


Con actos como el que Ron cometía ahora se me hacía más difícil ocultar lo que sentía por el. Lo mire con una sonrisa, deteniéndome en sus hermosos ojos. Aquellos ojos azules que podían robarte el aliento y el corazón. Eran tan profundos como el mar. Mi madre siempre nos decía que los ojos son el reflejo del alma y podía asegurar plenamente que los ojos de Ron mostraban un alma pura y preciosa. Escondí mi cabeza en el hueco de su cuello mientras soltaba un suspiro. Me frustraba tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos. Ron era como la manzana prohibida del jardín, sabía perfectamente que estaba ahí pero no podía tocarla. A veces deseaba tener un botón con el que simplemente pudiese apagar mis sentimientos, pero se que nunca sería tan fácil poder dejar de amar a alguien. 


¡Ya viene! ¡La he visto cruzar el jardín por mi ventana! —grito George bajando rápidamente las escaleras—


Me levante rápidamente del sofá y corrí hacía la entrada. Abrí la puerta y salí rápidamente, viéndola cruzar lo que le quedaba de jardín. Sonreí como una tonta y corrí hacía ella. La abracé fuertemente en cuanto la tuve frente a mi. A pesar de que solamente habían sido dos semanas, la había extrañado demasiado. 


Me están asfixiando. —dijo Nazaret soltando una risa—

Lo siento, lo siento. —me disculpe mientras me apartaba— Es que te he echado mucho de menos.

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora