Mar POV.
Aparecemos en algún lugar que me cuesta visualizar desde un primer momento, pero cuando me acostumbro a la luz solar puedo ver que estamos en los jardines que rodean la casa de los Lovegood, lugar donde habíamos estado hacia relativamente poco.
¿Estáis todos bien? —les pregunto a los chicos mientras me levanto del césped—
M...Mar... —murmura Nazaret a mis espaldas—
Me giro rápidamente hacia mi hermana, encontrándola de rodillas, con la mano en el costado, con sangre brotando de este y la daga que Bellatrix nos había lanzado clavada en ella. Mi mundo se viene abajo, siento como las manos me tiemblan y un sudor frío recorre mi columna vertebral. Corro hacía mi hermana, tumbándola con cuidado en el césped y examinando la daga.
¡Mi bolso rápido! —le grito a Harry— ¡Busca un libro con la tapa gastada y de color marrón!
Harry coge rápidamente mi bolso y comienza a buscar el libro que le acabo de pedir, el libro que Dumbledore nos lego a mi hermana y a mi y en el que vienen mil hechizos, entre ellos muchos curativos. Harry sitúa el libro junto a mi. Muevo rápidamente las hojas en busca de como curar una herida de daga, encontrando la solución a mitad del libro. Primero hay que sacarle la daga a la persona, luego hay que desinfectar la herida y por último hay que cerrarla.
Esto va a doler hermanita. —le aviso, tragando duro y cerrando mis ojos en busca de valor—
Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo rápido. —ruega Nazaret retorciéndose de dolor—
Agarra mi mano y apriétala cuando más te duela. —dice Harry agarrando la mano de mi hermana—
Saco la daga rápidamente para que sea lo menos doloroso posible. Limpio la herida lo mejor que puedo y la coso mediante la magia. Encima, para que no se infecte, deposito una gasa lo mejor adherida que puedo. Mi hermana se retuerce durante todo el proceso, pero una vez que termino veo que suspira y deja caer su cabeza en el césped. Le pongo mi mochila debajo de la cabeza y la dejo descansar tras el horrible proceso.
Nos hemos salvado por los pelos. —comenta Hermione—
Nos hemos salvado porque hemos tenido la ayuda de Draco, sino ahora mismo estaríamos muertos. —les recuerdo, levantándome y situándome frente a Hermione—
No te atrevas a mencionar a Draco. —dice Harry con semblante serio—
¡A mi no me vengas con esas, Potter! —le grito dándole un leve empujón— ¡Si te duele la verdad te jodes, pero ha sido así! ¡Estamos vivos porque nos ha ayudado y no te ha delatado!
¡Nos ha ayudado por tu hermana! —grita Harry por encima de mi voz—
Por lo que fuese Harry, pero nos ha ayudado y le debemos mucho. —interviene Ron, poniéndose entre Harry y yo, encarando a este—
Si hubiese sido así no habría dejado que te hicieran eso. —espeta Harry señalando mi brazo izquierdo, donde la palabra traidora logra verse por encima de la sangre—
No discutáis más, por favor. —ruega Nazaret con un hilo de voz mientras se incorpora lentamente— Estamos vivos y todo es gracias a Draco, contra antes lo asumas será mejor Harry.
Vamos a relajarnos todos un poco. —comenta Ron, pasando su brazo por mi hombro y alejándome de la presencia de Harry—
Caminamos durante unos minutos hasta llegar al pico de una colina, donde nos sentamos y nos limitamos a mirar al cielo. Ron se levanta de mi lado derecho, se sienta a mi izquierda y agarra mi brazo izquierdo con suavidad, pasando con delicadeza las yemas de sus dedos por la ensangrentada palabra traidora que se graba sobre mi brazo.
Todo esto ha sido culpa mía. —dice Ron con lagrimas en los ojos. Noto como mi corazón se desgarra al verlo así e incluso olvido porque estoy enfadada con él— Debí estar a tu lado, debí haber intervenido antes y no dejar que te hubieran hecho esto.
No ha sido tu culpa, tu nos grabado estas palabras en mi piel. —le digo, acariciando suavemente su mejilla, consiguiendo que Ron pegue su mejilla en mi mano ante mi tacto—
Pero te han grabado esto porque estás conmigo, así que soy igual de culpable. —murmura Ron, secándose rápidamente las lagrimas que salen de sus ojos— Eres una traidora por estar conmigo.
Me da igual lo que sea o como me llamen solo por estar contigo. —sonrió, entrelazando la mano de Ron con la mía— Quiero estar contigo y quiero protegerte por encima de todo. Que le jodan al resto.
Tan fuerte y rota por dentro. —murmura Ron acariciando mi mejilla con su mano libre—
Tan duro y sensible por dentro. —murmuro, disfrutando de su caricia—
Ron se acerca lentamente a mi hasta que nuestras narices se rozan. Noto su respiración sobre la mía, mi pulso se acelera y siento como todo mi interior vuelve a estar vivo, dejando claro que todo lo que sentía muerto solo estaba escondido en lo más profundo de mi ser. Sus labios sobre los míos me hacen sentirme viva de nuevo, como si después de él no hubiese nada más que tristeza. Cierro mis ojos y disfruto del beso, disfruto de sus labios sobre los míos y se sus manos rodeando mi cintura, atrayéndome más a él.
Me separo de él, retomando todo el aire que me había robado con el beso. Ron me agarra de la mano, ayudándome a levantarme y bajando la colina, volviendo con el resto. Hermione ya ha abierto la tienda y la a montado, así que mi hermana se encuentra acostada en una de las camas que se encuentran situadas en la tienda. Sus ojos están cerrados y su respiración es regular, por lo que me todo el peso que me agobiaba desaparece de mi al ver que se encuentra bien.
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...