Entrenamiento.

30 2 0
                                    

Nazaret POV.

El viernes había llegado finalmente. Las pruebas de quidditch se realizarían en poco tiempo, por lo que subí a mi habitación y me enfunde el traje de quidditch. Como capitana, debía estar presente en las pruebas para elegir a los nuevos miembros. Agarre mi escoba, la lista de inscritos para las pruebas y me encamine hacía el campo de quidditch. Tenía que ser rápida, puesto que después el equipo de Gryffindor tendría sus pruebas. 

En cuanto llegué al campo de quidditch pude divisar a Zabini, Theodore, Crabbe y Goyle, junto a unos chicos más de Slytherin que yo no conocía.  Los salude con la mano y me situé frente a todos ellos para esperar al resto de los chicos. A las cinco y diez, todos los inscritos en la lista se encontraban frente a mi. Muchas chicas de Slytherin, entre ellas Pansy, se encontraban sentadas en las gradas.


¿Es que ninguna chica piensa presentarse? —pregunte alzando la voz para que me escucharan— No os vais a morir si os rompéis una uña.

Las chicas siempre prefieren animar. —dijo Zabini—

Mejor dicho, prefieren estar sentadas sin hacer nada. Son todas unas malditas vagas. —dije soltando un suspiro—


Comencé a mirar la lista y a llamar a unos cuantos para hacer la primera prueba, pero ninguno de los nombrados se movió. Según uno de ellos, no veían correcto estar bajo las ordenes de una mujer. Se sentían mas cómodos bajo el mando de un hombre. Draco, que estaba en las gradas, bajo rápidamente al ver que la cosa se estaba poniendo sería. Mi hermana, que también venía para ayudarme, vino también hacía mi.


¿Qué está pasando? —pregunto Draco llegando junto a mi—

¡Estos imbéciles piensan que porque soy mujer no tienen porque obedecerme! —respondí en un grito—

¿Es que sois imbéciles? Os vais a enterar de lo que es bueno. —dijo Mar subiéndose las mangas de la camisa—

Déjamelo a mi. —intervino Draco frenando a mi hermana— El hecho de que sea mujer os tiene que importar una mierda. Es vuestra capitana y tenéis que obedecerla sino queréis que convierta vuestra vida en un infierno.

Pero es que ella no manda lo mismo que un hombre. —comentó uno de los chicos—

¡Es vuestra capitana y repito, vais a obedecerla sino queréis que haga de vuestra maldita vida un infierno!  —grito Draco asustando a varios de los presentes— ¿Queda claro?

Si. —respondieron todos al unísono—

Gracias, Draco. —dije depositando un beso en su mejilla— Bien, retomando las pruebas. Como veis, Mar y Draco van a estar presentes en las pruebas para ayudarme a decidir y que nadie me acuse de favoritismo. 

Os voy a vigilar a todos con lupa, así que más vale que juguéis bien. —dijo Mar con una sonrisa un tanto malvada—

Mar y Draco, ya podéis volver a las gradas. —les ordene— Y espero que esta vez os sentéis juntos y entabléis conversación. 


Ambos resoplaron y volvieron a sentarse en la grada más cercana. Esta vez, a muy pesar de ambos, se habían sentado juntos. Los grupos nombrados comenzaban a jugar bajo mi supervisión y las de ellos. 

Una hora más tarde, las pruebas habían terminado. Me despedí de todos los presentes y agarre el pergamino donde había estado tomando nota durante todo el rato. Mar y Draco se acercaron a mi, cada uno con un pergamino en la mano.

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora