La muerte de la señora Blackesley.

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Mar POV.

Caímos durante unos instantes hasta que llegamos a la sala. Rápidamente nos levantamos con las varitas empuñadas, pero era demasiado tarde. Los mortifagos habían sido más audaces que nosotros y ahora nos tenían agarrados con bastante fuerza. Harry se había quedado solo frente a Lucius, observando como el resto éramos retenidos por mortifagos. 


Se acabó la guerra, Potter. —dijo Lucius— Dame la profecía.

¡Deje marchar a mis amigos y se la daré! —exclamo Harry, consiguiendo que los mortifagos riesen—

No estás en situación de negociar, Potter. —replicó Lucius negando con la cabeza— Nosotros somos diez y tú estás solo.

¡Él no está solo, nos tiene a todos nosotros! —grito Nazaret forcejeando con el mortifago—

Dame la profecía, Potter. —repitió Lucius ignorando las palabras de mi hermana—

¡No se la des! —grite—

¡Preferimos morir antes de que le des esa profecía! —grito Neville—

¿Longbottom? —pregunto Lucius con desdén— Tu abuela ya esta acostumbrada a perder miembros de la familia, así que tu muerte no le sorprenderá.

¿Longbottom? —repitió Bellatrix— Tuve el enorme placer de conocer a tus padres.

¡Ya lo se! —exclamo Neville forcejeando con el mortifago— 

¡Que alguien lo aturda! —grito el mortifago que lo sostenía—

No, no, no. —negó Bellatrix con una sonrisa— Vamos a ver cuanto tarda Longbottom en derrumbarse, a menos que Harry entregué la profecía.

¡No se la des, Harry! —grito Neville— ¡Aguantare lo que sea, pero no se la des!

¡Crucio! —grito Bellatrix apuntando a Neville— 


Neville soltó un enorme grito de dolor y encogió las piernas hacía su pecho, de modo que quedo suspendido en el aire por unos segundos. Luego, el mortifago soltó a Neville, que cayó al suelo mientras continuaba retorciéndose y gritando.


¡Eso no ha sido más que una simple advertencia! —grito Bellatrix— O me das la profecía o ves a tu amigo morir.

Mátame a mi, pero déjale a él. —le dije a Bellatrix—

Voldemort te necesita, jamás me perdonaría que te mate. —dijo Bellatrix con una leve sonrisa— Además, con Longbottom es más satisfactorio. 


Bellatrix volvió a apuntar a Neville, pero esta vez fue interrumpida. Unas puertas se abrieron en la parte más elevada de la sala y siete personas entraron corriendo en la sala; Sirius, Lupin, Moody, Tonks, Kingsley y mis padres. 


¡Suelta a mis hijas! —exclamo nuestra madre—


Los mortifagos estaban tan distraídos con la entrada de los miembros de la orden, que no estaban demasiado centrados en nosotros. Cogí fuerzas y le di un fuerte cabezazo al mortifago que me tenía, consiguiendo que me soltase de un empujón y retrocediese unos pasos. 

Al igual que mi hermana, corrí hacía donde Neville yacía en el suelo, aún intentando recuperarse del hechizo de Bellatrix.


Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora