Los secretos de Draco.

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Ron POV.

Me dolía como el mismísimo infierno estar así con Mar y se que todo era por mi culpa, por no haberle dicho la verdad y haber sido sincero desde el primer momento. En cuanto se fue pensé que volverías al rato, ya que muchas veces se calienta y se arrepiente rápidamente, pero no fue así.

La esperamos con toda nuestra esperanza, pero no fue así. Finalmente tuvimos que irnos al callejón diagon sin ella, lo que me partía aún más el alma. Nunca nos habíamos separado por nada del mundo y tenía mucho miedo a perderla por mi estupidez.


No te tortures, estoy segura de que se le pasara. —me animo Nazaret mientras caminábamos por el callejón—

No creo, nunca la había visto tan enfadada. —dije soltando un suspiro—

Yo si. Soy su hermana y te aseguro que la he visto mil veces peor. —insistió Nazaret— Mira, hubo una vez que se enfado tanto que rompió toda la vajilla.

¿Enserio? —pregunte sorprendido—

SI, pero no la juzgo. —respondió Nazaret encogiéndose de hombros— Yo le puse el despacho a nuestro padre patas arriba, casi lo mato de un infarto. 


Reí mientras continuábamos caminando. Llegados a un punto decidimos que era mejor que nos separásemos para ir más rápido. Mis padres se fueron junto a mi hermana Ginny a Flourish y Blotts, mientras que nosotros íbamos con Hagrid hacía la tienda de la señora Malkin. 

Todo el mundo iba acompañado en el callejón, ni una sola persona iba sola. Se notaba claramente que el ambiente se había vuelto bastante temerario con la vuelta del que no debe ser nombrado. 


Estaremos muy apretados dentro, así que yo os espero aquí fuera. —dijo Hagrid cuando llegamos a la tienda—


Los cuatro asentimos y entramos en la tienda todos juntos. La tienda parecía estar completamente vacía, pero en cuanto la puerta se cerro escuchamos aquella voz tan familiar y tan escuchada durante los últimos años. 


No soy un niño, madre. —se quejo Draco mientras Malkin le arreglaba la túnica— Podría hacer mis compras solo perfectamente. 

Tu madre tiene razón. —dijo Malkin— Con los tiempos que corren nadie debería andar solo nunca. 

¡Ponga más atención en donde clava ese alfiler! —exclamo Draco, quien aún no había notado que estamos aquí—

Ten un poco más de respeto, Draco. —dijo Nazaret poniéndose delante de mi para que la viese—

Podría ser muchísimo más cruel. —dijo Draco acercándose a ella y dándole un beso— Me alegra muchísimo volver a verte, aunque sea bajo estar circunstancias.

Lo mismo digo, aunque pronto volvemos y tendrás que soportarme de nuevo durante todo el día. —bromeo Nazaret—

Prefiero aguantarte todo el día a tenerte lejos de mi. —comento Draco mirando detrás de Nazaret, observándonos— Si te preguntabas por que huele tan mal, mama, es que está gente está aquí. 

Draco... —musitó Nazaret haciendo una mueca—

¡No hay necesidad de usar ese lenguaje en mi tienda! —exclamo Malkin— ¡Y nada de varitas! —dirigió su vista hacía Harry, quien llevó la mano hasta su bolsillo trasero— No hay necesidad de hacer esto.

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora