La muerte de un animal indefenso.

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Ron POV.

Habíamos decidido que íbamos a ir a ver a Hagrid nos jugáramos lo que nos jugáramos. Tras la cena, en lugar de reunirnos con el resto de nuestra casa, nos escondimos en unos de los pasillos que eran poco frecuentados, esperando que todos se fueran a la cama. Una vez que los pasillos estuvieron completamente vacíos, Harry agarro la capa donde la dejo la última vez. Todos nos ocultamos como pudimos bajo la capa de invisibilidad y comenzamos a caminar por el castillo rumbo a la cabaña de Hagrid. Al salir del castillo, aceleramos nuestro paso hacía la cabaña. Una vez allí, Harry se adelanto un poco y pegó en la puerta. Tras unos segundos, la puerta se abrió. Hagrid, nervioso y tembloroso, miró a todos los lados en busca de la persona que había llamado. 


Somos nosotros, Hagrid. —le avisó Harry— Estamos ocultos bajo la capa de invisibilidad, si nos dejas pasar nos la quitaremos. 

Os dije que no vinierais, ya veo que no me habéis hecho caso. —dijo Hagrid con voz triste—


Aún así, Hagrid se hizo a un lado y nos dejo pasar al interior de la cabaña. Una vez dentro, Harry nos quito la capa de encima, dejándonos a todos a la vista de Hagrid, quien había cerrado la puerta rápidamente. No lloraba, ni se lanzo hacía nosotros desesperado. Era aún más doloroso verlo así, tan callado, que llorando como lo hizo días anteriores. Eso si, sus manos temblaban todo el rato. 


¿Queréis un te? —nos pregunto Hagrid—


Antes de que cualquiera de nosotros pudiera contestar, Hagrid comenzó a servirnos un poco de te a todos en las tazas que había sobre la mesa. 


¿Dónde esta Buckbeak? —preguntó Mar apartándose un mechón de la cara—

Esta encadenado fuera. He pensado que sería bueno que tuviera unos últimos momentos al aire libre. —respondió Hagrid soltando la tetera—

¿No podemos hacer nada? ¿No se puede hacer nada? —pregunto Harry— El profesor Dumbledore...

El profesor Dumbledore ha hecho demasiado por mi, no lo meteré en más líos. —respondió Hagrid mientras dirigía su mirada a Mar y Nazaret— Vuestros padres también han hecho demasiado, así que no penséis en pedirles nada.

Todo esto es culpa de Draco —dije soltando un suspiro—

No, incluso Draco declaro en la vista a favor de Buckbeak. Reconoció que el tuvo toda la culpa y que provoco al animal —comentó Hagrid— Pero Lucius tiene más poder y convenció a todos de que su hijo no sabía lo que decía y que Buckbeak era un ser monstruoso.

¿Draco saltó en defensa de Buckbeak? —pregunto Nazaret incrédula— 

Si, yo también me quede de piedra cuando lo escuche declarar en su favor. —respondió Hagrid encogiéndose de hombros— Dumbledore estará presente, me lo ha contado esta mañana. Así que deberíais iros, llegara pronto. 

Vamos a quedarnos contigo. —comentó Hermione poniéndose de pie—

Vais a volver al castillo, no quiero que veáis esto. —dijo Hagrid negando con la cabeza— Además, no tenéis permiso para estar aquí y menos Harry. Si os ven aquí nos meteremos en serios problemas todos. 


Todos suspiramos con pesadez. No queríamos dejar a Hagrid en este momento tan duro y doloroso. Mar se secó una lagrima rápidamente, creyó que nadie la había visto. Nazaret contenía unas lagrimas que amenazaban con salir y Hermione ahogo un sollozo. Hermione agarro la jarra de leche y al instante soltó un grito. 

Complicated LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora