Nazaret POV.
Hermione y Ron no habían vuelto a sacar el tema de que Harry, mi hermana y yo enseñáramos Defensa contra las Artes Oscuras. Pero el hecho de que no sacara aquel tema no hizo que dejáramos de pensar en el día tras día. Pensamos y pensamos acerca de aquel tema día y noche, considerando que Hermione y Ron tenían mucha razón en lo que decían. Así que, el sábado que teníamos visita a Hogsmeade, acordamos reunirnos en algún lugar para hablar del tema. Para no levantar sospechas con Draco ya que siempre iba con él, le dije que iba con mi hermana a comprarle un regalo por nuestro aniversario.
La mañana había amanecido bastante despejada, pero aún así el frío calaba los huesos de los estudiantes. Me despedí de Draco con un dulce beso y corrí a reunirme únicamente con mi hermana para no levantar sospechas. Cuando nos alejamos lo suficiente de la vista de todos, nos reunimos con Hermione, Harry y Ron.
¿Vamos a las tres escobas? —preguntó Harry mientras caminábamos—
Ir a las tres escobas sería demasiado arriesgado ya que siempre está abarrotado. —respondió Hermione— Había pensado en que es mejor que vayamos a la Cabeza de Puerco, ese es otro pub que ya conocéis y que esta apartado de todo el follón.
No es muy recomendable, pero nadie de Hogwarts iría allí por nada del mundo. —añadió Ron tomando la mano de mi hermana—
Sonreí al verlos agarrados de la mano. Aún no me acostumbraba a verlos tan felices juntos, teniendo la felicidad merecida que ambos merecían. Verlos así me hizo pensar en Draco y en como le había mentido. Me sentía mal, ¿pero que más podía hacer?. No podía contarle la verdad.
Bajamos por la calle principal donde toda la gente se acumulaba. Pasamos por delante de la tienda de bromas de Zonko, donde se encontraban Fred, George y Lee. Hermione lanzó una rápida mirada a la tienda con una sonrisa y, como si creyese que nadie se había dado cuenta, volvió a dirigir su mirada al frente. Continuamos caminando hasta que nos topamos con aquel letrero de madera, oxidado y horriblemente feo. En el letrero podía verse el dibujo de una cabeza de jabalí cortada que goteaba sangre, una imagen bastante horrenda.
Entramos al pub deseosos de no encontrar la imagen más horrenda de todas, pero no fue así. El lugar estaba escasamente iluminado y todo estaba bastante sucio, como si nunca se hubiesen atrevido a limpiar. Solo muy pocas personas se encontraban en este lugar tan mugriento y horrible. En un rincón, una bruja estaba sentada con un velo negro que le llegaba hasta los pies.
¿Has pensado que Umbridge puede estar debajo de eso? —pregunto Harry observando a aquella mujer—
Umbridge es más baja que esa bruja. —respondió Hermione en voz baja— Además, las chicas y yo hemos revisado todas las normas y Umbridge no puede castigarnos por nada. No estamos pasando los limites.
Nos sentamos en una de las mesas que había cerca de la chimenea para poder entrar en calor, ya que este lugar era bastante frío. El único camarero que se encontraba en el pub salió de la trastienda y se acerco a nosotros.
¿Qué queréis? —nos pregunto de mala gana—
Cinco cervezas de mantequilla, por favor. —respondí—
El camarero volvió detrás de la barra, saco cinco cervezas sucias y cubiertas de polvo y las coloco con brusquedad sobre nuestra mesa.
Seis sickles. —dijo el camarero—
Esta vez pago yo. —dije rápidamente mientras le entregaba las monedas al camarero—
El camarero volvió hacía la barra y guardo las monedas en un cajón.
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Complicated Love
RandomMar y Nazaret Blackesley son dos hermanas con una familia bastante conocida. Toda su familia había contado siempre con una buena fortuna, por lo que ambas eran por así decirlo ricas, pero eso no les hacían creerse más que nadie. Mar era una chica de...