Complicated Love

Hagrid.

Ron POV.

Los rumores se hacían mas fuertes en Hogwarts. Durante estos días solo se hablaba de mi relación con Mar, de que Nazaret era la princesa de Slytherin al estar con Draco y del enorme enfado que Pansy sentía por ello. Con el paso de los días las cosas parecían mejorar, pero la felicidad no dura mucho y los rumores se hicieron presentes en cuanto salió la nueva publicación del profeta. La de todos nosotros duro hasta que nos enteramos de que Hagrid ya no impartía clase y del porque de todo esto. La zorra manipuladora de Rita era la culpable de que Hagrid estuviese destrozado. Aunque no entendíamos el porque de la actitud de Hagrid. Todos sabíamos que era un semigigante, así que el artículo de Rita no decía nada que no supiéramos todos. 

En cuanto supimos que Hagrid ya no impartía clases, un cubo de agua fría nos cayó a todos. Hagrid era uno de los pocos profesores que adorábamos y una de las mejores personas de Hogwarts. Él no merecía estar sufriendo por tal tontería. Finalmente, todos nos habíamos armado de valor y habíamos decidido ir a ver a Hagrid después de la cena, ocultos bajo la capa de invisibilidad. 

Sigo diciendo que algún día nos pillarán y seremos expulsados. —dijo Hermione mientras caminábamos hacía la cabaña de Hagrid, ocultos bajo la capa de invisibilidad—

Hagrid nos necesita, así que si tengo que ser expulsada por ir a verle me da exactamente igual. —comentó Nazaret—

Digo lo mismo que mi hermana. —añadió Mar— Hagrid siempre ha estado para nosotros, ahora nosotros debemos estar para él.

Continuamos nuestro paso hacía la cabaña de Hagrid y, en cuanto estuvimos frente a al puerta, Harry nos quito la capa de invisibilidad de encima. Pegué tres veces seguidas a la puerta y esperé durante unos segundos a que Hagrid nos abriese la puerta. Para mayor sorpresa de todos, no fue Hagrid quien nos abrió la puerta, sino el director Dumbledore. En cuanto vimos que era él, nuestros ojos se abrieron como platos y nos quedamos totalmente estéticos, sin saber que hacer.

Pasad, ya tardabais en venir a ver a Hagrid. —nos dijo Dumbledore con una sonrisa, dejándonos paso—

El profesor Dumbledore se aparto de la puerta, dejándonos paso a todos mientras nos observaba entrar. Parecía satisfecho, como si supiera desde mucho antes que íbamos a venir y al final se hubiese cumplido. Uno tras uno fuimos entrando a la cabaña de Hagrid, quien estaba tumbado en uno de los sillones con una taza de té entre sus manos. En medio de la mesa se encontraba la tetera junto a la taza de Dumbledore.

Mira quienes han venido a verte, Hagrid. —le dijo Dumbledore a Harry— Me voy, ya que te dejo bien acompañado.

Profesor, sobre esto.. Sentimos romper las normas. —se disculpó Hermione—

Lo siento, señorita Granger. Pero hace un rato que me he vuelto ciego y no he visto nada de lo ocurrido aquí. —dijo Dumbledore antes de salir por la puerta—

Hagrid, no debes abandonar tu trabajo solo por lo que diga la estúpida de Rita. —dijo Nazaret—

Mi hermana tiene razón. A muchos nos da igual lo que seas o como seas, te tenemos mucho apreció y tienes que volver a tu trabajo —intervino Mar con una leve sonrisa—

¿Enserio? —pregunto Hagrid, incorporándose—

Claro que si, Hagrid. Eres una de las mejores personas de aquí y uno de los mejores profesores. —respondí— Te necesitamos de vuelta, no es lo mismo sin ti. 

Volveré aunque solo sea por vosotros. —dijo Hagrid con una sonrisa— Ya me he enterado de todo lo que ha pasado estos días, por cierto.

¿De que hablas, Hagrid?—pregunto Harry—

Oh, vamos. Que este de baja no significa que sea sordo. —respondió Hagrid, mirando a Nazaret y Mar— Con que princesa de Slytherin, Nazaret. Tenía alguna corazonada de que acabarías con Malfoy.

En el fondo es una buena persona, aunque no lo aparenta mucho. —dijo Nazaret, mientras un color carmesí inundaba sus mejillas—

Y tu no te escapas, Mar. —prosiguió Hagrid, mirándonos a mi y Mar— Me alegra ver que vosotros también estáis juntos después de todo. 

Y eso que han tardado lo suyo. —dijeron Nazaret y Harry al unísono— 

Oye, que tu también has tardado, querida hermana. —dijo Mar, soltando una leve carcajada— Es muy tarde, te dejamos descansar, Hagrid.

¡Os veo mañana en clase! —exclamo Hagrid mientras nos abría la puerta—

Harry volvió a coger la capa antes de salir y, despidiéndonos de Hagrid, comenzamos a salir de la cabaña. De nuevo, ocultos en la capa de invisibilidad, nos adentramos de vuelta en el castillo. Pasamos por las mazmorras, nos despedimos de Nazaret y la vimos entrar. Tras ello, volvimos a nuestra sala común sin problema alguno. Una vez dentro, Harry nos quito la capa, dejándonos al descubierto, puesto que a estas horas era normal que sala común estuviese totalmente vacía. 

Yo me voy a la cama, ya no aguanto más. —anunció Harry mientras bostezaba—

Un momentito... ¿Has descubierto ya lo del huevo? —le pregunto Hermione, cruzándose de brazos—

Estoy en ello.. ya sabes... —respondió Harry, encogiéndose de hombros—

Vamos, que no has solucionado nada de anda —intervino Mar— ¿verdad? 

Exactamente. —dijo Harry soltando un suspiro—

No soy el apropiado para decirte esto, pero ya lo has dejado demasiado, Harry. —le dije—Debes descubrir de que se trata de una vez, la siguiente prueba esta a la vuelta de la esquina 

Lose, no me agobiéis más. —dijo Harry, subiendo las escaleras al dormitorio de chicos—

Yo también me muero de sueño, hasta mañana. —dijo Hermione, subiendo las escaleras—

Tu no te escapas, Blackesley. Te recuerdo que me debes cinco galeones. —le dije a Mar, agarrándola de la cintura— Sabía que tu hermana y Draco acabarían juntos.

¿Al igual que tu y yo acabaríamos? —pregunto Mar con una sonrisa—

Tenía mis dudas, pero tenía una pequeña esperanza. —respondí, dándole un casto beso en los labios— Descansa, es tarde.

Lo mismo digo, Weasley. —dijo Mar, dándome un beso en la mejilla y subiendo a la habitación—

Me sonroje. Sin duda alguna, esta chica acabaría conmigo tarde o temprano. Aunque muchos decían que yo solo estaba con ella por su apellido o por dinero, o que ella estaba conmigo por lastima, muchos sabían que eso no era así. También sabía que los rumores no iban a cesar, pero no éramos los únicos afectados, ya que Nazaret y Draco cumplían la misma condena de rumores que nosotros. Sobre él decían que salía con ella para que la gente olvidará que su padre era mortifago o para mantener el estatus de su familia, ya que Nazaret procedía de otra familia bastante poderosa y rica. Sobre ella decían que salía con él solo para joder a Pansy o por el nivel económico y social de su familia. Pero, por muchos rumores que saliesen, solo pocos sabían la verdad de todo esto. Y aquellos que inventaba aquellos rumores solo lo hacían para molestar y hacer daño, porque en el fondo no querían asumir que existía el amor verdadero.